Dos.

667 78 11
                                    

Mulan.

Mulan, alias: la arrecha, diva y poderosa. Yo creo que es la princesa más potra de todas. Yo estoy clara que la caraja es china pero tiene aires como de venezolana. O sea, no se le queda callada a nadie, cuando le dicen que no haga una vaina es lo primero que hace, y cuando tiene los apellidos atravesados no hay quien la pare. De pana que se vacila una.


–¡MULAN DEL VALLEEE! –gritaba mi mamá a todo pulmón. –Levantate, pues.

–Naguará ama, son las 6:26 de la mañana. –me arrope de pies a cabeza otra vez.

–No señor. –arrancó las sabanas de un solo coñazo. –Te paras o la coñaza que te voy a dar no va a ser normal... Mira que hoy consigues macho.

–Naguará de pana, había olvidado ese beta por completo menor.

–Pero deja lo ordinaria chica, pareces un hombre.

Me metí al baño para no seguir calándome su cantaleta, aquí en la China era una tradición que cuando la caraja cumple la mayoría de edad se tiene que casar. No era algo que me tenía muy emocionada pero tú sabes como es todo, el honor y la vaina.

–¿Te moriste cagando fue? –golpeaba la puerta.

–Ya voooy. –ni bañarse uno se puede ya.

Salí de la ducha y me vestí, para nada porque la vieja me llevó a un especie de Spa y ahí me emperifollaron toda, la propia geisha chama. ¿Pero adivinen a quien bautizaron con agua salada?

En fin que todo salió del culo, apenas escuché mi nombre entre a la vaina y tal, había una vieja ahí que me hacía preguntas y tal, algunas que les contestaba bien y otras que me trababa. La vaina se empezó a poner fea cuando la bicha esa se manchó de café y yo obviamente le dije con toda delicadeza que se limpiara la jeta.

–Este, disculpe. –hizo un ademán con la mano como para que me callara. A vieja pa irrespetuosa. –Es que... –me calló otra vez. Coño cómo le digo que tiene la jeta sucia. –No jodas. –me le lance encina para limpiarle el hocico y lo que hice fue derramarle más café.

–¡Esto es una humillación para China! –gritaba la vieja mapanare a todo ese gentío. –¡Jamás va a encontrar esposo! ¡Su familia quedará sin honor por siempre!

En fin, después de esa bochinche que armó la condenada escandalosa aquella nos fuimos para la casa. Mi mamá y mi abuela se quedaron en la cocina y yo me fui para un rincón en el patio, mi papá me llegó para allá.

–Tu mamá me dijo que la cagaste.

–No pues, había tardado.

Mi papá iba a abrir la jeta para seguir hablando pero el marico del vecino empezó a sonar unos tambores, la cara de mi papá fue un poema pero yo no entendía. En fin que salimos piraos para la entrada de la casa y estaba un tuteque ahí repartiendo unos papeles ahí kike pa la guerra.

–Padre de la familia Fa. –al ver que mi papá iba a agarrar esa cosa me opuse.

–Ya va achantalo ahí menor. ¿Tú no le ves la pierna a mi papá es? Y quieres que vaya para una guerra.

–Mulan del Valle. –me regaño mi apa.

–Debería enseñar a su hija a no hablar frente a un hombre.

–¿¡Cómo es la vaina!? No sí ahora si me arregle yo. Hombre el webo mío, tú lo que eres es tremenda plasta de mierda.

–Te ordenó que entres a la casa. –peló los ojos como un huevo frito.

A los minutos mi papá entró con tremenda cara de culo que no le habló ni a mi mamá, se puso fue a entrenar y me quedé escondida para verlo, no mijo mi papá no tenía vida, si yo dejó que se vaya así me lo van a matar. Esperé que todos se durmieran para empezar mi plan maestro.

Robé su uniforme, me traquilie el pelo con las tijeras de la cocina y me fui para la guerra, ya van a ver que le voy a dar tanto honor a la China que va a tener hasta para regalar. Así como que me dicen Mulan del Valle.

Princesa VenezolanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora