Capitulo 2: Cambio de aires (Parte 1)

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Ya había llegado a la estación de autobuses. Era muy grande pero no tanto como una terminal de aviones. Llegue antes de qué mi autobús llegara, eran las 8:16 y ya había recogido mi boleto para el pasaje, lo único que me faltaba era esperar. Me acerque a una banca que se encontraba sola y me senté. Abrí mi mochila, tome un chocolate y me lo comí. Trate de resistir mis ansias de comer mas para que me aguantaran para todo el viaje, pues a donde yo iba era un lugar muy apartado.

Donde quería iniciar mi nuevo comienzo era en el pueblo donde viven mis abuelos paternos María y Alex. Ellos eran los únicos en los que yo confiaba y tal parece que eran los únicos que me querían, así que no dude en llamarlos una semana antes para asegurar mi estadía en su casa.

Se que suena mala idea ir a vivir con ellos, pues tal parece que podría ser una carga para ellos además de que en los pueblos usualmente no hay tantos recursos para los estudios, pero me equivocaba. Los abuelos siempre se han logrado mantener, pues desde jóvenes abrieron una empresa de postres muy famosa que se ah extendido en muchos países y regiones. Y en el pueblo podía prepararme muy bien para lo que yo quiero lograr. Creo que seria un gran cambio pero se que todo saldrá bien.

*8:30am*

Seguía sentado, solo, en la misma banca en la que me encontraba. Escuchaba mi música y dibujaba un poco para distraerme. De vez en cuando levantaba la mirada y veía a las fursonas pasar de un lado a otro, yendo y viniendo. Aun tenia muchas dudas sin aclarar de este nuevo cambio, pero ya no había marcha atrás. Estaba decidido.

Después de un rato mas esperando mi transporte me comenzó a dar hambre. Deje mi cuaderno a un lado, me quite los audífonos y comencé a rebuscar en mi mochila.

Rags: Llego la hora de devorar un rico y sabroso...chocolate?

Mire en el fondo del bolsillo donde guardaba los chocolates y no quedaba ninguno, solo habían envolturas abiertas.

Rags: No puede ser, me comí todos los chocolates sin haberme dado cuenta. Ahhhhh, por qué a mi? Creo que tendré que buscar una maquina expendedora por aquí.

Guarde mi cuaderno al igual que mis audífonos, me coloque la mochila y comencé a deambular por la estación. Nunca había visto a demasiadas fursonas reunidas en un lugar, excepto en los restaurantes. Familias y amigos llegaban a recibir a sus conocidos. Hasta podía ver parejas...parejas felices y de todos los tipos sin temor a ser juzgadas por sus preferencias sexuales. Se veían felices.

Sinceramente yo quería tener una pareja como las que veía, una persona especial para estar con el o ella por toda la vida y compartir lindos momentos juntos, hacer recuerdos inolvidables. Pero...ahora yo no me podía centrar en eso, ya eh tenido demasiadas malas experiencias en el amor en donde yo siempre soy el que entrega mas que él corazón en una relación y...salgo lastimado.

Simplemente seguí con mi camino y no volví a prestar atención a aquellas escenas de amor incondicional porque solo me traen malos recuerdos que abren viejas heridas. Seguía recorriendo los pasillos y no podía divisar ninguna maquina expendedora o puesto de comida

Rags: Si sigo así me moriré de hambre antes de qué llegue mi autobús -,^,-

Doble la esquina de un pasillo y por fin había encontrado lo que tanto buscaba.

Rags: Alabada seas maquina de comida chatarra QwQ *corre a la maquina expendedora y selecciona los chocolates* Yeeeiii, unos quince chocolates no me bastaran para el camino pero si que me calmaran el rugir de mi barriga jajaja

Los chocolates comenzaron a salir por la boquilla de aquella maquina y los comencé a recoger del suelo. Cuando trate de guardarlos en mi mochila sentí que alguien se había tropezado conmigo, lo que causo que yo me cayera al suelo al lado de una persona algo extraña

Rags: Oh, disculpe señor. No quería que se tropezara conmigo...

