Evolucion

Un poco de esperanza

11 de Abril del 2003

Eran las 2:30 de la tarde y la doctora Harding se encontraba en su cubículo nerviosa y algo desesperada, aún estaba esperando a Robert que ya tenía media hora de retraso en su cita, no era normal que llegara tarde, nunca lo hacía, la doctora comenzaba a creer que Robert iba a faltar, solamente una vez en los últimos 4 años falto debido a una enfermedad que no supo explicar, de echo la historia que contó era demasiado burda no tenía mucho sentido y la doctora sabía que mentía pero no le dijo nada simplemente lo escucho y siguió adelante con la terapia, ese día trato de contactar a sus padres pero no pudo hacerlo, extrañamente siempre que trataba de buscarlos por teléfono la respuesta provenía de una grabadora diciendo ¨deje su mensaje después del tono¨, sus padres nunca hablaban con ella y su distanciamiento de la terapia siempre fue un factor del cual preocuparse, pero al enterarse hace unas semanas que se encontraban en la cárcel por intentar apuñalar a Robert, no le sorprendía ese distanciamiento, a decir verdad sí que le sorprendió el hecho de que los padres de Robert acabaran tras las rejas aun sabiendo que tenían un hijo el cual necesitaba mucho de ellos y ellos simplemente quisieron deshacerse del problema matándolo, Robert aun no quería hablar sobre el caso ya que no lo tenía muy claro, él pensaba que se trataba de otras personas y no de sus padres, la fiscalía pudo tomar evidencia suficiente para acusar a los padres de maltrato, y además gracias a un psiquiatra descubrieron que ambos padres sufrían de un trastorno, por lo que ambos fueron trasladados a un hospital psiquiátrico para criminales. Una historia de pesadilla para Robert, pero sin embargo el muchacho iba mejorando en su trastorno.

Aún estaba pensando en aquellos acontecimientos cuando escucho el rechinar de la puerta al abrirse, la doctora fijo su mirada hacia la puerta y vio como Robert entraba a su cubículo, y una vez dentro cerró la puerta para después desenvolverse de la mano su característico trapo color blanco –buenas tardes Robert- dijo la doctora con un tono amable, a lo que el muchacho contesto con un tono más apresurado y agitado – buenas tardes doctora, quiero disculparme por llegar tarde lo que pasa es que me entretuve un poco en el salón de clases.

-¿Qué hacías en el salón de clases si ya todos se fueron?

-En realidad, estaba pensando y... hay algo que debo decirle, bueno son muchas cosas que le eh estado ocultando por varias razones y me gustaría contárselas.

La doctora no quedo sorprendida en absoluto, ya antes había pasado por situaciones similares con otros pacientes, se limitó a mirar con ternura a Robert y a decirle con una voz que emitía paz

– cuéntame puedes confiar en mí.

Robert tomo asiento ya que se encontraba de pie, y una vez que tomo asiento se recostó y la doctora al mismo en que el muchacho se iba recostando ella se iba enderezando y abrió al máximo sus 5 sentidos, las últimas semanas trataba de encontrar comportamientos extraños en Robert debido a lo sucedido en su cita del 28 de marzo, pero no encontraba nada, ni un solo movimiento ni comportamiento extraño, ningún cambio de voz, ninguna actitud negativa repentina, nada extraño ocurría, y para asegurarse al cien por ciento compro también unas vídeo cámaras que instalo en diferentes partes del cubículo, y cada tarde después de sus consultas las revisaba para encontrar algo que ella no notaba mientras atendía a sus pacientes tal como le aconsejo el doctor Hutzon, le estaba siendo de gran utilidad con todos sus pacientes excepto con Robert, nunca encontraba nada, lo mismo que ella veía en consulta es lo que reflejaban las vídeo cámaras solo que desde diferentes ángulos, tenía en total 11 cámaras distribuidas de la siguiente manera: 4 por el techo, 1 en cada esquina(4), una frente a la puerta y otra detrás de ella, y una última justo en su escritorio pero una vista fantasma hacia que nadie la notara, desde luego esa cámara era la que le servía más.