¿Quien se supone que es?

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Luego de varios intentos fallidos, el señor Dice por fin me dio el empleo que tanto necesitaba para ganar algo de dinero. Me dijo que empezaría mañana temprano, así que debería descansar mucho para que mi primer día no sea un desastre. Ya tenía mi uniforme listo, solo debía relajarme y pensar que todo me saldría bien... Si me comportaba bien
Al día siguiente me presente temprano como me lo pidieron. Estaba muy impecable, mi cabello estaba atado en un rodete, mi uniforme estaba limpio y bien puesto y yo estaba despierta y dispuesta a todo

-Muy bien. Te presentaste a la hora que te dije, tu uniforme esta limpio y muy bien puesto y no hay un solo cabello fuera de lugar

-Entonces ¿Tengo el empleo señor?-Pregunté con muchos nervios-

-Bueno, luces elegante y eres bastante educada. Así que si, tienes el puesto

-Muchas gracias señor Dice, pero ¿Cual es mi trabajo?

-Acompáñeme señorita

El me llevó por un pasillo bastante oscuro, que terminaba en una oscura puerta Roja y grande. Dice la tocó y esperó a que le dieran el acceso a entrar ahí. Una vez los dos dentro, ví a un señor bastante grande sentado en un escritorio y se lo notaba bastante enojado. El logró intimidarme y hacer que todo mi cuerpo quede paralizado sin mover un solo músculo. Aun peor fué cuando levantó la vista y me miro fijamente a los ojos con esa mirada tan brillante que tenía

-Dice ¿Quien se supone que es esa muchacha? Y ¿Que es lo que hace aquí?

-Señor, es su nueva mucama. Ella se encargará de servirle a todas sus necesidades y de limpiar desde su Oficina hasta su cuarto

-Dice. ¡Yo no necesito a nadie para que haga lo que "necesite"! Ahora desaparezcan de aquí ya

-Pues lo lamento, porque ella ya esta aquí , asi que se las arregla. Adiós

Se fue dejandome a solas con ese hombre. Ambos nos miramos cara a cara, pero al instante se puso a escribir en unos papeles y como dos minutos después volvió a mirarme con mucha más furia que la de antes

-Aver niña, acercate aqui

Dí unos pasos más cerca de el y me quedé con  la mirada baja. No quería hacerlo enojar, y mucho menos sabiendo que me tendría que hacer cargo de el

-Quiero que me escuches bien, aquí no vas a hacer lo que tu quieras. Cada vez que te llame , tienes que venir al instante y al primer error que comentas, te ira muy mal ¿Entendiste ? -Dijo con una voz de ultratumba-

- S-si señor -Contesté entre dientes-

-¡¿Que dijiste?! -Me gritó con furia-

-Si señor

-Bien, ahora ve y traeme un café, luego limpia mi habitación y vuelves aquí, a mi lado

Salí del cuarto muy asustada y busqué el café. Mi respiración estaba acelerada, tenía miedo de estar con el, ya quería renunciar e irme a mi casa de nuevo. Llevaba el café entre mis manos, las cuales no dejaban de temblar por miedo de que no le gustara, pero a la vez lo preparé como el me lo pidió y no tendría porque no gustarle
Entre de nuevo a su oficina y con delicadeza lo puse sobre su escritório. Lo tomó sin quitarme la vista de encima y lo bebió, luego dejó la taza sobre el escritorio y me miro con más furia

-Listo, ya puedes irte

-E-esta bien señor

-Y, niña...esta excelente

Al escuchar esas palabras cuando estaba por irme, me hicieron cambiar de opinión. Quizás podría llevarme bien con el y no es tan malo como yo creía , así que para demostrarle que era una buena empleada, limpiaría su habitación de pies a cabeza hasta que brillara
Apenas abrí la puerta , mi boca se quedó por el piso al ver el desastre del que me tendría que hacer cargo . Había ropa tirada por todas partes, las paredes tenían arañazos, el suelo estaba echo un asco y la cama estaba completamente desordenada . En general era un completo asco, pero debía dejarlo impecable
Empezé por los pisos, esos eran los que menos dificultades tenían, así que solo me llevaron unos minutos. Luego seguí por su ropa, esta no era muy variada pero lo peor era que tenían las limpias y las sucias mezcladas entre sí , asi que la única opción que tuve fue olerlas para saber cuál era cual. Las limpias olían a lavanda, pero las sucias tenían el mismo aroma que el de el , eso hacia que yo quisiera olerlas todo el tiempo, era un olor delicioso y tan único en el. Pero no podía seguir haciendo eso, así que solo seguí ordenandolas y luego seguí por la cama. Esta tenía una variedad de almohadas , entre ellas, habia en peluche de osito, algo que me causó mucha gracia, pero luego lo deje ahí . Termine de ordenar, limpiar y como yo lo había dicho, la habitación quedó brillante e impecable.
Volví a la oficina de mi jefe y me quedé parada a su lado . El no mostraba reacción al verme, hasta que decidió hablar con esa voz tan oscura que tenía

-Y dime ¿Tienes hogar?

-Si señor

-A partir de ahora dormiras en mi cuarto, así que más te vale haberlo dejarlo limpio y ordenado

-Claro s-señor, ¿D-desea algo m-mas?

-No, puedes retirarte

Salí del cuarto y mi corazón ya no funcionaba. ¿Debia dormir con el? No quería hacerlo, quien sabe lo que me podía pasar si me quedaba en sus brazos . Pero tampoco quería perder el empleo el mismo día en el que me lo daban, así que solo debía aguantarme.
Ya habia llegado la noche y debíamos ir a dormir . Lo esperé fuera de su Oficina y cuando salió, puso su mano detrás de mi espalda y caminamos hasta su cuarto. Yo estaba por sentarme a dormir en el sillón que tenía en una esquina de la habitación , hasta que el me dijo que duerma en su cama. En el momento en el ví como el se acostaba en el sofá, mis ojos estaban por llenarse de lágrimas, de no ser porque aún tenía miedo. Lo único que alcanzé a ver, era al señor quitándose la camiseta y tirándose de espalda , eso fue suficiente para que un sentimiento raro apareciera en mi estómago, pero rápidamente desapareció por el sueño. En resumen, para ser mi primer día, todo salió genial

Fin del cap

Solo soy... su sirvientaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora