¿te importa si te ayudo?

39 10 4
                                    

Tras decir eso, volvió a lanzarse contra nosotros, intento atacar primero a Neldi, pero con mi espada intercepté su ataque y desvié la guadaña hacia un lado, consiguiendo que se clavara en el suelo, moviéndome hacia adelante me acerqué a ella e intenté atacar a su invocación para que los efectos de alteración desaparezcan, pero ella interpuso su brazo bloqueando mi espada. Al ver que no podía hacer nada, sin más remedio me impulsé hacia atrás alejándome de ella. No pensé que el hechizo de alteración de la armadura sería tan bueno, supongo que lo entrenaron bastante.
Ahora bien, ese elemento de oscuridad es bastante preocupante... quiero decir, la oscuridad las pocas veces que se ve, destaca porque al contacto con la armadura del enemigo, la ablanda, la inutiliza, con las armas no pasa nada, pero cuando toca las armaduras hay que estar atento, y si a eso le sumamos la alteración de esa rata, veo jodida esta pelea.
-Neldi, contra esta chica, no sirve tu escudo, tenemos que esquivar sus ataques y contratacar de alguna...- no me dio tiempo a terminar y Kamida volvió a correr hacia nosotros, atacando a Neldi en el pecho, durante unos segundos siguió atacándola por todo el cuerpo, dejándole varias heridas superficiales, yo rápidamente volví a interponerme entre ella, tomé mi espada con las dos manos y a duras penas conseguí bloquear su guadaña, a lo que ella se rio. Fue un buen movimiento, pero solo nos tomó desprevenidos, no fue nada más que eso -¿de qué te ries?-
-de que hayan pasado el examen siendo tan débiles- débiles dice... me dan ganas de... no, tengo que calmarme, seguramente tendrá muy subidos los humitos por ser tan fuerte, supongo que debería bajárselos ¿no?
Rezando que lo que pensé saliese bien, quite una mano de la espada, ella tuvo superioridad, por lo que sin pensarlo se abalanzó sobre mí, pero yo me moví rápidamente hacia mi izquierda haciendo que, por el tamaño y peso de su guadaña, perdiese el equilibrio y comenzase a caer al suelo, lo que aproveché para acercarme a su hombro izquierdo y golpear fuertemente a la rata, haciendo que saliese volando.
En ese momento sentí como mi armadura volvía a endurecerse. Bien, lo que tenía planeado salió perfecto, Kamida entendiendo lo que acababa de pasar retrocedió y fue hasta la rata, yo por mi parte me acerqué a Neldi, la herida de su pecho no era muy profunda, pero de todas formas no podía ignorarla, tendría que haber reaccionado antes.
-Neldi, ¿estás bien?-
-concéntrate en el combate, no es momento para esto- me dijo mientras intentaba ponerse de pie, aunque el dolor de esa herida sumado al dolor de sus brazos le hacía imposible el moverse... ojala pudiese curarla yo también... -¡Ryodan, cuidado atrás!- me grito apuntando tras de mí, al girarme, Kamida estaba por alcanzarme, no me daba tiempo a desenvainar la espada, y Neldi parece que se percató de esto, porque sin pensarlo extendió sus brazos, y sus líneas grises salieron disparadas frenando en seco delante mío, ahí comenzaron a expandirse creando un escudo de gran tamaño verde oscuro con tonos negros, aunque también escuché como sus brazos volvían a sangrar.
Esa es una de las técnicas que habíamos ideado, supongo que ella consideró esto una "situación extrema". Tras unos segundos el escudo desapareció por completo y Neldi volvió a caer al suelo, ese momento de confusión lo aproveché para acercarme de la misma forma que antes, pero esta vez, mis ojos estaban puestos en su cuello, quiero acabar con esta pelea lo antes posible para ayudar a Neldi.
Kamida por su parte consiguió reincorporarse, tomó su guadaña e hizo un barrido también en dirección a mi cuello.
-Paren ahí!- la voz de Mereon sonó desde abajo, y nuestras armas pararon en seco a solo unos centímetros de nuestros cuellos. Tras unos instantes las retiramos y nos calmamos. Rápidamente fui hasta donde estaba Neldi, y al verla estaba malherida, aunque afortunadamente no sangró mucho más por esa última técnica, sin pensarlo, la tomé entre mis brazos y me dirigí a Mereon.
-disculpa Mereon, ¿tienes idea si aquí hay enfermería, hospital o algo así?-
-por supuesto, en la planta baja de este edificio hay una, ve rápido- yo asentí y comencé a buscar aquella enfermería. Tras unos minutos dando vueltas por la planta baja del edificio, por fin la encontré, allí le revisaron, desinfectaron y vendaron las heridas, por suerte eran heridas superficiales, nada muy serio.
Luego de eso volvimos donde estaban los demás, estaba todo muy tranquilo, supongo que Mereon iba a elegir quienes lucharían a continuación, estos fueron Kuga, y otro chico llamado Kinyo Hinko, este último usa un par de pistolas para combatir, y ahora que lo pienso, no vi a su invocación nunca, de hecho, creo que nadie nunca la vio. Ambos subieron a la arena, y con una señal de Mereon, el combate comenzó.
Rápidamente Kinyo tomo un poco de distancia, imbuyó sus pistolas en fuego, y comenzó a dispararlas contra Kuga, aunque por alguna razón los disparos eran lentos teniendo en cuenta la velocidad de las balas normales, por lo que este moviendo su mano hacia arriba, levantó un pequeño muro de hielo que fue suficiente para bloquear ese ataque, hecho eso, Kuga saltando por encima del muro de hielo, comenzó a correr en dirección a Kinyo, seguido por su invocación, no tuvieron muchas complicaciones, dado que creando muros de hielo conseguían bloquear sus disparos, o en caso de que no llegase a hacerlo, se encargaba su invocación con su pequeño escudo. Tras unos segundos, habían llegado hasta Kinyo. Ese tipo es luchador a distancia, por lo que a cortas o inclusive medias distancias está acabado, el combate ya terminó, no tiene posibilidades.
Ese pensamiento fue destrozado unos segundos después, ya que desde detrás de Kinyo, una fuerte corriente de viento lanzó tanto a Kuga como a su invocación unos metros atrás, donde estaban antes. Kuga se veía bastante molesto por esto.
-¿que fue eso?- desde detrás de Kinyo salió un hombre con un traje tipo túnica de color negro, y unos ojos verdes que resaltaban siendo lo único que se podía ver de su rostro, ya que lo demás era tapado por una máscara, con confianza Kinyo comenzó a hablar.
-no sé si lo recuerdas, pero todos aquí tenemos invocaciones, él es Zeike deberías ir con más cuidado al enfrentarte a rivales que no conoces- al término de esa frase retomaron el combate, Kinyo en todo momento se mantenía a la distancia disparando, mientras que Zeike con su viento mantenía a raya tanto a Kuga como a su invocación, quienes intentaban por todos los medios acercarse, ya que si lo conseguían el combate terminaría.
Ese Kinyo tuvo mucha suerte, le toco a su invocación un elemento que se complementa perfectamente con sus armas, el comenzaría atacando desde lejos intentando mostrar a su enemigo que es débil, y cuando menos se lo esperen, cuando crean que tienen la victoria por haberlo alcanzado, boom, Zeike aparecería lanzándolos hacia atrás, es una buena estrategia, mostrar lo que sea necesario solo cuando sea necesario, y seguramente tengan algún otro as bajo la manga.
Tras un par de minutos, Kuga, quien se encontraba muy lejos de Kinyo, comenzó a correr en su dirección, por su rostro y sus movimientos seguros, puedo decir que tiene algún tipo de estrategia, pero lo que tiene en mente ya se escapa a mi conocimiento. Cuando este se acercó un poco, Zeike estaba listo para lanzarlo hacia atrás, y Kinio estaba por disparar nuevamente, pero Kuga rápidamente levanto un muro de hielo delante suyo, cubriéndose de sus ataques. Estuvo refugiándose tras ese muro unos segundos, hasta que su invocación corrió por un costado, acercándose lo más que podía a ellos, consiguiendo que tanto el viento como los disparos fuesen dirigidos a él, Kuga aprovechó esa distracción para saltar sobre el muro de hielo, y comenzar a correr hacia Kinyo y Zeike, primero desenvainó su arma la cual era una espada, y acercándose por su costado, primero le tocó el estómago a Zeike y lo congeló completamente dejándolo inmovilizado, y luego fue hasta Kinyo, quien viéndolo venir comenzó a disparar, pero Kuga creo en su antebrazo una especie de escudo hecho de hielo, con el que pudo avanzar sin ningún problema, hasta que estando frente a frente colocó su espada en el cuello de Kinyo, definiendo el combate.
