Prólogo.

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- ¡Eres una puta psicópata! - gritó con furia - ¡¿Qué está mal contigo?!

- ¡No estoy loca! Demonios, que no lo estoy, no estás entendiendo las cosas, por favor, déjame explicarte. - casi rogué.

- ¿Explicar qué? No hay nada que explicar. Me das asco - dijo esto último con tanto odio que casi podría escuchar mi corazón romperse. Casi - No se cómo pude amarte. No vuelvas a hablarme nunca.

- ¿Piensas irte como si nada? No puedes hacerlo.

- ¿Ah sí? Sólo mírame. - y así sin más empezó a caminar por el oscuro bosque. Corrí detrás de él, intenté gritarle que se detuviera pero algo pasó, un estruendo y pura oscuridad.

Pequeñas decisiones.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora