Sólo es un consejo. Tú decides.

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Agoney se pasó las manos por el pelo, visiblemente nervioso.

-A ver chico que seguro que no es para tanto.

-Sí.

-¿Te he dejado embarazado? - Dijo el rubio mientras reía.

Aquella broma terminó de cabrearle del todo.

-¿Eres tonto? ¿Te piensas que es normal que le hayas contado a todo el mundo lo que pasó en el botellón de los cojones? ¿Qué pasa? ¿Eso es lo que haces con todo el mundo que te tiras? No me jodas. El señorito tenía que presumir de haberse liado con otro más, venga, ¿quién dijo miedo? Uno más para tu lista.

-¿Quién cojones te crees para hablar sobre lo que hago o dejo de hacer con mi vida? Nos liamos, ya está. No hay más, ¿te jode que solo sea eso? Pues siento mucho no haberte dicho que a mi el rollo de emparejarme no me va.

-No has entendido nada. A mi lo único que me jode es que lo cuentes por ahí como si fuese un logro tío. -Dijo mientras se cruzaba de brazos, apoyándose seguidamente en la pared.

-Como si no fuera un logro tirarme a Agoney Hernández. -Soltó una pequeña risa que mostraba resignación. -Estás buenísimo cabrón.

El rojo comenzó a ser visible en las mejillas de Agoney, sacándole a Raoul una sonrisa ladeada.

-Pero bueno Agoney, que ni yo te convengo ni a mi me va ese rollo.

Raoul volvió a acercarse al grupo, dejando al canario sin saber muy bien que acababa de pasar. ¿Había conseguido desviar completamente el tema de conversación? Sí. ¿Eso le había molestado? También. Y lo más importante, ¿estaba conpletamente rojo porque le había dicho que estaba buenísimo? La respuesta a todo era sí. No podía creerse que habiéndole visto un total de dos veces de cerca hubiera conseguido tener aquel efecto acelerante sobre él.

Minutos después se dirigió hacia los chicos, ya completamente recuperado tras aquella conversación. No pudo evitar fijarse en lo ágiles que eran las manos de Raoul sobre la bola.

-Chs. -Agoney llamó la atención de Miriam.

-¿Qué? ¿Le has comido la boca?

-¡Miriam! ¡Que no! ¡Déjate de tonterías!

-Vale, vale. ¿Qué quieres?

-¿Por qué está jugando?

-¿Raoul? Bueno, les he dicho a él, a Ricky y a Aitana que se unieran a la partida. Espero que no te importe. -Miriam se apartó, guiñándole un ojo y dejándole unas vistas al canario que no dejaban nada que desear.

El rubio se agachó para lanzar la bola, haciendo que los vaqueros le quedaran aún más ajustados si es que eso era posible.

Dios mío.

Agoney miró a Nerea, que le observaba divertida por la situación.

-Mejor me siento. -El isleño deshizo todo el camino que había hecho anteriormente para acabar delante de un pequeño sofá y sentarse rápidamente.

Aitana, que había observado toda la situación, se acercó disimuladamente, sentándose a su lado.

-¿Qué? ¿Problemas con el rubio?

La chica parecía realmente interesada, así que decidió no cambiar de tema.

-Bueno. -Soltó una carcajada bastante falsa. -No se si son problemas.

-No pasa nada si no quieres contármelo. Te entiendo Agoney, no me conoces de nada y sabes que soy la mejor amiga de Raoul, yo también me quedaría callada. -Le sonrió.

Devuélveme el Corazón || Ragoney Donde viven las historias. Descúbrelo ahora