En el reino de Granzreich cuatro jóvenes príncipes se encontraban en la sala principal acompañados de su inseparable tutor. Por orden del rey Viktor, padre de los príncipes y amigo del tutor, se habían reunido para dar una noticia un tanto extraña.
- ¡¿Cuánto falta Heine?! ¡Dijiste que papá vendría rápido y llevamos una eternidad esperando!-
Leonhard fue el primero en quejarse, como siempre. Pero Heine siempre encontraba una manera para callarle.
- Corrección. Llevamos solamente 20 minutos esperando. No es una eternidad príncipe...-
Y aunque en el fondo Heine considerara esto como una mala idea debía mantenerse firme, pues si el se estresaba solo lograría que los jóvenes príncipes se pusieran en un estado peor.
- ¡Tal y como se esperaba de Shisou! Es tan exacto que sabe hasta cuántos segundos han pasado-
En este caso Bruno, el tercer príncipe, fue quien habló, alabando como siempre a su increíble maestro.
- Ay..solo miró en su reloj. No entiendo que tiene de sorprendente que el profe diga el tiempo que ha pasado-
Licht en cambio aún mantenía la compostura, la cual seguramente no duraría mucho, ya que de lo único que se ayudaba para no caer en la desesperación era de molestar.
- Profesor..¿padre aún no vendrá?-
Para el pelirrojo el más calmado sin duda alguna era el segundo príncipe, Kai, aunque bueno, tal vez este usaba como desestresante la diminuta mano del tutor.
- No debería tardar demasiado. Su padre dijo que sería una charla rápida pero...-
El tutor fue interrumpido por el sonido de la gran puerta abriéndose dando vista al rey recién llegado, quien parecía bastante exaltado por algún motivo.
- Siento la tardanza hijos míos y también me disculpó contigo tutor real. Me surgió un contratiempo y tuve que irme desde temprano por lo que no se me hizo posible el darles mi aviso-
Tanto los príncipes como el tutor hicieron una reverencia al rey, aunque los jóvenes rápidamente recobraron la compostura.
- ¿Qué necesitas de nosotros padre? -
El príncipe castaño tomó la palabra a lo cual el rey simplemente les miró con seriedad.Heine por su parte se quedó escuchando ya que en un principio pensó que ese tema no le correspondía.Estaba muy equivocado.
- Verán. Un hombre que supuestamente es un erudito ha llegado al palacio con la excusa de que tiene un invento revolucionario. Se que hay personas con ese talento, pero no considero que sea seguro que se acerquen a él por ahora-
- ¿Y por qué no?-
El más pequeño de los cuatro miró con brazos cruzados a su padre ya que pensaba que estaba siendo muy cruel al tratar a sí a una persona inocente.
- Quiere que ustedes usen su máquina. Pero me niego a otorgarles el permiso por lo que seguramente el tratara de convencerlos directamente-
Heine comprendió la situación y apoyó la decisión del rey totalmente.
Sería muy peligroso que algo saliera mal al momento de llevar a cabo la presentación de la máquina y probablemente uno de los príncipes resultaría lastimado. Pero no todos comprendieron eso.
- No creo que sea tan malo padre. Solo quiere ayuda-
Comentó de inmediato Leonhard pues aunque no lo quisiera admitir tenía curiosidad sobre de qué se trataba esa máquina.
- Se los digo como padre a sus hijos. No se acerquen a ese hombre o a su máquina. Tutor real, asegúrese de qué no hagan una tontería mientras estoy ausente-
El mencionado solo hizo una reverencia mientras tenía su pequeña mano en su pecho.
- Por supuesto alteza-
Después de esa conversación, el rey se retiró, al igual que sus hijos pues estos debían prepararse para sus lecciones con su tutor, aunque en el camino siguieron hablando del tema.
- No creo que sea malo que usen esa máquina...-
Licht la mayoría de las veces estaba en desacuerdo con su padre, aunque en esta ocasión pensó que el susodicho solo estaba actuando de una forma cruel al juzgar a un pobre hombre.
- Padre lo hace por nuestro bien. ¿Qué tal si esa máquina nos mata?-
Bruno en su caso estaba totalmente de acuerdo con la decisión del adulto.
- ¡Pues obvio! ¡No podría seguir comiendo Sachertorte!-
Leonhard parecía más un tonto con respecto al tema.
-Padre..se preocupa por nosotros-
Y el mayor de ellos también estaba conforme con la decisión del rey.Aunque ese tema no quedaría ahí, ya que cada uno pidió la opinión de su tutor, Heine. Fue una suerte que tuvieran una clase grupal, pues la aprovecharon para saciar sus dudas.
-¿Qué opinó? Bueno, siendo sincero creo que la decisión del rey es totalmente correcta y que el hombre debería probar su máquina primero con un ser no vivo. El usarlos a ustedes solo le traerá consecuencias muy negativas. ¿Qué pasaría si la máquina falla y por error le quita la vida a alguno de ustedes? Obviamente sería un gran lamento para el rey, y podría condenar al creador de dicho invento hasta a la guillotina-
- ¡¿G-guillotina?!-
A pesar de que no hablarán de el, el cuarto príncipe se puso de pie aterrado.
-¡Pero una pequeña prueba no haría daño Heinecito! Tal vez el hombre necesita ayuda-
- Lo siento, pero deben respetar la decisión de su padre y no voy a permitir que se acerquen a ese hombre o a la máquina. Fin de la conversación-
Y dicho eso el tutor real se retiró del lugar, dejando sin palabras a los cuatro príncipes.
Eso no quedaría ahí.
Apenas era el comienzo de un gran problema.
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¡¡Hola!! Se preguntaran...¿Por qué escribes otra historia si las dos anteriores están a medias?
Bueno, la respuesta es simple.
¡Por que quería escribir algo de Oushitsu Kyoushi Haine!
He tratado de buscar más historias pero la mayoria ya las termine TwT, además la idea se me vino a la mente jajajaja.
Espero les haya gustado y me lo digan en los comentarios <3
¡Nos vemos en el próximo capítulo!
¡Ciao! ✨😎

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De Vuelta a la Infancia Heine
Fiksi IlmiahEl tutor real Heine Wittgenstein resultó siendo una victima de un error de sus alumnos, lo que provocó que este volviera a su etapa de la infancia. El rey Viktor ordenó que fuera cuidado por los responsables.. ¿Qué tan difícil puede ser?