20 - MARCADA

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Me encontraba nervioso, esperándola fuera de la institución; la invitaría al departamento a comer y tal vez a ver películas. El consejo de Suga que me había dado tenía que ponerlo en práctica; sacar la timidez y ser valiente una vez en mi vida. Porque tenía razón cuando dijo que esperar a que las cosas cayeran del cielo era como esperar tu muerte acostado en el ataúd, y sabía que se refería al hecho de que yo prefiero observar que intervenir, o pensar muy bien antes de hablar para no decir algo que no agrade, y es tan estúpido, porque me condeno a encerrarme en mi propia jaula de inseguridad.

Sí, tenía que ser valiente. Por ella y principalmente por mí, así que esperé mientras veía a los alumnos saliendo como ganado, y cuando por fin la encontré entre las cabezas, cosa no demasiado difícil, otra captó mi atención. Se acercó a ella, la jaló de un brazo y la arrastró un poco más lejos del bullicio, pudiendo notar en su rostro que no estaba contenta con su intruso, por lo que los seguí, importándome nada que fuera irrelevante a ellos.

Parecían discutir después de detenerse a unos metros de un auto deportivo negro estacionado a una calle. El chico de apariencia intimidatoria y tatuajes no soltaba su brazo, como si no quisiera dejarla ir a toda costa y ella se veía irritada, molesta con él. Me aproximé todavía más, acertando en que discutían. Ella decía que ya era el fin y que dejara de joderle los ovarios, y él sencillamente le hacía caso omiso, y cuando intentó zafarse del agarré, noté como la sujetaba más fuerte y ese fue mi incentivo para finalmente acortar la distancia y de un manotazo apartarla del sujeto.

Mala idea teniendo en cuanta que era más musculoso que yo a toda honra. Cuando vi que se acercaba con intenciones de lastimarme me encogí un poco esperando su ataque, pero lo que presencié me impresionó; ella, a la velocidad de la luz, le propinó un golpe con el puño cerrado en la quijada, haciéndolo trastabillar hacia atrás, sintiendo hasta el ruido de ésta y con una patada casi ninja que lazó a la altura de su cara fueron lo suficientemente potentes para noquearlo sobre el capó del automóvil.

Eso fue... wow.

Primer punto: nunca hacerla enojar o provocarla porque recibirás la peor paliza de tu existencia.

Marcada | Namjoon | BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora