Riesgos asumidos.

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Parece que lo dijo muy convencida, supongo que tiene el poder para hacerlo, para encarcelarlos, aunque pensándolo bien, lo tenga o no lo tenga, sinceramente da igual, porque a Gogike muy seguramente le interesa que ese lugar exista, entonces, aunque tengamos pruebas, testimonios o lo que sea, no se va a poder hacer absolutamente nada, es más, quizás si decimos algo intenten asesinarnos o algo así.

-no quiero ser el pesimista que arruina los buenos momentos, pero dudo que podamos hacer nada, no al menos desde la vía legal-

-¿por qué lo dices?-

-quiero decir, ¿tu crees que, a la realeza, y en general a la gente poderosa, no van a ese laboratorio y lo desmantelan, simplemente porque no saben dónde están? Obviamente lo saben, todos lo sabemos, su propio nombre indica su paradero, el tema es que a esta gente con poder no les interesa que...-

-sí, eso ya lo sé...- si ya lo sabias, ¿por qué no lo dijiste? De un momento a otro, se llevó la mano a la barbilla como si estuviera pensando en algo, y rápidamente suspiró -supongo que si queremos hacerlo, nuestra única oportunidad de conseguirlo es... Planear un ataque contra ellos-

-¿nosotros? ¿Estás loca? No lo vamos a conseguir ni de broma...- rápidamente Kamida tocó ligeramente el hombro de Nitlar, y clavó su mirada en Kinyo, para tras unos instantes volver a mirarme a mí.

-¿y quién dijo que íbamos a ir nosotros dos solos? Tenemos más gente en la que confiar-

-sea como sea, con nuestro poder, entrar ahí, sería como ser una oveja y meter la cabeza en la boca de un lobo, es un suicidio-

-tengo que puntualizar una cosita en esa frase, con nuestro poder actual sería un suicidio, pero tenemos mucho tiempo para volvernos más poderosos, no tenemos porqué ir ahora, simplemente cuando nos sintamos preparados podemos ir, de todas formas, derrotamos a su mejor guerrero, no se a qué le temes-

-entiendo que ese tipo es el soldado más poderoso que tienen, pero no solo está él, hay una cantidad tremenda de soldados muy pero que muy poderosos, si usamos una buena estrategia, y si la ejecutamos muy bien, podríamos enfrentarnos quizás a dos soldados, pero es que ni siquiera conocemos el poder al que pueden aspirar, o los elementos que usan, además, estas diciendo que prácticamente nos metamos en la casa del enemigo, vaya uno a saber que trampas habrá y donde estarán, al menos por ahora, es algo demasiado peligroso- Kamida suspiró, y juntó sus manos.

-si, supongo que es cierto, en fin, cuando te sientas preparado, no dudes en decírmelo, que no tendré problemas en acompañarte, es más, estoy deseando hacerlo, para que a esos idiotas se les vaya ese complejo de dios que parecen tener- tras esa frase, ella volvió a lo suyo, y rápidamente pude sentir a Duise, ¿qué quieres ahora?

-ah, ¿y esa irreverencia a que viene? Ten en cuenta que puedo matarte cuando quiera- está bien, mi señora todo poderosa Duise, ¿que requiere usted esta bonita mañana? -tampoco seas tan idiota, simplemente quería decirte, que mantengas a esa chica cerca, puede ser útil en un futuro- ¿útil? Kamida no es una herramienta -... se nota que eres un idiota, tienes que saber tomar ventaja de la gente, mantener cerca a aquellos que puedas manejar, y alejarte de los inútiles, si no haces eso, créeme que no te ira muy bien- estas mal de la cabeza, las personas no son herramientas -veremos qué dices cuando tengas que usar a una persona para salvar tu vida, veremos si tu moralismo actúa en esa situación, o si dejaras paso al egoísmo- ... ¿podrías hacerme un favor y callarte? En ese momento, rápidamente dejé de sentirla. Supongo que eso que dijo tiene sentido, pero... no lo sé, yo no veo de esa forma a quienes tengo cerca.

En fin, dejé de darle vueltas al tema, simplemente me dispuse a esperar, y tras un par de horas por fin regresamos a Júzami, no se si es por todo lo que hicimos... bueno, "todo", realmente no hicimos mucho que digamos, pero por alguna razón se sintió una eternidad. Nada más se abrieron las puertas del vagón en el que estábamos, pudimos ver a Mereon, ¿cómo sabía que estábamos viniendo? Supongo que alguien le avisó, no lo se, aunque yo sinceramente no le presté mucha atención, tomé a Neldi en mis brazos, y corriendo fui a la enfermería, por suerte dado que ya había estado ahí, sabia dónde estaba, por lo que fui lo más rápido que mis piernas me daban, aunque en mitad del camino, pude notar como el escudo de Neldi volvía a formarse, y poco a poco fue abriendo los ojos.

-...¿Ryodan?... ¿qué pasa?... ¿dónde estamos?- cuando la escuché hablar, sin pensarlo me frené, y la bajé, podía mantenerse en pie bastante bien, tambaleaba un poco, pero tampoco era algo muy grave. Estaba refregándose los ojos y bostezando, es como si hubiese estado dormida o algo así.

-menos mal que estas bien... ¿tu brazo está bien?- en ese momento, Neldi retiró su escudo como si fuese a usar sus líneas, pero simplemente miró su brazo... Yo hice lo mismo, y estaba como si nada... cada día me pregunto mas y mas quien es ella, enserio... ¿no era que no podía curarse? Al terminar de verse el brazo, me miró con una sonrisa.

-si, estoy bien, mi brazo está perfecto, o eso creo, ¿paso algo que estas tan preocupado?-

-¿no recuerdas nada?-

-¿recordar que cosa?- ¿enserio no recuerda nada? Tendríamos que hacerle ver esa memoria, porque me empieza a preocupar. Ignoré el tema de su aparente amnesia, y me dispuse a explicarle lo que había pasado... además, creo que es hora de preguntárselo -ya veo, así que nos atacaron, la verdad yo no lo recuerdo... Lo siento-

-no te preocupes, oye... ¿sabes lo que es el proyecto escudo?-

-... no, realmente no lo se, ¿por qué me lo preguntas a mí?- debí suponerlo, si lo recordase me lo habría dicho hace mucho tiempo... enserio se le borró la memoria, aunque no entiendo exactamente el cómo pasó, lo único que puedo sacar en claro es que perdió la memoria en el momento que bloqueó aquel ataque que casi mata a mi madre.

-no, no es nada, lo siento, entonces, ¿estás bien? ¿te duele algo?- ante la pregunta ella me sonrió.

-tranquilo, no me duele nada, estoy perfecta- rápidamente me rasque la nuca nervioso, y le devolví la sonrisa.

-enserio me asustaste- manteniendo su expresión, Neldi se me acercó y me abrazó.

-eres un muy buen chico, y muy adorable, de verdad me alegro de ser tu invocación- yo sin pensarlo me separé bastante avergonzado... Supongo que lo soy, pero ¿realmente es necesario decirlo de esa forma? Rápidamente suspiré.

-aw, ¿mi portador está enamorado?- no seas idiota, no es eso, enserio, si lo estuviera lo sabría -si, claro, lo que tú digas- me dijo Duise riéndose un poco, para tras unos segundos irse. Duise realmente no parece tener pelos en la lengua, dice lo que quiere, cuando quiere y como quiere. Ahora que lo pienso, me pregunto quién será.

-bueno, deberíamos volver con los demás ¿no?- dicho eso, volvimos a la estación, y en la puerta, estaban todos esperando de pie, mirándonos como con disgusto, supongo que no estuvo del todo bien que saliera corriendo, pero no pensé en otra cosa sinceramente. La primera en hablar fue Kamida, quien rápidamente se acercó a Neldi.

-¿qué tal estas, Neldi? ¿te duele algo?- ella negó con la cabeza.

-no me duele nada, estoy perfectamente bien- rápidamente Kamida suspiró como si estuviese aliviada "Te juro que les hare pagar por esto" "no quedaran impunes esta vez, lo juro" estaba por decir que fue raro que se sintiese aliviada por ver bien a Neldi, pero teniendo en cuenta eso que dijo, supongo que si que la aprecia lo suficiente como para preocuparse, o quizás no es solo aprecio. Mientras estaba absorto en mis pensamientos, se me acercó Kamida con una ligera sonrisa.

-y tú, no pensé que entenderías tan rápido lo que quise hacer, bien hecho- me dijo mientras levantaba su mano como para chocar los cinco, aunque yo no entendí a lo que se refería.

-¿eh? ¿Entender que cosa?-

-lo que quise hacer contra el lobo amarillo cuando lo toqué con la oscuridad- en ese momento me reí como para distender un poco mi estupidez, o mi memoria de pez, dile como quieras, sonreí, y choqué los cinco con ella. Lo que yo no me había dado cuenta, era de que ahí todavía estaba Mereon, quien rápidamente tosió como para llamar nuestra atención.

-a ver, díganme, ¿que fue lo que les pidieron, y como les fue allí?- ¿cree que somos tontos? Es obvio que él sabe todo lo que hicimos... o eso creo.

-seguramente ya lo debes saber ¿verdad?-

-si, evidentemente lo se, simplemente quería que me lo dijeran ustedes- al escuchar eso, Kamida dio un paso al frente.

-muy bien, las misiones que nos asignaron fueron dos, la primera fue investigar unos robos que habían ocurrido en una armería, y la segunda fue derrotar a un monstruo que estaba bloqueando una ruta comercial del pueblo, en la primera fue relativamente fácil deducir lo que pasaba, pero en la segunda misión casi nos matan-

-ya veo, en fin, supongo que era algo esperable, mientras hayan sobrevivido, supongo que está bien- ¿"mientras hayan sobrevivido"? ¿Acaso no importaría si morimos?

-disculpa, Mereon, ¿qué hubiese pasado si nos hubieran matado?-

-¿eh? ¿debería pasar algo por el hecho de que muriesen?-

-somos estudiantes, pensé que...-

-la muerte es parte de la vida, y parte de este trabajo, quizás suena insensible, y entiendo que piensen eso, pero si quieren pueden preguntarle a sus padres, la muerte es algo normal para nosotros, salvo que vivas en una burbuja de felicidad o algo así- no se si el problema es que yo soy muy blando, o es que todos estos tipos son muy insensibles, sinceramente preferiría no saber la respuesta -por cierto Kamida, te noto otra actitud y otra mirada, te queda bien- le dijo sonriendo... Supongo que tiene razón, Kamida tiene una mirada bastante diferente, me gusta más tratar con esta Kamida que con la anterior, sinceramente.

Luego de ese ¿regaño podríamos llamarlo? simplemente me quedé callado, entiendo que tiene la razón, pero por alguna razón no puedo aceptarlo, en fin, rápidamente todos juntos fuimos a nuestro salón, curiosamente ahí estaban todos, se ve que regresaron antes que nosotros, seguramente solo les dieron una misión.

-¿y? ¿cómo les fue?- el primero en hablar fue Kuga, quien se acercó sonriente a nosotros.

-supongo que podríamos decir que nos fue bien- respondió Kinyo mientras se le acercaba y se saludaban -¿a ti que tal te fue con tu grupo?- con esa pregunta, Kuga miro como nervioso hacia atrás, luego suspiró y nos habló en voz baja.

-Heix es un infierno- ¿de verdad da tanto problema? A ver, Heix Mioshi es... realmente tampoco se mucho de ella, es una chica de pelo corto negro y piel morena, generalmente lleva ropa de mi estilo, aunque ahora que lo pienso, juraría que nunca he visto su traje de batalla, dejando eso de lado su arma consta de unas cadenas, puede parecer una estupidez, pero sabe pelear bastante bien, y si combinas ambas cosas, pues no lo se, las pocas veces que la he visto pelear, diría que incluso peleaba mejor que Kinyo y Nitlar, o mas bien debería decir que pensaba mejor... Quién sabe.

-¿por qué dices eso? Es poderosa, debe ser muy bueno tenerla ahí-

-de que es útil, es útil, pero hace todo por su cuenta, es desesperante, y ese armatoste nunca escucha- su invocación... es un tipo con una armadura enorme y negra, nunca conseguimos verle la cara porque siempre llevaba un casco puesto, supongo que son dos personas bastante pintorescas.

Al termino de esa frase, Heix comenzó a acercarse, poniendo su mano en el hombro de Kuga.

-¿se puede saber que estás diciendo sobre Royr?-

-nada, nada, nada importante- respondió Kuga mientras se reía con nerviosismo, rápidamente Heix también comenzó a reírse, y lo miró con una sonrisa desafiante.

-veremos quién es el armatoste la próxima vez que peleemos, luego más te vale no acobardarte- dicho eso, volvió a su lugar, yo por mi parte sonreí y me acerqué a él.

-hay quienes dicen que de este tipo de rivalidades termina naciendo el amor, así que vele el lado positivo-

-no seas idiota, Heix no me gusta para nada-

-eso todavía no lo sabemos, ¿o si? Además, mantienen una rivalidad, es el primer paso- le dije riéndome... por alguna razón acabo de tener un deja vu como en tercera persona, muy raro. A pesar de mi comentario, el se mantenía serio. Supongo que este tipo de bromas no le hacen mucha gracia que digamos... agua fiestas.

