Lo raro de despertar en la tumba de tu madre podría ser el porque llegaste ahí, pero lo que más raro que note fue un signo cerca del nombre de mi madre. Me puse de pie y sacudí mi pijama, comenzaba a tener un poco de frío ya que mi blusa de tirantes no era tan abrigada. El sol comenzaba a salir poco a poco. Nunca había sido sonámbula, si me habían pasado cosas extrañas pero jamás así. Camine por central park, no había tantos autos en la calle ni gente en el parque. Algo se encajó en mi pie, gemí y lo mire, como era de esperarse estaba descalza y con un pequeño vidrio en medio de mi pie. Me senté en una banca tratando de pensar como iba a regresar a casa cuando la tierra tembló. Me levanté rápido y mire a todos lados, los pocos autos seguían andando como si nada hubiera pasado. Me escondí detrás de un árbol cuando escuche unas voces.
-sssseguro que essssta aquí?- decía una voz femenina
-si, puedo olerla- contestaba otra voz ahora masculina
-la última vezzz era un carro de hot dogssss, vamonossss- decía la mujer, después de que la voz masculina suspirara se marcharon. Salí de mi escondite y me pregunte porque la mujer hablaría así. Llegue a mi casa, que más bien era un departamento gracias a que mis papás les encanta mudarse, aún había cajas para desempacar en la sala. Entre lo más despacio que pude pero la luz se encendió y supe que venía mi castigo.
-sabes que hora es?- pregunto mamá un poco molesta
-eh...- si, eso fue lo único que le pude decir
-tu mamá y yo estábamos preocupados- dijo papá cansado. Ellos no eran mis padres biológicos, soy adoptada.
-lo lamento- respondí
-al menos estas bien, ve a tu cuarto- asentí e hice lo que se me ordeno, caí en mi cama y dormí.
Soñé en una cabaña cerca de un lago que tenía el mismo signo que vi en la tumba de mamá esculpido en la puerta. Camine por lo que parecía un bosque y llegue a la conclusión de que era un campamento. Pero no uno normal, había doce Cabañas en forma de U, tres del medio atrajo mi atención. Una tenía un rayo, otra un casco de guerra como el que había visto en mi libro de mitología en la clase de historia y el último tenía un tritón, conocía ese signo, era el signo de Poseidón, dios del mar. La puerta de la cabaña se abrió y salió un chico de cabello oscuro con ojos verdes como el mar
-llegaste- dijo el chico y desperté.
Mire a mi alrededor y descubrí que había vuelto a la tumba de mamá.
-ahora si estoy seguro- escuche la voz conocida del parque, levanté mi mirada y encontré a una figura muy parecida a un lobo, pero estaba de pie como humano. Junto a el había una mujer sonriendo macabramente con cabello oscuro y dos colas de serpiente en vez de piernas. Me levanté y talle mis ojos, esto debía ser un sueño.
-corre, lo harás más divertido- dijo el lobo, la ¿mujer? rodó los ojos.
-sssolo cómetela- le dijo la serpiente al lobo, el hizo un puchero y abrió la voz a para mostrar sus enormes colmillos, si no hubiera sido por algo que me sujeto y jalo el brazo el lobo me habría comido.
-corre!- y obedecí a la voz, no podía ser peor que un lobo y una serpiente. Me pare en la calle para ver si algún carro podría llamar a la policía o al menos a control de animales, pero no había así que seguí corriendo. Me escondí detrás de un árbol al igual que la figura que me había dicho que corriera. Cubrí mi boca porque estaba exhalando muy rápido.
-donde esssta?- la voz estaba un poco lejana pero no por mucho
-toma- voltee a ver a la figura que me había ayudado y podía adivinar que me puse más pálida cuando lo vi
-es un sueño, es un sueño- susurre
-ahí vienen, toma- mire sus patas velludas, su cara era de humano pero donde debería de tener piernas tenía patas de burro. El agito lo que tenía en su mano y voltee arriba
-mira, se que parece extraño, pero te prometo que te explicare- asentí y tome lo que tenía su mano, lo mire bien con la luz de la luna, y esto debía ser una broma, era una espada.
-ataca solo si es necesario- dijo el chico. Empezamos a correr pero sabia que las criaturas ya nos habian visto porque nos empezaron a perseguir.
-me encanta que corran!- aullo el lobo corriendo en cuatro patas
-sigue corriendo, no mires atras!- grito el chico y obedeci. Cai al suelo por algo que sujetaba mi pie, mire atras y vi a la mujer-serpiente sonriendo. Grite y el chico volteo, corrio hacia ella y le dio una patada de burro en la cara, sirvio por un momento hasta que el lobo lo tomo por la chaqueta
-me gustan mas los semidioses pero no me molestaría comerme un sátiro - gruño el lobo, la mujer-serpiente seguia recuperandose del golpe en la cara. Me puse de pie y corri hacia el lobo con los ojos cerrados apuntando mi espada a su espalda. Abri los ojos cuando senti una capa de polvo donde debia de estar la espalda del lobo, el chico me vio y sonrio
-se olvidaban de mi?- volteamos rapido a ver a la mujer-serpiente quien sacaba un cuchillo
-corre cuando te diga- dijo el chico, yo frunci
-no te dejare- acomode la espada en mi mano. la mujer se acerco rapidamente empujando al chico lejos de mi, mi mano tembló porque solo era ella y yo.
-que mal que nunca sabrás quien es tu padre- esquive su ataque tirandome al suelo dejando caer la espada. Mire a la figura a lo lejos que gemia del dolor y casi no se movia
-no- susurre y la voltee a ver, ella se acercaba mas a mi riendo. Tal vez esta era mi hora, mire al cielo nublado, comenzaron los relampagos
-Zeus- susurre sin saber porque
-no dolera, lo prometo- y cerre los ojos, esperando mi hora. Despues de un minuto abri los ojos y vi la capa de polvo en el aire, mire el suelo y parecia que le habia caido un rayo, que suerte. Corri hacia el chico y lo mire
-estare bien- murmuro, lo ayude a ponerse de pie poniendo su brazo recargado en mi hombro
-aun me debes una explicacion- le recorde, el asintio.
-necesitamos un transporte- nos sentamos en la parada de autobuses. Viajamos por toda la ciudad para llegar a Long Island, el autobus se detuvo y el chico le dio una moneda que no se parecia a ninguna de las que habia visto en mi vida.
-gracias bob, nos vemos en la junta- le dijo el chico
-sigueme- me dijo a mi, asenti y lo segui. caminamos por un bosque que se parecia al de mi sueño
-bienvenida al campamento- mire al dragon que estaba dormido cerca de unos arboles
-nada podria empeorar- respondi
-el? bueno, el esta para protegernos no para hacernos daño - contesto. todo era igual a mi sueño , habia cabañas alrededor de una fogata y un lago cerca.
-avisare que llegaste, espera- camino con dificultad hacia una casa adentrada al bosque. la fogata se encendio y desprendio un color blanco. habia una niña sentada cerca, camine hacia ella
-bienvenida Anneke- dijo antes de que le pudiera decir algo
-hola- conteste. Alguien toco mi hombro y voltee, era el chico acompañado de un señor con cuerpo de caballo, centauro, y decian que la clase de mitologia no serviria.
-el es Quiron- me presento -ah, y yo soy Sam- sonrei
-mi nombre es Anneke- voltee a ver a la niña que me habia saludado pero habia desaparecido
-llegaste justo a la hora de desayunar- al decir eso chicos comenzaron a salir por las cabañas
-espera, necesito explicaciones- le dije
-y las tendrás, después del desayuno- contestó Quiron -Sam llévala a la mesa de lo nuevos- sam asintió y me llevo. Las mesas se habían llenado pero no había nadie en la mía, apareció un sandwich en mi plato y una copa a lado pero no tenía nada
-solo pídeselo a los Dioses- voltee a ver a Sam comiendo ensalada
-eh... Soda?- mi copa brillo y apareció la soda -wow- susurre
-sorprendente, huh?- sonreí, tome mi sandwich y lo acerque a mi boca
-ofrécele algo a los dioses- sam dijo
-que?-
-avienta un pedazo al fuego y dedícalo a tu madre o padre- fruncí el ceño -es verdad, aun no sabes quien es, en ese caso solo di "para los dioses"- partí un pedazo de mi emparedado y lo avente al fuego de la fogata
-para los dioses- susurre y comencé a comer
-bienvenida- se acercó una chica de cabello rojo hacia mi
-hola- conteste
-eres hija de Ares?- preguntó
-eh...-
-aun no lo sabe- contestó Sam por mi
-oh, espero que no, una hija de Ares no usaría una pijama tan ridícula- me dijo, cruce mis brazos en forma de vergüenza, lo admito, tener nubes en los pantalones era un poco ridículo
-por si te preguntabas, yo soy un sátiro- explicó Sam -y ella es Clarisse, una semidiosa- la chica de cabello rojo no hizo ni un gesto
-semidiosa resultado de un humano y un Dios- conteste como si ya hubiera leído un libro de mitología
-exacto, tu eres una semidiosa- respondió Sam -lo que explica que tu madre o padre es un mortal-
-mama era mortal- dije uniendo los puntos
-bueno, me voy perdedores- bufo Clarisse como si nuestra conversación ya la hubiera escuchado un millón de veces
-es normal, es hija de ares- reí. Quirón se acercó a la mesa
-aun no te han reclamado?- negué
-bueno, ven, te llevaré a la casa para que- y fue interrumpido
-Tras el paso de los tiempos
Responderá al sol de doce rayos
Al final del equinoccio
Asumirá su puesto
Para un final histórico- todos se quedaron callados ante la chica de cabello rojo en vestido de colores con los ojos verdes brillantes. Ella cayo al piso, Quiron corrió hacia ella
-llamen a Dionisio!- exclamó levantando a la chica, toda la atención hacia la chica cambio cuando todos me miraron a mi, bueno tal vez no a mi sino arriba de mi cabeza. Mire hacia arriba y vi un signo de un sol brillando en doce rayos. Todos me miraban con el gesto fruncido, mire a Sam que hacia lo mismo
-Apollo!- gritó un chico del fondo
-no, Zeus!- gritó una chica de enfrente
-Hefesto!- comenzaron a discutir hasta que la puerta de la casa se abrió y salió un señor con pescadores
-silencio!- gritó, todos obedecieron
-es imposible...- murmuro al ver mi cabeza -Quiron- el volteo con la chica en brazos -ella es- Quiron asintió
-Anneke, podrías venir con nosotros?- preguntó Quiron, yo asentí y fui con el
-todos regresen a sus cabañas hasta nuevo aviso- dijo el señor en pescadores
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Percy Jackson y la Hija de los Dioses
FantasyAnneke sabía que algo había raro en ella, no sólo lo pensaba por sus sueños que siempre contaban una parte del futuro, o tal vez de sus particulares lunares en la espalda que estaban formadas en constelaciones, o tal vez por las citas diarias con el...