Por dos pequeños nos unimos.

Capítulo II

El Oxxo está más cerca.

—¡Alexis!.– gritó el niño, corrió hacia su hermana y la abrazó.

La pequeña reía y el hermano mayor también.
Kaiba y Joey solo los veían y era tiempo de empezar con las interrogantes.

— Muy bien Kaiba sabía que tú eras... Pues así, pero esto es algo que no esperé, vine a dejarte a tu hija, adiós.– dijo Joey quien ya se iba a retirar.

Yugi por otra parte estaba dispuesto a solo ver la escena que se va a armar y a tratar de evitar una pelea.

— ¿Qué?, Más bien llegaste en buen momento, te devuelvo tu hijo y llévate a la mocosa.– dijo Kaiba que no le estaba dando mucha importancia al tema.

— No, son tuyos, oye niña es tu padre ¿No?

— Si mamá.– dijo con una mirada de no entender nada.

— ¿Qué?, JAJAJA.– se rió Kaiba con gran tono.– es una broma de mal gusto, es imposible que sean míos, deja ya esta farsa y salgan de mi mansión.

— Pues yo también creo que es una broma de mal gusto, ¡pero es de tu parte Kaiba!

— ¡Ya basta!, Tal vez ustedes no tengan nada que hacer pero yo sí y estoy perdiendo tiempo valioso.

— ¿Crees que no tenemos nada que hacer?, Tengo tres trabajos idiota, yo me largo.– dijo Joey.

Roland le prohibió el paso, los niños se vieron entre sí, ambos no sabían que ocurre y estaban un poco preocupados por sus padres que estaban peleando... Y Yugi ahí modo planta ¡sin hacer nada!

— De acuerdo mi paciencia se agotó, haré una prueba de ADN, así que hagamos esto interesante, si sale que son tuyos, te largas, no vuelves a aparecer en mi vida y te inclinarás ante mí diciendo que soy tu rey.– dijo Kaiba quien cruzó los brazos y sonrió seguro, tenía todas la de ganar.

— ¿Estas loco?, No tienes tiempo ¿pero si para esto?– mencionó Joey con una mirada de «¿Qué idiotez es esta?»

— ¿Te acobardas perro?, Son tuyos entonces.

— ¡Claro que no!, ¡Por mi bien!, son tuyos después de todo y como es así yo quiero que te dejes de creer el dios de todo y empieces a ayudar personas con tus propias manos.

— Ejem... Yo también quiero jugar ese juego.– carraspeó la niña.

— ¿Tú?, Esto es de grandes mocosa.– dijo Kaiba cortante.

— Vaya, lo dice alguien que tiene un jet de un dragón blanco.– dijo Alexis con el mismo tono cortante.

Yugi se sorprendió por las agallas que Alexis tenía para decirle eso, solo pensaba «¡¿Acaso quieres morir?!» con los ojos bien abiertos, mientras Joey contenía la risa por la ridiculización que una niña de siete años le hizo y Mokuba boquiabierto no creía que alguien le respondiera así a su hermano.
Esto obviamente molestó a Kaiba, no iba a demostrar que un comentario mediocre y pobre llegara a insultarle, tomó la decisión que Alexis sabía que tomaría.

— Bien, ¿y qué apuestas?– dijo Kaiba manteniendo la compostura.

— Somos hijos de los dos, si es así ustedes vivirán juntos... Y le darán jugo ilimitado a tío Yugi.– se giró hacia el mencionado.– perdón por tomarme tu jugo tío, no sabía.

— ¿Eh?... Ah no importa.– dijo Yugi, intrigado por todo.

A la vez el tricolor contenía una una felicidad inmensa, ¡Jugo ilimitado!, Yugi deseaba que Atem estuviera aquí para tomar todos los jugos que quiera.