Dieciséis

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Tiana.

Era una tarde tan calurosa como siempre, lo bueno es que estaba jugando con mi amiga la catira, tenía unos juguetes que yo ni en sueños tenía, lo bueno es que ella los compartía conmigo, a pesar de que tenía plata ella era chevere conmigo.

-¡Tiana Loydimar! -se asomó mi amá por la puerta- Hijita nos vamos.

Me despedí de Rosmely y listo.

Mi amá y yo siempre nos íbamos en buseta, menos mal que en la noche no pasaban tan full.
Luego del rato llegamos a mi humilde casa en comparación con la de Rosmely, pero yo tampoco es que le paraba mucha bola a esas cosas. Llegamos y de vaina no se me hizo agua la boca con el aroma a sancocho que salía por la ventana de mi casa. Ese era mi apá preparando la cena, luego de eso yo fui a donde él y me la tiré de Chef, y como que me quedó bueno porque todos los vecinos me felicitaron.

Y así pasaron los años...

Había comenzado a trabajar en una cafetería, día y noche, para poder pagar el local donde montaría mi restaurante, ese era mi sueño chama, y lo iba a cumplir.

Un día como cualquiera Rosmely organizó una fiesta de disfraces, sí porque esa no pelaba un bonche, al principio andaba toda despechada porque nada que llegaba su príncipe, un carajo ahí que yo ni conocía. En fin que al final llego y la vaina y todos felices, sobre todo Rosmely.
Yo me había puesto un vestido que eso me quedaba era nene, me veía perrisima oyó. Salí al balcón a echarme brisita porque de verdad el caloron no se aguantaba, y a qué no creen que vaina me encontré. Sendo sapo, yo tipo normal, no soy de temerle a ellos pero coño... La mierda esa habló así de la nada, pegué un brinco que ni Jordan, y el bicho kike le diera un beso, ese si ta bien loco.

-Coño vale es fácil. -dio un brinco hasta llegar a la mesa y buscar un libro de cuentos- si tú me das un beso yo me vuelvo a convertir en príncipe, ¿Sí captas?

-Sí webon, tú lo dices porque vas a recibir el beso.

Rodó los ojos el bicho. -Un piquito y ya, tampoco es mal de morir.

Lo pensé un poco. No puede ser tan malo.

Agarré a la cosa esa y lo acerqué a mi, tuve que cerrar los ojos porque si no no iba a ser capaz... La vaina se puso heavy cuando el seguía sapo... ¡Y yo me había convertido en uno también! Iuuuuu.

Fuimos a parar fuera de la fiesta guindados en unos globos con tremendo palo de agua.

-¡Pendejo! Tú me dijiste que esa vaina iba a funcionar.

-Coño mami pero entiende, yo pensé que lo lograríamos.

-Eso me pasa a mi por galla, también. -susurré.

Sientate porque el cuento no termina aquí...

Nos persiguió una águila loca con ganas de comernos.
Luego fuimos a parar al lago que estaba minado de cocodrilos con rolo de hambre, un poquito más y no la contamos.
Otra fue que nos encontramos un cocodrilo burda de pana que era músico y se hizo panita de Nabí Freddy, y todo el camino tenían un musical, ya me tenían más verde cantando a cada rato Tusa.
Conocimos a una luciérnaga que estaba medio trula pero era chevere llamado Raymond Kleiderman, además que nos ayudaría a encontrar el camino de la loca bruja para que pudiera romper el hechizo.
Nos atraparon unos bichos ahí kike pa comernos, pero entre Nabí y yo logramos que entre ellos mismos se cayeran a coñazos.

Ya por fin habíamos llegado a donde la santera aquella, que a mi parecer era igualita a Celia Cruz, sólo faltaba que se lanzara un Azuca' pa que fuera bien. Se echó una rolita ahí y nos dijo que teníamos que hacer y nos echó el chisme y que Rosmely se iba a casar sabrá Dios con quién.

Resulta que con el que se iba a casar era con Nabí, pero no con mi Nabí sino con otro Nabí que se hacía pasar por Nabí. ¿Sí me entienden? Nah mejor me quedo en la cocina porque de profesora me muero de hambre. Pero en fin, no era Nabí si no que era un farsante envuelto en un hechizo, pero lo descubrimos y pasó a ser llevado derechito pa la cárcel.

La cosa se puso fea fue con el otro loco.

-Vamos Tiana, si dices que sí tendrás tu sueño hecho realidad. -me dijo la versión mierdera del sombrero loco.

Cuando vi todo lo que podía tener, lo dudé. Pero me di cuenta que era un hechizo, así que nei.

-¿Tú me crees a mi pendeja? Toma tu vaina, mejor. -le tiré el collar al suelo y cuando se iba a romper la agarró la sombra esa pajua. Adiós pal coño.

1,2,3 sombrero loco se fue. ¿Cómo? No confíen en la magia cochina. Ya que ese no era más nuestra prioridad fuimos a algo más importante. Raymond. Él estaba grave, su luz se iba apagando poco a poco, dejando a este mundo para siempre. Lo bueno es que ya estaba con ella, con el amor de su vida.

Por otro lado Rosmely nos quería ayudar a romper el hechizo con un beso, cosa que no funcionó. Así que Nabí y yo nos dimos por vencidos y aceptamos nuestra vida como anfibios.
Ya en la boda, cuando pudimos besarnos. ¿Adivinen qué? ¡Nos convertimos en humanos! Eso era todo, un piche beso. Nojoda si hubiese sabido me lo hubiese besado al principio y me hubiese ahorrado todo este peo.

Pero bueno, las cosas pasan por algo. Yo logré montar mi restaurante donde al que obvio estás invitadx, servimos un pabellón que no juega...

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Hola a todaaas! Ustedes dirán: mija, te acordaste de que tenías novela. Pero bueno chamas les explico, la inspiración no llega por obra y gracia de papi Chiabez, les juro que no había escrito porque estaba completamente en blanco pero me quemé las neuronas para traerles esto, que sé que no fue lo mejor del mundo ni uno de mis mejores capítulos pero al menos espero que les haya sacado algunas sonrisas.

Su escritora se despide, no olviden votar.
Laskieroooo.

Princesa VenezolanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora