-Por favor, te suplico que dejes de ser tan fría. Has tenido y tendrás muchos daddies, si sigues siendo así tendré más quejas, y no puedo echarte porque eres la mejor baby de toda mi agencia.¿Tanto te cuesta ser sumisa?
Esta es mi jefa, Min Hye Yoon. Soy una Baby Girl gracias a mi padre, estoy obligada a "trabajar" aquí. El 50% de lo que la agencia le cobra a mis daddies es para mi padre, al que no veo desde que me metió en este prostíbulo.
-Lo siento mucho, Hye, pero me temo que, aún coleccionando quejas que cuelgan mis daddies en la web, los hombres me llaman, y esta es la prueba. ¿Quién es esta vez? ¿Otro viejo? -dije eso sin entonación a mi voz, sin ningún gesto, como siempre- Me pregunto cuán millonario será mi padre -mencioné con sarcasmo mirando a mis limpias y largas uñas-.
-Por el amor de dios, ¡deja de ser tan mordaz! Tu nuevo daddy llegará en menos de media hora, prepárate. -se fue de la sala murmurando cosas que, sinceramente, no me importaban
La verdad es que no siempre mis daddies eran viejos, también he tenido daddies jóvenes y algo atractivos..., bueno para qué engañarnos, los guapos se van con mi compañera Lee Chae Rin, de solo pronunciar su nombre me entran ganas de vomitarle en su carita de niña buena.
-¡_____!¡Tu daddy ya está aquí!¡Dime que estás lista!
-¿Podrías dejar de gritar? No estoy sorda.
Al cerrar mi maleta, un hombre musculoso, castaño, vestido con un traje corbata negro acompañado con unas gafas de sol, llamó a la puerta, preguntando por mi con una grave voz, que hizo que mi vello se erizara.
-Buenos días, señorita _____. Me llamo Choi Woo Hyun. ¿Está lista?¿Necesita ayuda?- se acercó a mi con intención de ayudarme con la maleta.
<Es raro. ¿Por qué me trata de usted?>
-Ehh... si, gracias.- no sonreí, simplemente elevé las comisuras de mis labios y él me respondió con un "no hay de qué, señorita" y una sonrisa simple.
Después de un largo trayecto en la parte trasera de su coche (Audi S6 negro), llegamos a una casa no muy grande. Era blanca y con enormes ventanales. Este hombre no tiene privacidad. La casa tenía dos plantas y la piscina se encontraba en la parte de atrás. Siendo sincera, me pareció un lugar precioso. Y siendo doblemente sincera, nunca pensé diría algo así.
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-Espera, espera, ¿esto es tuyo?- pregunté incrédula señalando con el dedo a la casa, a lo que él rió por lo bajo-.
-No, yo solo trabajo para el dueño de esta, señorita.- me miró con una risilla burlesca - Pase, él la espera.
<Osea, que él no es mi daddy... Era demasiado bueno como para ser verdad.>
-Espere aquí. Seung Hee, ¿te importaría colocar las pertenencias de la señorita?- ella asintió y agarró mi maleta para subirla a lo que supuestamente sería mi habitación - Gracias, bella.
Woo Hyun se fue, dejándome sola en aquella sala. Después de unos minutos y que nadie apareciera, me senté en el sofá mientras miraba las redes sociales.