-bueno, señores, a sus asientos, por favor- rápidamente Mereon entró al salón, es cierto, por un momento había olvidado donde estábamos, la clase siguió normalmente, tampoco hubo nada interesante hasta unos minutos antes de que nos fuésemos -por cierto, no se si lo dije, creo que no, pero tenemos las puntuaciones de sus misiones- ¿las puntuaciones? Es verdad, me había olvidado de eso, vamos a ver a que grupo le fue mejor -el grupo A obtuvo un cinco, según me dijo su centila, estuvieron demasiado dispersos todo el tiempo, y cada uno hacia lo que quería, no deben trabajar de esa manera, tómense esto más enserio la próxima vez- supongo que Heix si que obstaculizo al grupo en general, pero a pesar de eso, parece que no lo hicieron del todo mal.

De fondo pude escuchar un "se refieren a ti" en tono burlón por parte de Kuga a Heix... Definitivamente diría que ahí puede surgir algo.

-el grupo B... obtuvo un ocho, no estuvieron del todo mal, simplemente les faltó deducir las cosas de mejor manera, y por último el grupo C tiene un nueve, no les pondré puntaje perfecto por una simple razón, al menos contra el "ladrón" aquel, prácticamente lo derrotaron entre dos, además que les falto discreción a la hora de entrar en su "base", y en el caso de aquel monstruo que bloqueaba el paso comercial, no estuvieron mal, pero podrían haber estado mejor- rápidamente todos en el grupo dirigimos miradas asesinas a Nitlar, quien rápidamente apartó la mirada, en fin, tampoco es que este nada mal, es un nueve, además, ese tipo de estupideces las va a ir puliendo con el tiempo... más le vale que lo haga.

Tras un par de minutos, y un par de discusiones entre grupos, comenzamos a irnos, aunque Mereon me llamó la atención rápidamente, y me hizo una seña como de que me acercara.

-¿si, que pasa?-

-tengo dos preguntas que hacerte la primera es, ¿de dónde sacaste esa espada?-

-¿eh? Esta espada me la dio mi madre, ¿a qué viene esa pregunta?-

-tiene un color diferente, por eso no pude distinguirla hasta hoy... ¿qué le hiciste?- ¿qué? ¿Mereon sabe sobre...?

-¿cómo es que sabes eso?-

-hace tiempo me enfrenté el antiguo portador de esa espada, reitero mi pregunta, ¿cómo la conseguiste?- ¿el peleó contra Kwen?

-me la dio mi madre-

-sabes lo que significa llevar esa espada contigo ¿verdad?- ¿a que se refiere este tipo? ¿A las lanzas oscuras? No es ningún misterio para mí... Rápidamente negué con la cabeza -significa que las lanzas oscuras vendrán a buscarte donde quiera que estés- ¿cómo es que él sabe sobre el objetivo de las lanzas? Nada más escuchar eso suspiré intentando disimular mi nerviosismo.

-eso ya lo se, ya estoy enterado de ese riesgo, lamentablemente- Neldi dio un paso al frente y me interrumpió.

-el monstruo que estaba bloqueando la ruta comercial de ese pueblo era de hecho la invocación de Ginta Kane-

-ya veo, están enterados, en ese caso han visto el poder de esos tipos, ¿no prefieren que yo guarde esa arma? Quiero decir, de esa manera no correrían tantos riesgos- parece una buena oferta, después de todo, entre cuatro personas apenas pudimos dañar a Ginta.

-¿enserio estas siquiera considerándolo?- sentí a Duise bastante molesta en mi cabeza. No, no, simplemente siento que estarás más segura con el que con nosotros.

-¿cómo es que sabes sobre esos riesgos?-

-cuando Kwen aun estaba vivo, estaba de paso en Teju, se había quedado unos días junto con su grupo, hay un día que llamamos el ocaso sangriento, fue el día que tanto Kwen como su grupo se irían, y el día que esos tipos atacaron, o mejor dicho la tarde en que atacaron... no fueron ni uno, ni dos... atacaron los ocho a la vez... pasaron todas nuestras defensas sin problemas dejándonos a todos destrozados, todos ellos pasaron rápidamente salvo dos personas, Ginta, él se veía como el más cuerdo de los ocho, mostraba remordimiento ante sus actos, y el otro tipo era Gatlan Jigak, este llevaba una especie de alabarda con el filo más grande, y bastante agrietado, dando la sensación de estar dentada, y con ella.. cortaba y torturaba hasta la muerte a mis compañeros frente a mí, y yo también hubiese muerto si no hubiese sido por él, justo cuando Gatlan estaba por venir a atacarme a mí, Kwen se interpuso, y lo golpeó con su espada lanzándolo unos metros hacia atrás- así que el experimentó de primera mano lo que es la fuerza de las lanzas oscuras.

