Un paso más cerca

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Calles de Konoha

La domadora de serpientes se encontraba caminando con tranquilidad en dirección a su local de dangos favoritos, pues aprovecharía que al máximo que hoy no tenía ninguna misión que la distrajera de su amada actividad de comer su comida favorita y aunque siguiera molesta con su alumno pelinegro, le llevaría algunos dangos, pues en su mente no había mejor comida para ayudar a curar las heridas, pero cierto ninja de cabello castaño y cicatriz en su rostro, que se dirigía de frente hacia ella, la hizo salir de sus pensamientos.

- Hola Anko-chan – saludo Iruka de forma amable y con un liguero sonrojo en su rostro.

Anko solo abrió los ojos de sorpresa ante el monte cariñoso con el que fue llamada, por alguna razón su boca se sentía seca y su rostro le ardía como si estuviera en llamas, tardo un par de segundos en poder recuperarse y salir de la sorpresa y así poder responder al saludo.

- Hola Iruka – saludo Anko con un pequeño sonrojo e intentando desviar la mirada para no ver al castaño a los ojos – si puedo preguntar ¿Por qué el Chan?

- Oh es que Naruto y Sasuke, me dijeron que en verdad te gustaría que yo te llamara así – respondió Iruka, mientras se rascaba la mejilla apanado y desviaba la mirada.

- "Ese par de idiotas están muertos" – rugió con furia en su mente, mientras varias venas gigantes se formaban en su frente.

- ¿Acaso no te gusta? Puedo dejar de hacerlo si no te parece bien – dijo viendo el rostro molesto de su amiga, a la cual saco una vez mas de sus pensamientos.

- N... no está bien, puedes llamarme así – dijo luchando contra el sonrojo que amenazaba con crecer – de todos modos ¿Qué te trae por aquí? – pregunto intentando debía el tema para poder calmarse a sí misma.

- En realidad te estaba buscando, quería preguntarte ¿si te gustaría ir a comer conmigo unos dangos? – pregunto reuniendo todo el valor que podía para invitar a su amiga a una cita.

El rostro de Anko comenzó a brillar de un rojo bastante fuerte, pues la pregunta del castaño no ayudaba en lo más mínimo a calmarse, lo único que podía escuchar era el latido de su corazón que inundaba por completo sus oídos, mientras de estos, parecía salir humo, por un segundo pensó que esto tal vez podría ser una broma de los futuros muertos Son, pero de inmediato desecho la idea pues ellos no tenían el valor de hacer algo tan estúpido e Iruka nunca se prestaría para algo como eso.

- Eso me agradaría – acepto Anko con una gran sonrisa que intentaba ocultar su sonrojo.

- Bien, vamos entonces – dijo Iruka con una sonrisa enorme pues su amiga no lo rechazo.

Ambos iban caminando con tranquilidad hacia el puesto de dangos preferido de la peli-violeta, donde esta no pudo evitar sonreír y recordar porque se sentía así cuando Iruka estaba cerca.

Flashback

Academia

Después de que Anko aprobara a sus alumnos y de pasar un tiempo bastante agradable con ellos, un Anbu apareció frente a ella y se le dijo que por órdenes del Hokage tenía que reparar la ventana que rompió en la academia así como el desorden dentro del salon, lo cual a regañadientes obedeció, mientras comenzaba a limpiar el suelo de los restos de vidrio con una escoba y un recogedor, el sonido de la puerta abriéndose le llamo la atención y al dirigir su mirada a la puerta, vio a Iruka con una escoba y recogedor, cosa que la confundió demasiado.

- ¿También rompiste algo? – pregunto Anko con una sonrisa burlona.

- Jeje al contrario, vine porque me enteré de que tu serias quien arreglaría este desastre, por lo cual vine para ayudar – respondió Iruka con una sonrisa divertida.

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