Cuando ya era de mañana, me levanté de la cama, la ordené y me di cuenta de que el aún seguía dormido . Lo primero que hice, fue intentar no hacer ruido y salir de ahí, luego preparé un delicioso desayuno saludable para el y acomodé todo el desorden de su escritorio para dejar ahí la comida.
Espere unos minutos más y justo cuando estaba por entrar a despertarlo, el abrió la puerta antes que yo y me quedé pálida del miedo-¿Que haces? ¿Por que no me despertaste antes?
- J-jefe y-yo prepare su desayuno y venía a despertarlo para darle l-la sorpresa
-suspiro-Esta bien, vamos -Dijo con bastante decepcion-
Caminamos de vuelta hasta allí. Yo solo iba a la par de el con la cabeza baja y el caminaba bastante enojado. Cuando por fin llegamos, mi jefe se quedó con los ojos abiertos al ver todo lo que logré hacer para el. Yo creí que estaba feliz, pero solo fue un error
-¡¿Que... Se supone... Que es esto?! -Dijo apretandose las manos-
-Yo ordene t-todo pa-para usted j-jefe ¿L-le gusta?
-¡ERES UNA ESTÚPIDA! DESORDENASTE TODO LO QUE ME HABÍA COSTADO TANTO ORDENAR ¿Y QUE SE SUPONE QUE ES ESTA ASQUEROSIDAD?
-E-es s-su desayuno
-¡CALLATE INÚTIL!
Me pegó una fuerte cachetada dejándome tirada en el piso y llorando. Luego me pidió que me quedará a un lado de la puerta y solo podría entrar cuando el me diera la orden. Ahí fue cuando perdí todos mis pensamientos de que era una buena persona y que solo era un desagradecido .
Me quedé llorando por 2 horas, hasta que escuché su voz avisándome que entrara . Cuando lo hice , el estaba parado en frente de mi con la mirda baja y se lo notaba triste-Yo... Te debo una disculpa. Todo estaba perfectamente organizado y... Tu desayuno estaba delicioso... Encerio disculpeme, ¿Puedo ver su rostro?
-C-claro señor
El tocó mi cara y acarició con tristeza la parte en la que el me había herido y de alguna forma, empeze a llorar
-Mira lo que te hice, perdoname, soy un monstruo. Te prometo que esto no volverá a pasar
-No jefe, no me diga eso. Usted es un buen hombre, este e-es mi segundo d-dia aquí y y-yo ya siento que... Lo quiero
No sabía cómo reaccionar ante esas palabras mías y lo único que hice, fue darle un abrazo. Lo primero en lo que pensé era que seguro me daría un golpe o me apartaria , pero al contrario, sentí como sus manos me abrazaban por detrás. Al mismo tiempo sentís como su corazón latía y su pecho era tan suave y tan cálido que me daban ganas de no separarme más de el , pero rápidamente me alejé de sus brazos
-P- perdóneme señor, n-mo debi hacer eso. Castigueme de todas las formas posibles, l-le prometo que nunca más me hacercare a usted si no...
-No,me gusto. Hace mucho que alguien se acerca a mi , además, tu piel es muy suave y frágil . Disculpa que te lo pregunte ahora pero ¿Como te llamas señorita?
-Q-queenie, y ¿C-cual es el s-suyo señor?
-Lucifer, pero puedes decirme Luci querida
Una vez que ya había confianza entre nosotros, el me llevó a desayunar por que tenía mucha hambre y , aunque se sentía extraño, me gustaba que el este a mi lado.
Cuando nos sentamos, el me dejó ordenar a mi, pero para el no pidió nada ya que el había comido lo que yo le había preparado.
Cuando estaba comiendo con mucho entusiasmo, el me miraba mientras sostenía su cara con una mano y en su rostro mostraba una sonrisa que nunca había visto en su rostro . Era como si estuviera viendo algo que le estuviera gustando, pero seguro que yo no podía ser y quizás tenía sueño o también podía ser que le gustara el desayuno que estaba comiendo
Ya eran las 12:30 de la mañana y se supone que era la hora de almorzar, mi jefe lo hizo. Me dejó sola en su cuarto y me dijo que hasta que el no entrara ahí, yo tenía prohibido salir.
La verdad que estaba muy aburrida y lo único que pude hacer , era limpiar toda la habitación para poder hacer algo y no aburrirme, pero lo que encontré esta vez, me dejó con los ojos abiertos.
Quize limpiar su baño y entre todas las cosas que habían ahí, encontré una cajita con pastillas-¿Anticonceptivos? ¿Por que el señor usaría esto?
Justo cuando estaba por seguir mirando, escuche la puerta abrirse. Así que escondí las pastillas en mi uniforme y fuí a verlo . Esta vez no se veía nada bien, parecía serio, triste y hasta ebrio
-S-señor, ¿e-esta usted b-bien ?
-S-si, s-si claro... Q-quedate a-afuera. Q-quiero dormir un p-poco
-Seguro s-señor, descanse
Me quedé afuera, sentada en el piso y con ganas de llorar. No podía creer que mi jefe tomara anticonceptivos. ¿Sufria de depresión? ¿Tendira algunos problemas familiares? No lo sabía y tampoco quería meterme en sus problemas.
Me estaba quedando dormida, hasta que escuche un grito muy fuerte que venía del cuarto. Mi jefe me llamó a los gritos y yo entre rápidamente-¡Niña! ¡¿Donde están mis pastillas?! -Dijo enfurecido-
-Y-yo no s-se jefe, yo no ví n-ningunas pastillas
-¡NO ME MIENTAS! ¡YO TE VI SALIENDO DEL BAÑO! ¡TU SABES DONDE ESTÁN!
Me acorraló contra la pared y se acercó tanto a mi, que sentía su respiración en mi cuello
-Dame...las...Pastillas... Ahora -Dijo muy cerca de mi oido-
-A-aqui están s-señor -Respondí sacandolas de mi uniforme-
El estaba tan enfurecido que me estaba por pegar. Yo simplemente no tuve reacción porque me lo merecía. Pero cuando estuvo por pegarme, rompió un florero que tenía en un mueble. Me quedé con los ojos cerrados y el me pidió que salga lo más rápido que pueda de ahí.
El resto del día me quedé ahí, escuchando como el rompía cosas y gritaba dentro de su cuarto. Yo estaba llorando y no decía mínima palabra, mucho menos quise entrar ahí . Ese día fue el peor, porque me terminé durmiendo después de tanto llorar