Líos de una espía (Escuadrón "S" #1)

Cap. 5 *DÍA 12*

Día: Día 12 "Ataque mañanero"
Hora: 9:06 am
Lugar: Apartamento de Sandy

Me remuevo en mi cama y abro los ojos frustrada porque no puedo volver a dormirme, checo el reloj en el buró y apenas son las 9:06 am, gruño y me tapo la cabeza con una almohada, en eso escucho lo que creo son pasos. Me levanto con cuidado, tomo el inmovilizador que esta bajo la cama y camino en dirección a la puerta, me detengo a escuchar y me percato de que los pasos vienen hacia acá.

¿A quien en su sano juicio se le antoja atacar a un espía a las nueve de la mañana?

¿Qué clase de ataque mañanero es éste? ¿No se pudieron esperar unas horas mas?

Es entonces cuando otra pregunta surge.

¿Cómo es que saben donde vivo?

Tal vez ya me descubrieron o a lo mejor todo este tiempo supieron que soy una espía y solo me dejaron seguir porqué así me tenían mas vigilada.

Lastima de plan, hubieran elegido otro lugar para atacarme y no mi apartamento. Y menos tan temprano por la mañana cuando es obvio que yo siempre me levanto súper temprano. Se equivocaron porqué aquí yo tengo mucha ventaja.

Me escondo detrás de la puerta y cuando el picaporte comienza a girar, me pongo alerta y apunto el paralizador en dirección donde el intruso debería aparecer.

La silueta del intruso aparece a través de la puerta y justo cuando estoy a punto de disparar la voz de la persona que me trajo al mundo me hace retractarme.

- Sandy ¿Dónde estás? -La angustia en el tono de voz de mi madre es palpable-.

- ¡Mamá!

Exclamo a la vez que guardo el paralizador en el bolsillo de mi pantalón de pijama y voy hacia ella con los brazos abiertos. Mi madre se sobresalta pero aún así se deja abrazar.

- ¿Qué hacías ahí?

- ¿Qué haces aquí?

Ambas preguntas son formuladas en cuanto se termina nuestro abrazo.

- Estaba haciendo estiramientos -vocifero dando saltitos para que me crea-.

Si le digo a Renata que estaba apunto de paralizarla probablemente algo malo me pase, no trae chanclas pero esos tenis se ve que duelen mucho.

- ¿Tan temprano? -Interpela-.

- Si, es que sabes. Últimamente me estoy levantando más temprano.

- ¿Y quieres que te lo crea?

- Si quieres -Me encojo de hombros- Ahora dime; ¿Qué haces aquí?

- Bueno, ya que tengo una hija que no me llama ni me manda un mísero mensaje y mucho menos va a visitarme tengo que venir yo a asegurarme que estés bien.

- Tranquila mamá, aún te queda Sandy para rato, además tu sabes que yo no voy a ir a visitarte hasta que él se vaya -Caminamos hacia la sala y me dejo caer en uno de los sillones-.

- Quiere verte, me dijo que te invitara a cenar. -Mi madre se sienta en el sillón de enfrente y me mira suplicante-.

- Mamá, tu sabes que yo no voy a ir.

- Sandy es tu padre no merece que lo trates así

No se porque se empeña en defenderlo.

- ¿Y yo si merezco ser tratada como él lo hace? -Abre sus ojos en sorpresa- Ya me canse mamá, yo no merezco menos cariño por dedicarme a lo que me dedico.