DECIDO SER YO, CADA DÍA MÁS YO. ~

Capítulo 4.

Daniel Patterson.
Viernes 22 de febrero, 13:00
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-¿Sabe, jefa? Miente usted fatal, pero pese a eso -me acerco lentamente a ella levantándome de la silla.- sigue poniéndome como el primer día, y siento mis formas, pero es que no tengo pelos en la lengua.
-Mire, le avisé que si quería seguir teniendo el puesto dejase de comportarse así, ¿entendido? -dice levantándose haciéndose la indignada a lo que yo rio.- ¿De que se ríe usted? Me pone de los nervios.
-¿Ah, si? -sonrio.-
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Me acerco lentamente a ella, haciendo que de los típicos pasos atrás chocando con la pared mientras me pongo delante suyo.
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-Ahora es cuando en las típicas películas, surge la tensión por ganas a besarse. -susurro.-
-No. Ahora es cuando te podría retorcer la polla y dejarte estéril. -me aparta bruscamente.- No me toque los ovarios, Patterson. Se está ganando a pulso el despido y solo lleva una semana.
-¿Porque es tan complicada, señorita? -pregunto chistoso.-
-Porque mi vida lo es. Por favor, márchese. Yo tengo que seguir trabajando. -señala la puerta y niego levemente con la cabeza.- Largo.
-Esta bien. Pero con una condición algo atrevida.. Si esta noche, el tan esperado viernes, cena usted conmigo. -la miro fijamente a los ojos.- No acepto un no por respuesta.
-No ceno con empleados. -intenta huir pero la detengo.- ¿Por qué es tan insistente, Patterson?
-¿Por qué no? -sonrío.-
-Hoy. A las diez y media en el restaurante de aquí en frente. Como sea impuntual.. -la corto.-
-Allí estaré, jefa. -susurro en su oído y sonriente me marcho de allí, bien, muy bien Daniel.-
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Evelyn Ackerman.
Viernes 22 de febrero, 22:25
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Siempre llego cinco minutos ante como a todos los sitios que voy, odio la impuntualidad. Ya que es un restaurante bastante elegante, tuve que vestirme adecuadamente. Un vestido igual de negro que mi cabello, de encaje y con la espalda descubierta se acomodaba en mi figura. Tacones y un recogido bastante simple. Si, no es una cita y aunque lo fuese me gusta ir simple. Después de cinco minutos, justo cuando mi reloj da y media lo veo aparcando en frente mío. Me sonríe nada mas acercarse a mi y ruedo los ojos.
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-Buenas noches, si me permite jefa -agarra mi mano suavemente, ya que sabe que habitualmente no suelo saludar.- Está usted bellísima.
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Besa mi mano y tras ese gesto aparto mi mano, habrá notado lo frígida que suelo estar siempre, día a día y temo a dar explicaciones ya que cuando dijo que mentía fatal, efectivamente, miento peor que un niño de cinco años.
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-Vamos Patterson. Tengo hambre. -digo fría.-
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El ríe ante mi actitud y caminamos juntos hacía la reserva que el mismo hizo. Nos indican y antes de sentarme retira mi asiento haciéndome a mi reír, que no sea sarcásticamente, por primera vez desde que nos conocemos.
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-¿Y usted de que se ríe? -pregunta frunciendo el ceño.-
-De que se piensa que no se retirar una silla, no soy una inútil y mucho menos una dama en apuros que necesite la ayuda de ningún héroe. -aparto su mano del asiento y me siento acomodándome en el.- Así muchísimo mejor.
-Ackerman. Me acabo de dar cuenta de un pequeño detalle. -sonríe.-
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Le miro atentamente cuando comenta eso, mientras que se sienta junto a mi en vez de en frente y sonriéndome de nuevo con esa sonrisa tan delicada, por no llamarla sexy, exquisita.. Basta.
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-Acaba de reírse, y no de su manera sarcástica. Y permíteme de nuevo, es que es inevitable no halagarla pero -relame sus labios.- tiene una risa encantadora, y muy sexy, demasiado sexy. -susurra inclinándose hacia mi, de tal manera que siento su aliento en mi mejilla.-
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Continuará...
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¡Ey! Bueno, ya va poniéndose la cosa interesante y preparaos para el drama y los pasados oscurosJAJAJAJAJA. Espero que os vaya gustando, honestamente me está gustando el resultado y el apoyo que estoy recibiendo, de nuevo, ¡gracias! Y si veo bastante apoyo, hoy mismo subo otro, os loveo🥰🤞🏼.
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