De todas formas, es muy raro, porque nunca escuché que hubiesen quedado supervivientes en sus ataques, de hecho es por eso por lo que sus rostros no se conocen, porque nunca, o a juzgar por lo que me está diciendo, casi nunca dejan supervivientes o testigos.

-de un momento a otro, el resto de las lanzas volvieron, y rodearon a ese tipo- espera... mi madre dijo que ese tipo había muerto, y ahí lo rodearon las ocho lanzas, ¿ellos fueron quienes lo mataron?

-mi madre me dijo que Kwen está muerto, fue cosa de las lanzas oscuras ¿verdad?-

-por más increíble que suene no, ellos no lo mataron, Kwen pudo defenderse con muchas dificultades, pero pudo al menos retener los ataques de las ocho lanzas a la vez- rápidamente tanto yo como Neldi nos quedamos boquiabiertos ese tipo, Kwen, ¿de verdad era humano? Quiero decir, nosotros apenas pudimos dañar a uno de ellos entre cuatro personas, ocho si también contamos a las invocaciones, y ese tipo mantuvo una pelea contra todos a la vez, era un auténtico monstruo, ahora entiendo lo que dijo aquella sombra. Rápidamente Neldi dio un paso al frente.

-todo eso no responde la pregunta inicial, ¿cómo sabe de los riesgos de portar esa arma?-

-ah, eso, antes de que esos se fueran, Ginta Kane con una sonrisa miró a Kwen y le dijo "volveremos a buscarla, y la próxima vez la conseguiremos, camina con cuidado de aquí en adelante" luego de eso, Kwen me cargó hacia el hospital de la ciudad, y ahí me contó todo, primero me pidió disculpas por lo ocurrido, y me explicó lo que buscaban... lo se porque el de primera mano me lo explicó-

-está bien... bueno, Mereon, muchas gracias por la advertencia, de verdad, pero prefiero tener yo la espada- dicho eso nos despedimos de él y volvimos a casa, de verdad no sé si hice lo correcto, pero algo me dice que en mis manos estaría mejor que en las suyas. En el camino de vuelta a mi casa noté como Neldi tenía la mirada perdida, como triste, por lo que yo sin pensarlo coloqué mi mano en su hombro -Neldi... ¿estás bien?-

-yo... es que... no quiero perderte- rápidamente alzó la vista, me miró y unas cuantas lagrimas resbalaron por sus mejillas -no quiero que te pase lo mismo que a ese tal Kwen... no sé qué haría si te perdiera...- sequé sus lágrimas y la miré con una sonrisa.

-quédate tranquila, voy a estar bien-

-¿cómo sabes eso?-

-porque te tengo a mi lado, mientras estés ahí sé que voy a poder sobrevivir a cualquier cosa, por más cursi que suene, eres como mi motivación para luchar, y mi apoyo-

-no seas tonto... Yo... Es que... no sé, por más que quiero hacerlo siento que no soy lo suficientemente fuerte- rápidamente recordé cuando me defendió estando en el suelo contra Ginta y contra Haka.

-oye, ¿recuerdas cuando me protegiste contra Haka y contra Ginta?-

-si... lo recuerdo, pero...-

-¿qué era lo que tenías en mente en ese momento?-

-yo solo pensaba en protegerte, costara lo que costara-

-¿ves que si puedes hacerlo? Simplemente necesitas tener eso en mente ¿verdad?-

-...supongo que sí...- dijo mientras desviaba la mirada como avergonzada, se ve muy linda así.

-en ese caso hagamos un trato, yo te protegeré con mi vida si es necesario, tu haz lo mismo, así al menos si morimos, lo habremos hecho haciendo todo lo posible por cumplir ese objetivo, y no moriremos arrepintiéndonos, ¿qué te parece?- rápidamente se puso colorada y bajó la mirada.

-está bien... acepto el trato... procura no tener que usar tu vida para cumplirlo- yo volví a sonreírle, y ella rápidamente me abrazó... No se por cuánto tiempo dure esta tranquilidad y felicidad, pero voy a disfrutarla mientras aun pueda... solo espero que no sea muy tarde para eso.

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