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(Tres Semanas y Dos Días Después)

Erick: Estoy poniendo viejo. Mira, es una cana ¡Una cana!

Melody: Yo no veo nada

Erick: Es en serio, mira, es una cana. Yo pensaba que mi papá se pintaba el cabello de blanco, no, eran canas.

Melody: Tu papá tiene casi sesenta

Erick: ¡Y yo veintiuno! No debería tener canas y mirame, estoy decrepito

Melody: Por favor Fidel, que dramático

Erick: Pero hablando en serio, creo que es la corona. Está máldita y me hace envejecer

Melody: ¿La corona?

Erick: Sí, hasta tengo barba de anciano

Melody: Yo te veo normal

Erick: Mirame, esto no es normal ¿Esto a ti te parece normal?

Erick: ¡Eso no es normal! me estoy poniendo cada vez más viejo

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Erick: ¡Eso no es normal! me estoy poniendo cada vez más viejo. Parezco de veintidós, hasta de veinticinco, ¡De treinta! ¡Cada segundo con esta corona envejezco más!

Melody:

Erick: Mira, hasta estoy engordando

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Erick: Mira, hasta estoy engordando. Estoy viejo, decrepito, canoso, barbudo y gordo

Melody: Fidel, estas apunto de desaparecerte. Como siempre, por cierto dame tu secreto

Erick: Estoy sin salvación quirúrgica. ¡Aumente dos hilos en tres semanas! ¡Dos kilos!

Melody: Fidel tu pesas como dos kilos, relájate.

Erick: Quiero grosellas

Melody: No te gustan la grosellas

Erick: Lo sé

(...)

Salí del baño del cuarto, terminando de secarme la boca después de lavarme los dientes. Pues repentinamente me habían dado ganas de vomitar, ya llevaba casi una semana así, vomitando una vez al día.

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