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Terminé de enjuagarme la cara, detrás de mi estaba Nefera. Había vomitado otra vez, ya sé porque es, pero siguen sin gustarme las nauseas matutinas. Salimos del baño luego de eso.

Rachelle: ¿Todo bien?

Melody: Sí, tengo que acostumbrarme a eso

Joel: Hay viene

Melody: ¿Quién? Oh

La puerta se abría, mientras nosotros nos veiamos unos a otros. Eran siete personas apuntandonos y otra que venía sin arma, con las manos en los bolsillos y seguía encapuchado, era el jefe de todo otra vez. Venía por la respuesta. Sabía lo que le diría, estaba completamente segura.

Se acercó a nosotros, a medida que iba caminando sentía que algo en mi estómago subía, lo identifique al instante. Nauseas. Intenté contenerlo pero las ganas de vomitar eran inmensas, aún no sabía como controlarlo. Así que corrí al baño lo más rápido que pude.

Eso era horrible, las chicas fueron detrás de mi. Inmediatamente después de deshacerme de todo el desayuno me lavé la cara y me enjuague la boca. En este momento amaría tener cepillo de dientes y pasta dental. Me enjuague la boca como quince veces para intentar quitar el aliento.

Luego salí de nuevo junto con las chicas, que se encargaban de sobarme la espalda para darme ánimo. El hombre ese se me acercó, hasta estar frente a mi.

-¿Estas enferma?

Melody: No

-¿Y por qué estas vomitando entonces?

Melody: Son nauseas matutinas. Es normal

-¿Normal? ¿Normal de qué? ¿Como te parece normal?

Melody: Me parece normal porque es normal, en un embarazo es completamente normal tener nauseas, buscalo en Google

-Estas... ¿Embarazada?

Melody: Sí

-¿De quién?

Melody: ¿De quién crees? de mi esposo - Dije en el tono más obvio que tengo

Joel: Lógico - Dijo de la misma manera

Desconocido: Callate - Habló uno de los hombres armados poniéndole un arma en la frente a Joel

-Bueno, no me importa. Podemos criarlo como nuestro

Melody: ¿Estas loco?

-No. Vengo por tu respuesta

Melody: No. Claro que no

-¿Estás segura?

Melody: Por supuesto que estoy segura

-Entonces te quedarás aquí hasta que cambies de opinión

Melody: No pasará

Se dió la vuelta y salió con sus hombres cerrando la puerta. Caminé hacía el otro lado del cuarto hacía la cama, a acostarme pues estoy algo mareada. Y no quiero caer por estar parada ahí como un florero.

Joel: Bueno, parece que moriremos aquí. ¿Como le pondremos a nuestra mascota el pajarito de la ventana?

Voltee hacía la ventana, había un pajarito aterrizando allí. Era bastante extraño, tenía ojos azules y nos veía a todos de un lado a otro. Era un pajarillo rojo con amarillo, media como unos doce centímetros de alto. Era pequeño. Por eso podía estar perfectamente en la ventana.

Claudia se acercó a él, tomándolo en su dedo. Se dejó perfectamente. Lo pusó dentro del cuarto en la orilla del espaldar de su cama, donde comenzó a caminar de aquí para allá.

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