Cuando volteé a ver a aquel tipo ya estaba de pié. Él me daba la espalda. Tenia una larga gabardina negra y portaba un sombrero que se veía viejo. Parecía sacado de aquellas películas viejas de detectives. No pude ver que tipo de fursona era pero era alguien muy grande.

¿?: Ve con cuidado y desaparece

Me dijo con una voz algo grave y comenzó a avanzar.

Rags: Emm...ok? Esto fue muy raro

Me levanté del suelo y me sacudí el polvo de mi chaqueta. No se por que pero empezaba a tener un mal presentimiento. Sentía que alguien me seguía...que alguien me observaba hacia donde yo fuera que valla

Comencé a sentir un pequeño escalofrío en mi cola, usualmente me pasaba esto cuando yo comenzaba a sentirme raro, cuando sentía que algo no iba bien. No debe de ser nada importante, aquella fursona que se tropezó conmigo debió de causarme esa sensación así que recogí mi mochila con mis chocolates y comencé a caminar.

*9:05am*

Me dirigí a la misma banca en la que yo me senté desde un principio. Aun seguía sola, así que me volví a sentar en ella. Mire mi celular para revisar la hora y eran aun las 9:05am así que solo faltaba esperar un poco mas.

Cuando estaba apunto de devorar mi primer bocadillo me di cuenta de que había algo al otro extremo de la banca en la que yo me encontraba. Parecía un cuaderno viejo, con empastado de cuero algo deteriorado por el tiempo. Comencé a mirar por todas partes por si era de alguna fursona y lo venia a recoger, pero nadie venia ni me prestaba atención así que tome el cuaderno y lo sostuve en mis patas delanteras.

Rags: Mmm...que será esto?

Estaba decidido a abrirlo cuando de repente comencé a sentir que alguien tocaba mi hombro

¿?: Hola pequeño zorrito...me da un gran gustó y placer el volver a verte jejejeje

Me estremecí al escuchar aquella voz algo grave y perversa. La pata que me tocaba era de un pelaje blanco y con rayas negras, su tacto se sentía algo pesado, lo que causaba que yo no me pudiera mover.

Rags: N-No...no por favor...déjame en paz!

Dije asustado. Esta fursona que me tenia entre su garra era Marcus, él tigre blanco. Él era una de las personas que me ayudaban en el "trabajo", o mejor dicho...en ese infierno. Era un empleado al igual que yo pero...era especial, muchos lo buscaban a el para...cosas que decidiría olvidar

Marcus: Jejej tranquilo pequeño, no grites aquí....por qué no mejor dejas salir toooodo lo que llevas dentro en un lugar mas...privado y tranquilo?

Me susurro a mi oreja mientras comenzaba a acariciarme el cuello

Rags: N-No, déjame...yo...no pienso volver a ese lugar. No pienso volver a ser utilizado!!

Marcus: Awww pero que lindo, te escapas de casa, dejas sola a tu madre, abandonas tus amigos, caminas solo por ahí sin importarte lo que te pueda suceder para llegar a un lugar y esconderte de nosotros....solo por eso ya te crees un zorrito Alfa?

Comenzaba a ponerme muy nervioso.
En mi cola sentía un gran escalofrío que no podía controlar. La pata de Marcus comenzó a apretarme el cuello con un poco de fuerza, sus garras comenzaban a salir un poco haciéndome algo de daño

No podía hacer nada, si gritaba en la estación pidiendo ayuda me cortaría en dos sin pensarlo. Estaba asustado, no podía hacer nada...solo quedarme ahí, con ese asqueroso tigre y esperar a que un milagro me salvara

Marcus: Mmm...hueles tan bien, como la primera vez en la que entraste por aquella puerta...recuerdas? *se sienta al lado de Rags sin apartar la pata de su cuello mientras lo olfateaba de una manera placentera*

Rags: Déjame...p-por favor, solo me...quiero ir *comenzaba a sonrojarse y ponerse mas nervioso*

Continuará...





El Diario De Un Soñador (Furry)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora