Líos de una espía (Escuadrón "S" #1)

Cap. 20 *Día 39*

Día:Día 38 "Sandy la salvaje "
Hora: 10:55 am
Lugar: Apartamento de Sandy.
...

Nunca en mis años de entrenamiento como espía había experimentado un dolor como este y eso que en cada uno de mis combates me disputaba en peleas tanto mixtas como mujer con mujer y no me habían dañado tanto como ahora, pero yo se porque sucede esto.

Ayer no solo tuve una pelea cuerpo a cuerpo, si es que se le puede llamar así ya que no tuve ni la más mínima oportunidad de defenderme.  Bueno, aparte de esa pelea también tuve una discusión con Soyer y aunque ayer me daba igual hoy ya con la cabeza fría y analizando todo me di cuenta de mi error, porque si, fue mi error.

Me estiro hasta tomar mi celular y mirar la hora, son casi las once de la mañana, lo vuelvo a apagar, estoy por tratar de dormir otro poco cuando el celular suena. Me tallo la cara con ambas manos y lo tomo para contestar.

— ¿Hola?

— Hija —La voz de mi madre al otro lado de la linea me hace abrir los ojos sorpresivamente— Hola, ¿Estabas dormida?

Aclaro mi garganta y trato de fingir que estuviera en mi mejor condición.

— No, estoy trabajando mamá, es imposible que yo esté  dormida. —Murmuro tratando de sentarme—.

— Cariño ¿Estas bien?

Odio que mi mamá haga preguntas como esas.

— Si mamá, ahora si me disculpas estoy trabajando, luego te hablo. Te quiero.

Cuelgo antes de que mi madre haga otras de sus preguntas y me levanto de la cama con sumo cuidado, camino arrastrando los pies hacia el espejo y levantó mi blusa, el área de los golpes está morada e hinchada, trato de tentarme con la mano pero me duele horrores.

Solo fueron dos jodidos golpes ¿Por qué me duelen tanto? La bofetada en la cara fue la única que no se me marcó, solo tengo el golpe en las costillas y los raspones en ambas rodillas cuando me lanzaron, también me duele un poco un hombro. Pero eso fue de cuando me lanzaron al piso.

Si hubiera ido a la universidad hoy probablemente el doctor red -si es que está en la universidad- hubiera descubierto que soy infiltrada, aunque tal vez si va a levantar un poco de sospecha que no vaya.

Escucho el timbre sonar y camino con cuidado hasta la puerta. Detrás de ella están Scott y Samuel.

— Hola guapos —Los saludo y hago un ademán para que entren—.

— Hola Sandía —Saluda Scott— ¿Cómo estas?

— He estado mejor Scotte —Le guiño un ojo y con mucho dolor me siento en el sofa—.

— Dejame ver —Exige Samuel—.

— Estoy bien —Le hago saber—.

Aunque su ceño fruncido me hace saber que no me cree.

Termino cediendo ante la mirada de ambos y me levanto la blusa del pijama a la altura de la costilla.

— Está horrible —Gime Scott— ¿Qué te pusiste para el golpe?

Scott está demasiado asombrado por como se encuentra el golpe y Samuel solo niega con la cabeza.

— No te pusiste nada ¿Verdad? —Niego— Eres toda una cabeza dura Sandy.

Toma su mochila y saca de ella un frasco, lo abre, toma un poco del ungüento con sus dedos y se acerca hasta mi y coloca poco a poco por toda la herida. Me frota lentamente con movimientos circulares y yo gimo de dolor.