Capitulo 3: Cambio de aires (Parte 2)

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Que hago? Que hago para salir de aquí ileso? Como me libro de las garras de este monstruo?

Las fursonas nos miraban raros, algunos pasaban y nos decían "Vallan a otra parte a hacer sus cosas de enamorados". Cuando eso pasaba trataba de pedir ayuda pero cuando Marcus presentía que trataba de hacer algún truco solo me apretaba mas el cuello

Rags: Dime...que diablos quieres de mi? -pregunte temeroso-

Marcus: Jajaja no es lo que yo quiero...sino lo que le jefe quiere. Él te quiere a ti, no puede permitir que su "zorrito consentido" se valla así sin avisar del trabajo. Por lo menos deberías de ir a firmar una carta de renuncia -me dijo de una manera coqueta, mientras se acercaba a mi cuello y lo lamía-

El tacto de su lengua era cálido y áspero, la pasaba lenta y repetidamente por el costado derecho de mi cuello. No pude el evitar sonrojarme. Quería gritar, quería pedir ayuda, podría darle un golpe en el abdomen lo suficientemente fuerte como para sacarle el aire y salir corriendo pero el era mas fuerte y mas grande que yo

Marcus: Bueno, él señor Cárdenas me pidió que te siguiera, que viera a donde te dirigías y llevarte de regreso. Me prohibió hacerte daño o tocarte un solo pelo de esa hermosa colita que tienes -tomó mi cola de una manera algo brusca y la comenzó a acariciarla-

No pude evitar que se me escapara un alarido ahogado. Estaba completamente a su merced. Esto me trae demasiados recuerdos asquerosos de ese lugar, de aquel cuarto rojo, de el recinto en el que todo se convertía en un lugar tan horrendo y podrido donde la intimidad se convertía en algo repulsivo llevando a muchos actuar impulsivamente.

Muchas fursonas iban y se drogaban, se embriagaban a mas no poder y yo que era uno de los empleados tenia que aguantar todo tipo de abusos, y cuando hablo de "todo tipo de abusos" era en cuestión a soportar las maneras de hablar de las personas que se atendían, tolerar su maldito hedor a licor y a cigarrillo y...mas cosas que prefiero no mencionar

Yo solo quería el empleo de mesero ya que se me daban bien atender las ordenes de las personas y, sin saberlo, me metí en algo mas peligroso.

Marcus: Awww, ¿Que te pasa pequeño? ¿Te comió la lengua el tigre? Bueno...en realidad se que eso no ha pasado...por lo menos, no aun

Marcus comenzó a acercarse de una manera lenta pero continua a mi rostro, pude observar lujuria y deseo en sus ojos, los cuales no me quitaban la vista de encima. Trataba de apartar mi rostro pero el me tomo del mentón con una de sus patas, mientras que con la otra aun sostenía mi cola

Él acercaba su rostro con el mío y sin darme cuenta...él ya me había dado un beso en los labios. Mi rostro se torno de un color rojizo al sentir el tacto de sus labios con los míos, revolcándose en un tipo de tacto que no quería experimentar, por lo menos, no con este asco de tigre, no de esta manera

Marcus había dejado de tocar mi cola y con su pata libre comenzó a abrirme la chaqueta con algo de brusquedad y comenzó a acariciar mi pecho

Eso me sonrojó aun mas, trate de quitar su mano pero ese asqueroso tigre me tenia sometido. Aun me sujetaba el mentón para seguir dándome un beso que pasó a un beso francés (de lengua)

Una pequeña lágrima salio de mi ojo izquierdo, estaba demasiado sonrojado y daba un que otro gemido ahogado. Sentía como nuestras lenguas se tocaban y rosaban la una con la otra, húmedas y cálidas

Marcus, con su pata en mi pecho, comenzó a acariciarlo mas suave y lentamente pero....de un momento a otro sentí un dolor en esa parte de mi cuerpo.

Desvíe un poco la mirada y me di cuenta de que Marcus había sacado una de sus garras mientras me daba aquellas caricias. No pude el evitar asustarme por el dolor que sentía.
El tigre se alejo del beso dejando un hilo leve de saliva que aun conectaba nuestras lenguas.

Marcus: Vamos zorrito, no me digas que no te gusta esto~

Yo no pude articular palabra alguna de lo avergonzado y temeroso que me encontraba en ese momento

Marcus: Bueno, esta vez aplicare aquel dicho famoso el cual dice... -se acerca a mi oreja y me susurra- El que calla, otorga~

Sin importar que las fursonas nos vieran, me recostó en sus piernas, sujetándome para que no me pudiera mover. Con su garra aun en mi pecho comenzó a deslizarla muy detenidamente entre mi pelaje mientras sentía como ésta bajaba mas y mas.

El dolor se hacia presente, trate de gritar pero me tapo la boca con su cola. Seguía con la acción, recorriendo su garra por mi pecho, luego bajo mas hasta llegar a mi barriga y se detuvo al llegar al limite de mi cintura

Yo me estremecía del dolor, me mire la herida que me había hecho, no parecía profunda pero aun así dolía mucho. Era un ardor similar a cuando te das una ligera quemadura, no sufres tanto daño pero el dolor sigue ahí hasta dejarte marca.
Me estremecí un poco

Marcus: De verdad que eres muy lindo, muy tierno, muy...sumiso. Pero....que tal si llevamos esto a la cama?~ -su pata comenzaba a pasarme por debajo de mi pantalón, palpando un poco mi entrepierna-

Rags: Mmmm...Mmmm~ -aun me tapaba la boca con su cola sin que yo pudiera dar gritos sollozantes pidiendo ayuda-

¿?: Disculpe señor, le pido de la manera mas atenta que suelte al chico

Una fursona de gran tamaño se puso detrás de la banca en la que me encontraba con Marcus. Ese tipo portaba prendas raras. Una larga gabardina negra que no dejaba ver que tipo de fursona era y un sombrero viejo....esa fursona... ¿Acaso será aquel tipo que me dijo que desapareciera?

Continuará...










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⏰ Última actualización: Oct 10, 2019 ⏰

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