Capítulo 1: La chica nueva en Hamaspe.

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. Alexa Monroe.

Newt Hamilton quería matarla.

No literalmente, y tampoco es su culpa en realidad. Él solo está nadando en la piscina como habitualmente hacía, dando esas brazadas rápidas y precisas, que hacen que los músculos de su espalda se flexionen de la manera más perfecta. Con su piel tostada hundiéndose en el agua una y otra vez...

—Deja de babear en mi ventana... –ah, Abby Hamilton provocó que saliera de aquella ensoñación en la que quedó colgada mirando a Newt nadar.

—¿Que? –había estado ignorando tanto a su amiga, que ya no entendía que le decía. Sin embargo, mantuvo su vista clavada en la ventana.

— voy a comenzar a pensar que vienes solo por mi hermano...—siguió Abby, sentada cómodamente en la cama, con la portátil sobre las piernas.

Ante el leve y adorable puchero de Abby, Alexa se rio y fue la cama, sentándose en la punta:

—lo mío con tu hermano es solo un crush, es más, si lo miró fijamente hasta me parece feo —Abby le dio el tipo de mirada que decía que lo dudaba muchísimo—, lo nuestro es eterno.

—aja...—los ojos azules de Abby la observaron con picardía— dulce, muy dulce, pero no te creo ¿te has olvidado como nos conocimos?

Alexa sonrió antes de hablar, su vista volvió a la ventana: —Noup, estaba muy borracha como para recordarlo.

—¿Sí? te lo recordaré, estábamos en una fiesta y dijiste "Quiero lamer cada centímetro de ese chico de ojos azules" entonces Shirlyn te dijo que yo era su hermana menor.

—No sé de qué me hablas...

—Me sonreíste y dijiste que ibas a ser mi próxima cuñada –sip, exceso de confianza, eso sonaba como ella misma— entonces te acercaste a mi hermano para invitarlo a bailar...—La pelinegra siguió hablando de una de las situaciones más vergonzosas de su vida, afortunadamente Alexa no era una chica tímida, sabia reírse como nadie de sí misma— Y él te rechazó porque estaba con su novia.

—¡Y tú eres una mala persona por no haberme advertido de eso! –estalló Alexa, con una risa escapándosele al final. Abby sonrió abiertamente, sus ojos brillaron con diversión.

Eso sucedió a principio de año, era nueva en la ciudad y su vecino, Scott, la invitó a una fiesta en su casa. Al principio dudo, porque ir a una fiesta donde no conoces a nadie no sonaba como la mejor idea. Pero Alexa no era del tipo de chica que prefiere quedarse en su zona de confort. Además, tenía la seguridad de que, si se aburria, bastaba con cruzar la verja para estar en su casa.

Pero no se aburrió en lo absoluto, se cruzó con un grupo de chicas entre las cuales, estaba Abby.

Y aunque aún se avergonzaba recordando ese momento de euforia, donde invitó a bailar a un chico delante de su novia (En su defensa, no parecían pareja. La chica había estado sentada un largo rato con sus ojos fijos en su celular), la alegraba haber ido y poder conocer a Abby.

—Aw, Alexa, mírate...—Abby tomó un pequeño espejo de su mesita de noche— esta roja ¿Te estas acordando de la mirada incomoda de Newt? Porque yo sí. pero tranquila, tu actitud fue épica, mantuviste la sonrisa en todo momento. Por dios, me reí tanto.

—Te odio.

—Mentira, me amas porque te salve de la vergüenza.

Era cierto, si bien Abby no le advirtió que su hermano estaba de novio, si fue a su rescate en medio del momento vergonzoso, riéndose y diciéndole a todo el mundo que aquello solo era parte de un reto que Alexa había perdido.

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