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O eres rico. O eres pobre. No hay intermedios en el país en el que Yoongi vivía.

Los problemas económicos de Corea habían caído tremendamente a través de los años. Una guerra que hizo que mas de la mitad del país excavara por comida, buscara refugió, y tratar por sobre todo, sobrevivir.

Yoongi es de la ciudad de Daegu, que era mas como un pueblo ahora con sus desastrosas casas de madera hechas por los hombres, campos de hierba vacíos que tenían mas malas hierbas que plantas, y los residentes que parecían un palo. Tenian que vivir como animales en orden para sobrevivir.

Todos parecían fáciles de romper con sus flacos cuerpos que mostraban sus costillas. Si le preguntaban a Yoongi, el pensaba que vivían mas en el pasado de lo que todos asumieron que iba a ser su futuro. El tiempo parecía retroceder más que avanzar, de acuerdo con algunos libros de historia que Yoongi había tenido a través de los años.

Por el estado pobre del país, esta es la posición en la que Yoongi se encuentra habitualmente.

- ¿Podría por favor darme algo? ¿Cualquier cosa entonces mi familia podrá tener al menos algo en su estomago?- Yoongi trato de hacer su mejor vos de lastima. No le importaba su orgullo en ese momento, ellos estaban famélicos.

Yoongi tenia puesta su capucha negra sobre su blanco cabello y trataba de esconder su cabeza tanto como le era posible. Trataba de hacerse pequeño, encogiendo su espalda y metiendo las manos en los bolsillos.

La vieja mujer miró hacia arriba desde su silla. Frunció el seño en el segundo que reconoció quién era con tan solo mirar los ojos de Yoongi.

-¡Niño! ¿¿No te pegue la ultima ves??- La mujer se paró de su silla. El objeto raspó contra el suelo.-¿Y para qué? ¿Tienes el descaro de venir a pedir comida? ¿Para tu familia encima de eso? ¡No puedo creerlo!- La mujer tenia una mirada escandalizada. Yoongi se encogió dentro de su capucha aun más mientras era gritado.

¡Es por personas como tu que estoy así! Cuando era joven ¡Solía tenerlo todo! Solía tener comida y un buen lugar donde vivir. ¡Sin ambargo tu gente! ¡Tu madre dio a luz a cinco niños, esa es la razón por la que estamos así!- La mujer empezó a gritarle al adolescente.

Solo una mención de su madre hiso que la tímida mirada de Yoongi desapareciera en menos de un segundo. Una mirada feroz lentamente la remplazó.

La anciana no hiso nada mas que continuar.

-Y quieres comida ¿Huh? Porque no vas a La Selección, ¿¡Huh?! Podrias también hacer algo para que nosotros te perdonemos por nacer. Estúpido, niño feo.- Se burló. Ella miró a otro lado, parecía como si estuviera presenciando a un animal muerto bloqueando su camino,

Ya lo hice, Yoongi pensó para si mismo. No había manera de que él le digiera eso a la mujer. El nunca explotaba tan fácil.

-¿A quién engaño? Nadie querría a una escoria como tú. Probablemente tu madre hizo algo y sus hijos están obteniendo el castigo.- La mujer rio.

Eso es, Yoongi pensó con enojo.

El le escupió. El ojo derecho para ser exactos. Yoongi sonrió ante el grito de horror que la mujer emitió.

- Nuevas noticias señora, usted es vieja ahora y me importa una mierda que tubo una vida de princesa antes de la guerra. Puede quejarse tanto como quiera pero usted probablemente morirá antes que mi familia. Tiene más arrugas de las que he visto en mi vida.- Estuvo seguro de ser fuerte y claro. La expresión de la mujer no tubo precio.- Me asegurare de no visitar su olvidada tumba.- Digo por ultimo antes de saltar sobre el mostrador que los separaba y agarró tanta fruta como pudo.

Selection Day Where stories live. Discover now