-termino el combate, muy bien hecho, Kuga, buena...- Mereon paró de hablar, dado que estaba viendo a Kinyo, este se ve que había visto venir a Kuga, dado que sus dos pistolas estaban justo en su estómago, estaban en jaque, hicieran lo que hicieran sería una doble derrota, bien hecho, Kinyo -bueno, supongo que, con esto, el combate se convierte en un empate- Kinyo sonrió al escuchar eso y apartó sus armas del estómago de Kuga.
-esa resolución me gusta más- ¿no puede aceptar una derrota? ¿cuántos años tiene? Supongo que todos tenemos algún defecto. Tras eso me quede unos segundos viendo sus pistolas, ahora que lo pienso, las balas de Kinyo eran extrañamente lentas, y jamás lo vi recargar, ¿que son esas armas? Con esa pregunta en mente me acerque a él, quien estaba descongelando a Zeike.
-¿que son esas armas?-
-¿a qué te refieres con eso?-
-quiero decir, no recargaste en ningún momento, y tus balas eran bastante lentas-
-ah, sí, es que no son balas como tal, uso mi poder elemental como si fuesen balas- y yo pensando que imbuía las pistolas para aumentar su potencia, y no, lo hacía para poder disparar, una aplicación interesante la verdad, que aunque sea útil en un combate corto, o al inicio de uno, no es muy útil en una batalla larga, porque si se cansa demasiado o si se queda sin poder, no podrá atacar más, ventajas y desventajas supongo, si tengo que sacar algo bueno de esto, es que ya tengo una forma de derrotarlo si llego a enfrentarlo.
Por otro lado, no vi que Zeike tuviese otra arma, supongo que es uno de los ases que se está guardando. No pensé mucho más en el tema, ya que Kinyo había terminado de descongelarlo, y se acercó a mi tomando una de sus pistolas
-¿quieres intentarlo? No es muy complicado- por unos momentos consideré intentarlo, parecía interesante, pero "te dije que no lo hicieras" esa frase resonó en mi cabeza, junto con los recuerdos de lo que conllevó, quitándome las ganas de siquiera intentarlo, por lo que rápidamente rechacé su oferta.
Tras esa conversación, las peleas continuaron. Combate tras combate poco a poco fue quedando más que claro quiénes eran los más fuertes de la clase, tras ver todos los combates, entre todos hicimos una especie de ranking, y la más fuerte, al menos por ahora, aunque supongo que es obvio quien es, por si acaso voy a aclararlo, es Kamida, su elemento de oscuridad le da una tremenda ventaja, además de su invocación de alteración. Luego en segundo lugar, por su buena sinergia entre sus armas y el elemento de su invocación, estaba Kinyo. Yo y Neldi estábamos creo que los novenos, nuestra defensa es buena, pero en lo que flaqueamos es en la ofensiva, quiero decir, yo soy quien ataca, y si yo no soy bueno manejando la espada no podemos hacer nada más que intentar convertirlo en un combate a desgaste, cosa complicada y que puede jugar muy en nuestra contra.
Para cuando terminamos con eso, ya era la hora de irnos, por lo que hicimos lo propio y volvimos a casa, aunque en el camino fuimos interceptados por dos tipos, estos estaban vestidos de la misma forma, un abrigo largo blanco con un símbolo en el hombro izquierdo, estos desenvainaron sus armas sin pensarlo.
-¿el lobo amarillo perdió contra ti? ¿Es enserio? Pareces muy débil- ¿lobo amarillo? ¿quién es ese tipo? Quizás sea aquel tipo que atacó mi casa, ¿estos de nuevo?
-¿qué quieren ahora?- les pregunté con aparente seguridad.
-diría que es obvio ¿no? Queremos a la chica, aunque nos hayas molestado tanto mantendremos la oferta, si nos la entregas te dejaremos con vida- que insistentes que son.
-¿quiénes son ustedes?-
-nosotros pertenecemos a la facción de batalla de un laboratorio, supongo que lo conocerás, el laboratorio de Jorpen- ¿qué? ¿ese laboratorio la busca a ella? No voy a dejar que se la lleven bajo ningún concepto, ellos... es un laboratorio conocido en todo el país por sus crueles experimentos, no llevaron muy bien el tema de la discreción y los terminaron descubriendo... aunque más bien diría que el hecho de que los descubrieran estaba en sus planes. No lo sé, con esos tipos no se puede ni siquiera especular... las cosas que hacían ahí adentro las pocas que se supieron eran horribles, aunque por alguna razón parece que siguen activos, por más que tengan esa fama, supongo que a los líderes de Gogike le interesa que gente así exista, después de todo, así pueden mejorar el poder militar del país sin que gente externa se entere... en fin, cada uno tiene sus intereses supongo.
-¿por qué están buscando a Neldi?-
-no es algo que necesites saber, solo entrégala- tras decir eso, apuntaron sus espadas hacia nosotros.
-no es necesaria tanta violencia señores, calmémonos un poco, ni ustedes ni nosotros queremos sangre- preferiría que no peleen, después de todo no estamos en condiciones para esto.
-¿tan seguro estas? Nos ordenaron traerla de vuelta usando los métodos que sean necesarios...- al termino de esa frase el hombre vino rápidamente por mi lado, hizo un pequeño corte con su espada en mi mejilla, y retrocedió hasta donde estaba antes. Si tan dispuestos están a esto, que así sea, no voy a permitir que se la lleven estos monstruos. Con eso en mente rápidamente desenvainé mi espada.
-muy bien, que así sea- dicho eso comencé a correr contra ellos, Neldi por su parte empezó a seguirme, aunque no estaba muy convencida de lo que estaba haciendo. Uno de los hombres quiso atacarme, pero Neldi se interpuso bloqueando su espada, yo rápidamente fui hasta él, pero lanzó hacia atrás un circulo y escapó de mi ataque ¡¿todos tienen eso?! Si sobrevivo a esto le pediré a mi madre que me enseñe a usarlos, parecen muy útiles, o por lo menos te da una tremenda movilidad.
Aprovechando que me desestabilicé al no acertar el ataque, el otro tipo se acercó a mí y me dio un fuerte golpe en el estómago haciendo que me retuerza un poco.
-última advertencia, danos a la chica y te dejamos con vida-
-no pondrán sus manos en ella mientras yo viva- dicho eso tomé mi espada y con un barrido lo hice retroceder, es una ocasión perfecta, preferí no perderla y sin pensarlo, comencé a correr hacia ellos -Neldi, formación D- comencé a atacar al hombre que seguí, en el pecho, y tras unos segundos lancé mi espada por detrás suyo, Neldi la intercepto en el aire, dejándola en altura como para darle una patada en la cara atontándolo un poco, y hecho eso me devolvió mi espada. Prefiero no derramar mucha sangre, que después alguien tiene que limpiarla. Con eso en mente tendría que cortar la formación, así que simplemente le di un fuerte golpe en la cara, consiguiendo que caiga inconsciente.
-¿Ryodan, por que no te apegas a la formación?-
-simplemente no quiero matarlo, con que este inconsciente alcanza- dicho eso me giré hacia el otro, quien nos miró con seriedad, aunque tras unos segundos comenzó a reírse.
-supongo que fue un error el hecho que nos enviasen a nosotros- ahora que recuerdo, según se sabía, esta facción de batalla tenía como rangos, en función de la fuerza evidentemente, se podía ver sin problemas por el color de su ropa, los de ropa blanca eran los más débiles de todos, y su poder y rango ascendía a medida que la ropa se iba haciendo más oscura, tuvimos suerte. Ahora que recuerdo, los que fueron a casa tenían ropa negra... menos mal que estaban mi madre y Rayira, si no seguramente no lo contábamos.
Ahora que me fijo, ¿estos tipos no tienen invocación? Mirando sus manos puedo ver que tienen la marca de haber hecho el ritual, pero solo aparece una espada... será que... rápidamente me dirigí al que quedo consiente -oye, ¿dónde está tu invocación?- cuando pregunté eso, pude notar, en él una expresión de tristeza.
