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Seguimos yendo de camino al castillo. Ya se nos han ocurrido veintiocho ideas en total de como contarle a Fidel que estoy embarazada, eran ideas que terminaban rechazadas por una u otra razón.

Nefera: ¿Y si pagas para que un avión lo escriba con humo en el cielo?

Melody: Es muy extravagante para mi y se enteraría todo el reino antes que Fidel.

De repente cuando entramos en la encrucijada veo un par de autos negros acercarse ignorando el semáforo, golpearon los autos de los guardaespaldas que iban delante y detrás de nosotros empujándolos hacía el precipicio que caía directo al mar Caribe.

Joel detuvo el auto de golpe pues esos se habían quedado prácticamente encerrando nuestro auto uno al frente y otro detrás, estaba detenidos en horizontal a nosotros.

Joel: ¿Qué mierda? ¡Los arrojaron treinta metros!

Melody: ¿Qué hacemos? ¡Hay que ayudarlos!

Joel: ¡Llama a emergencias 1...!

Iba a dictarme el número cuando unas diez personas encapuchadas se acercaron al auto abriendo las puertas, estaban armados.

-¡Bajen!

Nos comenzaron a apuntar con armas, veo a Joel acercar su mano a la guantera. El arma, hay un arma ahí.

Claudia: Joel no

-¡Bajen ahora! ¡O la perra se muere! - Dijo poniendo su dedo en el gatillo del arma que tenía en la frente de Nefera, la que iba en la punta izquierda, hacía la calle.

Nefera: ¿Perdón?

Comencé a bajarme, antes de que maten a alguien. En cuando estuve en el suelo, todas me siguieron, incluso Joel. Nos comenzaron a atar las manos, yo veía a todos lados tratando de idear un plan de como salir de esta, se veía la montaña con el castillo desde aquí. Pero aún estabamos bastante lejos.

De repente veo que a uno de los secuestrados se le estrella un aguacate en la cabeza, miró que de todas partes viene una lluvia de jarrones, tomates, frutas, verduras, cartones, piedras, botellas y todo tipo de cosas.

Miré de donde venía, eran las personas desde los demás autos, las tiendas y básicamente la calle que lanzaban todo lo que se encontraban. Los encapuchados comenzaron a dispararle a las personas para  intentar que paren la lluvia de cosas.

Al tipo que me estaba apuntando le cayó una papaya en la cabeza, aproveché que quedó medio aturdido con el golpe para patearlos donde en mi clase de defensa personal y Karate me habían enseñado que le dolía más a una personas de sexo masculino.

Allí empezaron el resto a golpear a los secuestradores, salieron unos de las camionetas negras esas. Mientras nosotros tratábamos de hacer que nos dejen en paz con ayuda de todas esas personas que lanzan y les gritan, nunca había escuchado tantos improperios en mi vida.

Golpee en la cara a un tipo o tipa, ni idea. Una persona de estas vestidas de negro me tomó por el cabello para que entrara a la camioneta, me jalaba hacía ella fuertemente, yo intentaba hacer que me suelte lanzando golpes, pero estaba detrás de mi y casi no lo alcanzaba. Miró a otro de los tipos venir y darle un golpe con la cacha del arma, haciéndolo soltarme.

Desconocido: ¡No La Toques! - Tenía voz de hombre, así que diré que muy posiblemente es hombre. -Sube -Dijo pero esta vez hacía mi

Melody: No

Desconocido: Sube - Volvió a decirme

Melody: ¡No pienso subir a nada!

La pelea seguía, miró que uno de esos tipos lleva cargada a Rachelle que patalea mientras otro hace lo posible por atarla de manos y pies, el tipo frente a mi aprovecho que estaba distraída tratando de llegar hacía Rachelle y me alzó como si yo no pensara nada. Comencé a patalear y a insultarlo.

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