¿Destino tallado en piedra? La liberación de un ave enjaulada

7.3K 434 91
                                    

El estadio clamaba por la victoria de su heroína, quien iba caminando con la mirada baja hacia el palco de los participantes, aun no lograba comprender porque lanzo ese último ataque con tanta facilidad, se sentía tan deseosa de seguir peleando, de acabar con su oponente, que ni siquiera vacilo, en ese momento la adrenalina la tomo por completo, se sentía mal, tenía ganas de vomitar de solo pensar en que hubiera ocurrido si el pelinegro y su oniichan no hubieran aparecido, y en cuanto al rubio de su hermano, en verdad le dolió la mirada que le dio hace unos momentos, no era una mirada cansada o fastidiada que siempre le daba cuando se intentaba acercar a él, de hecho, ella daría todo por que fuera una de esas miradas, ya que en los ojos del rubio había odio y enojo dirigidos hacia su persona, sabía que era por lo que casi le hizo a su compañero, pero eso no la hacía sentir mejor.

Palco de los Kages

- El joven Sai en verdad fue impresionante, su dominio en el Elemento Fuego es algo muy impresionante, mira que crear su propio Jutsu en combinación con los Jutsus de tinta y que decir de sus estrategias, podría decir que esta a la par del joven Nara – elogio Hiruzen al ver el potencial del chico pálido.

- Por otro lado, su hija Hokage-dono, no tuvo mucha planeación, solo ataco con forme la pelea se iba desarrollando, tuvo sus momentos, pero de no ser por el factor curativo del zorro, bueno creo que sabe lo que hubiera pasado – comento Rasa sin emociones en su voz.

- Lo tengo bastante presente mi amigo – respondió Minato algo molesto, ya que juraría que si no fuera porque no había emociones en la voz del Kazekage, el se estaba burlando.

Gradas

- Espero que Sai-san este bien – murmuro Hinata preocupada por el chico pálido.

- Yo también, aunque sea un encuentro, lo que hizo Natsumi no estuvo bien – dijo Kiba enojado por lo ocurrido a su amigo – pero por lo que veo Naruto lo curo de la misma manera que hizo contigo – comento, notando el brillo ligeramente amarillo que rodeaba el cuerpo del chico pálido.

Flasback

Kiba se encontraba en un cuarto de enfermería que estaba dentro de la torre donde se desarrollaban las finales, después de despertarse de su inconciencia, miro a su alrededor, encontrando a su leal amigo canino en su cama dormido y a su derecha a un par de camas, estaba su compañera de equipo, saliendo de su cama con cuidado de no despertar a su amigo, se dirigió con paso cansado al lado de su amiga, que estaba adormida, respirando con dificultad y bastante pálida, el solo se sentó en una silla y sostuvo su mano, esperando a que despertara.

- Lo siento Hinata, pero al parecer no podre vengarme por lo que te hicieron – murmuro Kiba en voz baja, con un semblante triste.

Pasado un tiempo Kiba escucha como alguien abre la puerta de la habitación donde estaban, girando su mirada hacia atrás ve a su amigo rubio, quien lo miraba con una sonrisa.

- Veo que ya estas mejor, que bueno – dijo Naruto feliz de que su amigo ya estuviera despierto.

- Si ya estoy bien, gracias por la preocupación – respondió Kiba con una sonrisa.

- El teme te manda saludos y disculpas por lo que te hizo, no dijo esto, pero el en verdad espera que no estés molesto – comento Naruto, colocándose al otro extremo de la cama donde estaba la chica de ojos perlados y ver con tristeza a su amiga.

- No pasa nada, estaría enojado si no hubiera luchado con todo – comento Kiba aceptando con orgullo su derrota - ¿A todo esto dónde está tu hermano? Y ¿Qué haces aquí?

- Él se fue con su novia a que lo curara, ya que le dejaste las manos bastante mal – respondió con diversión Naruto – y estoy aquí para curar a la tuya.

El legado del KiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora