Dibujos

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Una habitación oscura, el negro predominando eh imponente ante cada rincón de la pequeña casa, unos cuantos muebles, recuadros colgados alrededor de las paredes, las ventanas abiertas dejando entrar el viento helado del exterior, eran las once de la noche. En el fondo de la casa una pequeña luz resplandecía, la doctora Harding yacía sobre su sillón a un costado de su escritorio, tenía en sus manos varios dibujos que pertenecían a sus nuevos pacientes del hospital, los había tomado de los expedientes y poder así estudiarlos más a fondo. Tenía ya varios minutos observando con detalle los dibujos que tenía, llamo mucho su atención los que pertenecían a aquellos pacientes con trastorno de identidad disosiativo ya que presentaban rasgos muy particulares y demasiadas similitudes entre sí a pesar de pertenecer a pacientes distintos, todos estos dibujos presentaban el mismo fondo color grisáceo y unas figuras extrañas de color negro donde resaltaban los ojos y la boca ambos de color blanco pero detonando un vacío inmenso y profundo, tenían el aspecto de rostros monstruosos casi diabólicos, otros dibujos los representaban con cuerpos completos pero estos eran inmensos eh igual de monstruosos y diabólicos en los rostros, estos monstruos gigantes se encontraban plasmados destruyendo ciudades o casas.

Hojeaba los dibujos uno a uno observando siempre esa figura color negra en cada uno, cuando termino de observarlos todos los extendió sobre el escritorio de forma que estos cubrían al escritorio de la misma forma que una manta cubre a un niño por las noches, apunto la lámpara hacia el escritorio y se puso de pie para verlos desde arriba. Desde arriba la vista era distinta, un poco más perceptiva a los detalles, y la similitud entre todos aquellos dibujos era impresionante, como si el mismo ser monstruoso tomara distintas formas pero siempre mantenía el mismo rostro, la misma mirada amenazadora y diabólica, el mismo personaje, distintos cuerpos, distintas formas, diferentes ambientes, pero aun así entre tantas diferencias podía verse claramente que se trataba del mismo personaje en cada dibujo.

Decidió por fin dejar los dibujos en el escritorio y dar un vistazo a los expedientes de los pacientes, comenzando por los de trastorno de identidad disosiativo, se acercó la luz de la lámpara y comenzó a examinarlos pero, para su sorpresa encontró más similitudes en sus pacientes, cada uno de ellos tenía una identidad malvada pero nunca se ha hecho presente saliendo a la luz por el peligro que este significa. Asombrada Harding hojeaba cada uno de los expedientes encontrándose con las descripciones de cada una de las identidades que co-habitaban en el cuerpo de los pacientes, unos albergaban en su cuerpo 3 identidades, otros 6 otros 5, cada una con descripciones distintas, eran mujeres, hombres, con diferentes edades, con diferentes gustos, unos eran alérgicos a ciertas toxinas o medicamentos, unas mantenían enfermedades que necesitan tratamiento, otros estaban en fase terminal dando a entender que la personalidad era ya muy anciana, cada una con un carácter, una persona totalmente independiente y distinta de la personalidad original, consiente que hay más personalidades dentro del mismo cuerpo y que la personalidad original sabe y conoce de ellas, incluso interactúan con la personalidad original, hablan con él, juegan con él, como si se tratara de una familia o un grupo de amigos que lleva tiempo conociéndose, cada una de estas personalidades atrapada dentro de un mismo cuerpo, dentro de una misma mente.

Harding observaba con atención las descripciones de las entidades malvadas, cada descripción era parecida o por lo menos todas iban a el mismo punto la personalidad era mala. "Una criatura horripilante capaz de hacer cosas que no son de este mundo", "un ser asesino y despiadado que se alimenta de la sangre de los mortales solo para alimentar su ego y su sed de venganza", "la pesadilla del mundo entero", "un ser que manipula y miente con tal de obtener lo que quiere", "el mal personificado".

Harding también observo que esas identidades maléficas tenían nombres propios, cada paciente conocía a su identidad por medio de un nombre que la misma entidad da a conocer tomándolo como propio, las entidades malas se llamaban a si misma con nombres amenazadores o poco entendibles como "el destructor", "elazath", "gárgola", "licántropo", "la fiera", "el maligno", cada nombre era referido a su aspecto a excepción de los que no se sabía su procedencia o no le encontraban sentido, fuera de esos nombres todos los demás coincidían con sus nombres, la identidad maligna de "el destructor" era representada destruyendo ciudades y carreteras, "gárgola" tenía la postura de una gárgola real en cada representación que se le hacía, y así con cada uno.

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⏰ Última actualización: Jul 29, 2019 ⏰

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