Era el año 2015, el muchacho tenía 15 años, caminaba con su enorme capucha y una mochila colgada al hombro, podría decirse que avanzaba como el amo del mundo, aunque esto no era verdad, caminaba desesperanzado en una tarde de agosto con la ventisca que helaba el rostro y provocaba pequeñas heridas en la piel.
Su rostro ya estaba un poco amoratado y obviamente no se debía al viento.
La zona del muelle le parecía tan tranquilizante, un equilibrio entre melancolía y ese sentimiento esperanzador que de vez en cuando sientes por alguna razón que no recuerdas.
La gente bajaba de sus botes, después de un laborioso día de trabajo era hora de una cena para retomar fuerzas, al salir del muelle sobre la calle, a esas horas un restaurante errante plagaba la calle, con sus enormes vagones y mesas las camareras en patines, cocineros que destilaban rudeza y virilidad, y una banda independiente de jóvenes adultos tocando canciones "SOUL" sus uniformes referenciaban la década de los 50's el lugar tenía un toque muy "VINTAGE" era un lugar turístico obligatorio en la ciudad.
Un templo dedicado a la nostalgia de tiempos relativamente mejores, sin contar el genocidio, la intolerancia, la violencia y las drogas, una mirada optimista al pasado, haciendo caso omiso de los comportamientos más bestiales del hombre, además la comida era deliciosa a precios accesibles, y en general el decorado del lugar era algo hermoso de presenciar lo más cercano a ver cómo era la gente de estados unidos combinado con la cultura inglesa.
Los cocineros también eran los cantineros, llenando los vasos con una espumeante cerveza de barril, tal cual lo haría un Pub. Era uno de los muchos encantos de "SILVER ISLAND", era un lugar donde ambos países estaban unificados, después de todo esta Isla sé encuentra al oeste del Reino unido, y se puede cruzar de un lugar a otro en barco en tren o auto.
James se sentó en una banca, con sus manos dentro de los bolsillos de su Capucha, en realidad esa prenda era más parecida a un rompe vientos.
- ¿Qué te ofrezco cariño? - pregunto la camarera, una rubia de estatura promedio de entre unos 25 años, con un tatuaje de una rosa en la pierna, y con ese color de labial magenta que le hacía ver tan seductora.
-Una malteada de fresa-, dijo el joven quinceañero intentando ocultar su fascinación por aquella mujer tan despampanante y que demostraba seguridad y fuerza.
- ¿Solo eso? -, estallo una bomba de chicle tras la pregunta.
-si-.
-Cariño te seré honesta, te ves demasiado pálido y decaído, deberías de pedir algo más-. Con la mano acaricio amigablemente la frente del chico.
-En realidad, no tengo mucho dinero-. Mostró su palma y sobre ella un billete con valor de $5 Dólares.
-Al carajo Cariño, hoy la casa invita-. Le regalo una sonrisa mientras tomaba el billete, -Te traeré una Hamburguesa, o pescado y papas-. La camarera avanzó al vagón por la orden de James.
Era linda, muy agradable y sin importar la edad a James le gustaba lo bastante para intentar cortejarla, solo había un Pero, James tenía a otra chica en mente, y de igual valor James tenía un inagotable Odio y un amargo recuerdo atormentándolo sin descanso, su mente estaba enredada, confusa, y tener 15 años y esa búsqueda existencial de la personalidad no ayudaban mucho.
El muchacho veía asombrado al cantante, escuchar es voz tan potente y tan cargada de tristeza.
No paso mucho tiempo hasta que la camarera le trajo su malteada acompañada de un filete de pescado empanizado y una guarnición de papas fritas, con unos embaces para los aderezos. Ella le guiño mientras llevaba otra orden.
YOU ARE READING
Vigilante Nocturno : Fuego Salvaje
AçãoEn una Realidad alterna en la que los súper humanos existen. James, una persona atormentada por su pasado trágico, decide hacer uso de sus habilidades para defender su ciudad, a pesar de que resulte ser una actividad ilegal. ¿Verdaderamente busca re...