-eso... no te importa- en ese momento se lanzó contra mí, aunque sus movimientos eran bastante veloces y poderosos, no sé si es que este era más poderoso que el otro, o si de repente se motivó. Intentó atacarme, pero Neldi se puso en medio bloqueándolo, quise atacarlo, pero este, tal y como lo hizo Kamida, le dio una patada al escudo, haciendo que retrocediera, y desvió mi espada hacia un lado dándome un fuerte codazo en el rostro, consiguiendo que caiga al suelo, y ahí comenzó a atacarme, hasta que pasados unos segundos, Neldi intervino dándole un golpe con el escudo en el rostro, este intento atacarla para quitársela de encima, pero ella consiguió bloquear su espada, forcejeando durante unos instantes.
En ese momento escuché una voz en mi cabeza, era aquella que escuché cuando esos pinchos aparecieron por mi cuerpo, por lo que inicialmente me asusté, aunque la voz parece que ignoró esto.
-preferiría que no mueras todavía, así que ¿te importa si te ayudo?- al termino de esa frase, tanto mi espada como el escudo de Neldi se prendieron fuego, aunque este no nos quemaba a nosotros por mucho que lo tocásemos, cosa que cambiaba con ese otro tipo.
Así como la oscuridad tiene la particularidad de debilitar la armadura del rival, el fuego tiene la misma propiedad, pero con las armas, es decir puede debilitarlas, y de hecho si prolongas demasiado una batalla contra un usuario de fuego, tu arma sea cual sea puede llegar a romperse.
Al estar su espada en contacto con el escudo de Neldi, esta comenzaba a debilitarse. Por esto mismo hay muchas personas que llevan tres o hasta cuatro armas encima por simple precaución, hay algunos guerreros, los que más dinero tienen, que llevan a los típicos escuderos, como si esto fuese el medievo, cargando con sus armas y armaduras, y en caso de enfrentar a un usuario sea de fuego o de oscuridad, tienen cambios tanto de armadura como de arma por si acaso, aunque personalmente siempre me pareció un gasto innecesario de recursos, sería mucho mejor simplemente no chocar tus armas con las suyas, o tener la suficiente agilidad como para impedir que su arma toque tu armadura.
Viendo que su arma comenzaba a debilitarse, yo sin pensarlo mucho fui hasta el, este se giró e intentó bloquear mi espada, pero al mínimo contacto esta termino por romperse, yo aproveché esto, y lo ataque, consiguiendo cortarle su brazo izquierdo, en ese momento, el tipo comenzó a gritar por el dolor de la herida, y la desesperación de pensar que moriría, aunque yo retrocedí un poco y bajé mi espada, mostrando que no lo mataría.
-vete, dije que no quería derramar sangre, pero me obligaste, vete, o...- ¿me obligaste? Ja, no seas ridículo, si no hubiese sido por el fuego probablemente no lo habría conseguido. El tipo parece que entendió el mensaje, porque rápidamente tomó a su compañero y se fue corriendo lo más rápido que pudo sin mirar atrás. Cuando volví a mirar mi espada, el fuego que la envolvía se había apaciguado, y la voz había desaparecido ¿que fue todo eso?
-Ryodan ¿estás bien?- me pregunto Neldi acercándose un poco a mí. Supongo que lo estoy, pero ese laboratorio ¿qué quieren esos tipos con Neldi?
-sí, estoy bien, no te preocupes- tuvimos suerte de salir casi ilesos, más que eso, tuvimos suerte de que nuestros contrincantes eran débiles.
Luego de eso descansamos unos minutos, y volvimos a casa, ahí nos recibió mi madre con una sonrisa.
-¿cómo les fue?-
-bueno, no muy bien, a decir verdad- ahí le conté todo lo sucedido con los tipos del laboratorio de Jorpen.
-sí que es preocupante la verdad- mientras todo pasaba, Rayira estaba callada, pero tenía su cara de asesina clavada en Neldi.
-sí, y también pudimos usar nuestro poder elemental- le dije sonriendo para intentar calmar un poco las aguas.
-¿que? ¿cómo?- preguntaron Rayira y mi madre al mismo tiempo. Ahí les conté lo de la voz, y todo eso -así que es por esa voz que no puedes usarlo...-
-todavía no lo sabemos-
-no puedes usarlo en ningún momento, llega esa voz, y cuando quiere puedes usarlo, es obvio que es cosa suya- visto por ese lado, supongo que tiene razón, pero ni siquiera sabemos que es exactamente esa voz.

JúzamiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora