Mientras el mundo entero piensa en si mismo, yo me la paso en mi pieza junto a mi osito de peluche tratando de encontrar la lógica a todo lo que ha pasado. Me llamo Anto y les contaré mi triste historia...
Cuando nací, murió mi madre y mi padre se fue al servicio militar, no hubo más remedio que ponerme en adopción. Una señora con cabello pelirojo me adoptó y me llevó a su casa, pasaron los años y entre a la escuela. No tenía amigos desde entonces, o eso era lo que yo pensaba en ese tiempo, me apartaban mucho de las actividades que hacian en el curso y realmente necesitaba ser escuchada por alguien . Cumplí 10 años, nadie vino a mi cumpleaños, me quedé sola con las 10 velas encendidas sobre el pastel, la señora peliroja me observaba y yo no me percaté de eso, necesitaba un abrazo y nadie estuvo junto a mi para darmelo...
Mi osito me escuchaba, pero no me daba consejos, ya no sabía que hacer y estaba entrando en una crisis de soledad. Cada día era peor, no tenía ganas de nada, pero algo raro pasó y fue ese día que cambió mi vida por completo...
