Bienvenidos, más que todo tú, aquella persona que haya tenido el valor para leer esto.
Quiero presentarme, mi nombre es Ada, bonito ¿cierto? Según mi madre significa belleza, que soy una mujer tranquila, armoniosa, etc. Pueden hasta buscar su significado en internet, pero sólo quiero aclararles algo: no soy nada de lo que se supone que tenga que ser.
Para que se hagan una idea de mi imagen, les diré que mido 1.65, pero parezco ser más baja, mi cabello es castaño oscuro, ojos marrones, mandíbula perfilada, cuerpo de reloj de arena y piel morena. Mi estilo varía mucho, no podría decir que soy hippie o emo, simplemente visto como se me da la gana. Las etiquetas no me parecen necesarias, ya que cada uno es diferente.
Son las 3: 36 am, mañana es el primer día de clases de mi último año de preparatoria. Estoy despierta a esta hora a pesar de que tendría que levantarme a las 6 am, las ojeras que tendré no las podré cubrir ni con el corrector más caro del mundo. Lo que pasa es que me he acostumbrado demasiado durante vacaciones a quedarme hasta tarde, me va a costar demasiado volver a la abrumadora rutina.
Mi verano había sido genial, a estas horas solía estar de fiesta, emborrachándome, follando en algún lugar, parecía ser un verano asombroso hasta que...
* hace un mes *
- ¿Estás segura de esto? - preguntó preocupada.
- Claro que sí, no te preocupes, he hecho esto miles de veces. Tranquila. - me dió una mirada tranquila y se saltó.
Las cosas pasaron tan rápido que no supe con exactitud qué pasó hasta que sentí un gritó desgarrador.
- ¡Emily! - grité con todas mis fuerzas - ¡Que alguien me ayude por favor! - a lo minutos aparecieron varios chicos, entre sollozos intenté explicar que pasó. No fue mi intención todo esto.
Habíamos jugado verdad o reto en la fiesta, la había retado a saltar desde el techo hacia la piscina, parecía una tontería más de adolescentes, pero cuando ella saltó se resbaló y se quebró una pierna. Luego de eso le prohibieron salir conmigo, no me querían ni cerca, cada vez que iba al hospital me echaban. Lastimarla nunca fue mi intención. Era mi mejor amiga.
* de vuelta a la actualidad *
Si hubiese tenido idea de lo que nos pasaría después de aquella fiesta, no habría tenido la idea de ir... Y cuando menos me di cuenta, luego de salir de mis recuerdos, vi como el sol se colaba por la ventana, carajo, ya había amanecido... ¡Llegaría tarde al primer día!
Y tan rápido como pude me levanté de la cama, me fijé que hora era y ya eran las 6:15 pasadas, entré a ducharme como pude, mientras me duchaba en mí mente había una sola pregunta ¿en qué momento pasaron 3 horas?
Al terminar de bañarme, busqué en mi armario unos jeans azules oscuros, una camiseta blanco y un suéter beige. Tan rápido como me vestí salí corriendo hacia la planta baja, me dirigí hacia donde estaba la cocina y me encontré a mi madre sirviendo el desayuno.
- ¿Dormiste bien? - dijo ojeando mi aspecto.
- Como un bebé - dije con una sonrisa de boca cerrada y procedí a comer.
- ¿Te has dado de que son las 6:55, llevas el cabello mojado, la cara como un mapache y que tienes que tomar el bus en 15 minutos? - mencionó con el típico tono maternal pero reprobatorio.
- En dos segundos estaré lista, no te preocupes.
Tan pronto como terminé de desayunar corrí hacia arriba para secarme el cabello, apenas me miré al espejo di un pequeño salto, madre mía pero que mal me veía. Intenté como pude cubrir mis ojeras, y aún así se notaba una leve mancha oscura debajo de mis ojos. Mi cabello ya seco se encontraba a cada lado de mi cara, detrás de mis orejas, no era largo y tampoco mucho, por lo tanto no se me hizo mucho trabajo secarlo.
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Pequeñas decisiones.
Mystery / ThrillerTodo parecía tan normal para Ada Johnson hasta que la desgracia apareció en su vida, acompañada por un gran misterio, personas nuevas y un grande secreto.