Retratos de una mente insana

Creación ideal (Dolls)

Mis dedos se deslizaban por su piel al compás de una dulce melodía. Sus gestos me incitaban más y más a seguir y sus pequeños gritos de terror estimulaban mi corazón al máximo.

Puedo sentir como la sangre se aglomera en busqueda de su objetivo principal. Tan solo saber que mis finos dedos impedían su ruta me lllenaba de extasís. La piel se torna de un color violáceo oscuro y mientras más presión aplicaba mejor era su expresión.

Sus ataduras le cortaban las muñecas y los tobillos dejando correr aquel liquído rojo carmesí que tanto me irritaba. No me gusta la sangre. Me molesta.

Presionó una tela oscura contra sus heridas abiertas para no ver más aquella sustancia molesta. su cabello dorado posado en mis manos produce un brillo inigualable. Era feo, ese liso y brillo que poseía era feo. Yo tenía que volverlo hermoso. Unas tijeras más o menos grandes fueron separando mechones de su cabeza, caían al piso bailando con el aire del ventilador.

Aunque su sangre lo haga feo eso es lo último de lo que me encargaré.

Sus despreocupados labios suaves y finos eran tan rojos que me enfurecían como no tienen una idea. su voz chillosa era aún más molesta y lo único que podía disfrutar eran sus gritos desesperados y sus gemidos.

Una pequeña aguja inicaba el recorrido de aque hilo grueso y azúl. Se encarnaba en la comisura de sus labios que expulsaban hilos de sangre deslizandose por su cuello y manchando aquellos mechones que yacían en el suelo. Concentro mi mente en los trazos de la aguja formando pequeñas equis entre sus labios. Un color violáceo me encendía cada vez más.

Me molestan sus lágrimas, su cuerpo excretaba líquidos que me hacían hervir la sangre y eso no era lindo.

Tenía que arreglar esa asquerosa ropa que cargaba, un pequeño top con unos vaqueros azul marino. Totalmente repulsivo. Corto con las tijeras las telas dejando ver su blanquecina piel que temblaba de pavor. Una pequeña toalla húmeda purificaba aquella sucia piel.

Un hermoso vestido largo, con bordes morados y de color negro, sus encajes blancos hacían contraste con su piel y las pantimedias blancas resaltaban sus hermosas piernas. Unas zapatillas tan negras y brillantes que me podían cegar.

Tiritaba de miedo y su rostro mostraba un terror inigualable, cada vez se volvía más hermosa...Pero todavía faltaban algunos detalles.

esas asquerosas piezas duras que se encarnan en sus dedos son inecesarias. Una enorme pinza me ayudó a quitar una por una las uñas, con la primera se retorció mucho y, por más que me guste ver aquel rostro lleno de miseria y dolor me encantaba pero quería un trabajo lo más pulcro posible. Una pequeña inyección en su brazo derecho y enseguida cerró los ojos y su figura retrataba una belleza inigualable. Definitivamente prefiero este rostro.

sus ojos esmeralda me llenaban de rabia.

La extracción fue sencilla. Los ojos a la basura. Ahora solo fata mantener esa figura que me gusta. Un hilo y una aguja siguen el compás de mis dedos clavandose en esa frágil piel de porcelana.

Casí completa mi obra notó que solo falta un detalle: El repugnante líquido espeso se acumulaba bajo su piel.

un pequeño tubo estaba conectado directamente a su órgano vital extrayendo cuidadosamente la sangre carmesí que se dirigía al contenedor de basura ¡Hay que ser pulcros!

Mi obra completada era admirable. Una muñeca de carne y hueso posada frente a mi, llenandome de emoción y orgullo.

Era perfecta...Era...

En unas semanas su perfecta piel blanca se oxidó tornandose de un color verde mugriento. Todo apestaba y los insectos se acercaban a lo que antes era una preciosa muñeca. El hedor fétido me daba naúseas.

Ya esta muñeca no me sirve. Es hora de limpiar. ¡Hay que mantener el orden y la pulcritud!

Necesito ver más bellezas y las fotografías anteriores no me complacen...

Ambér, Ria, Mia, Cata, Rea, María, Lucía, Nina...¡TODAS ERAN HERMOSAS! pero su hermosura, como todo, llegó a un fín.

Ella se ve hermosa caminando por el parque, su piel color canela es perfecta para una nueva colección...