Capítulo 1

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Aviso: Esto es una idea que se me ocurrió en clase de Primeros Auxilios, va a ser en primera persona. No sé si será muy larga o no pero tenía que escribirla, espero que os guste.

Mi madre me esperaba para pasar tiempo con ella ese fin de semana, me llamó para avisarme de que ese fin de semana quería presentarme a alguien; la idea no me agrada para nada pero llevo días sin verla y, además, me siento sólo en el loft.

Conduzco con precaución, creo que escuchar una alarma pero la ignoro por completo. Lo que ocurre a continuación es como una escena que suelo ver en películas de acción, es una persecución. Un todoterreno negro nos adelanta con maestría, varios coches de policía nos indican que nos hagamos a un lado.

-¡Pum!- Se oye un estruendo, los coches siguen su camino pero yo no puedo continuar; alguien podría estar herido. Coloco unas señales para indicar que ha habido un accidente, observo el todoterreno totalmente destrozado, me asomo por la ventana; el conductor ha fallecido. Por ese hombre ya no puedo hacer nada, escucho a alguien pidiendo ayuda, proviene de uno de los coches de policía.

- ¡¿Hola!? ¡¿Cómo se encuentra?!- Un hombre hispano, con la tez oscura reclama mi ayuda; antes de intentar ayudarle llamó a emergencias indicando lo que ha sucedido y dónde.

- ¡Escúcheme con atención, voy a sacarle de ahí!- Abro la puerta del coche, sin tocar el cuello saco al policía y lo tumbo con cuidado en el suelo.

- ¡Mi pierna, me duele mucho!- La examino, no tiene muy buena pinta, busco algo para mantenerla firme; por suerte encuentro un trozo de madera lo suficientemente grueso.

- ¡¿Hay más víctimas?!- El hombre se recompone un segundo.- ¡Dos compañeros más! ¡Deben de estar en los otros coches!- Con rapidez me dirijo hacia el coche más cercano, el compañero no responde pero sí que tiene pulso; lo llevo con el otro hombre.

- ¡Kevin, Kevin! ¡¿Por qué no responde?!

- Tranquilícese, está vivo.- gracias a Dios unas ambulancias llegan a tiempo, suben a los dos policías.

- ¡Esperen! ¡Falta mi compañera!- Sólo queda un coche, y es el que peor ha quedado, fue el que se estrelló contra el todoterreno. Los profesionales se acercan para salvar a la chica.

- ¡Necesitamos una camilla y oxígeno!- Todos actúan rápidamente, me piden que les ayuda para intentar abrir la puerta, entonces consigo ver el rostro de la chica; ¡No puede ser! ¡Ella no! Al ver mi reacción, uno de los sanitarios me saca de allí. Tiene que ser una pesadilla, la última vez que la vi fue en el instituto; me dejó sin darme explicaciones.

- Señor, Señor.- no quiero creerlo, tengo que irme de allí cuanto antes; todo esto me ésta matando.- Señor, necesito que se identifique; es necesario.

- Richard Castle, ¿dónde van a llevar a las víctimas?

- Al hospital de Nueva York, usted ya ha hecho suficiente; le agradecemos su ayuda.- ¿y si esto es una señal? Llevo más de quince años sin verla, y hoy la salvo; tengo que hablar con ella.

- Perdone, pero, ¿podría llamar a este número en cuanto la chica esté estable?

- ¿Es usted familiar?

- Dile que Rick quiere hablar con ella, no le digan que yo la salvé; por favor.- el hombre no entiende nada pero asiente, decido seguir mi camino; mi madre me espera.

Desde el punto de vista de Kate...

Ese cabrón no va a conseguir salirse con la suya, nunca ha fallado en un caso y esta no va a ser su primera vez; la persecución les obliga a coger la autovía; no quiere que ese tío se lleve a más personas por delante. Pis con fuerza el acelerador, realizo una maniobra que consigue sacar al todoterreno de la carretera; mi coche da una vuelta de campana. Lentamente todo se va volviendo más oscuro, el olor a humo me invade los pulmones perdiendo poco a poco la consciencia. No sé si son imaginaciones mías o no pero creo escuchar la voz de Castle; ojalá pudiese volver atrás y haberle explicado por qué tuve que cortar con él pero ya es demasiado tarde.

Somewhere Only We KnowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora