Judith se vistió, tenía que estar en el instituto a las ocho y diez, más o menos. Se puso unas vans, unos pitillos claros, un crop top negro con letras fucsias y una chaqueta blanca y negra. Se hizo una trenza de espiga, se colocó sus pendientes de herradura y un collar con una pluma. Bajó las escaleras de su casa y se comió una tostada con jamón york y aceite, y de bebida, un zumo tropical. Cogió su comida para el instituto, y llamó a su hermano, Adrián, que iba con ella.
Estaban en el coche, y Judith hablaba con su mejor amiga por el movil, cuando vió pasar al chico que le gusta. Era taaaaan guapo...
Llegaron al instituto y ella fue a clase, eran y nueve. Allí estaban las chicas populares, con leggins ajustados negros, y si, un kilo de maquillaje encima.
Sonia todavía no había llegado, su clase estaba en el pasillo contrario al suyo, podia ver su clase y ella no estaba. Era muy extraño, le hablaba por whatsapp y no contestaba, su última conexión era a las ocho y siete minutos. Judith empezaba a preocuparse, sonó el timbre de clases y seguía sin saber nada de ella. Entró en clase, angustiada.
- ¡Buenos días alumnos! Me presento, soy vuestra tutora, me llamo Josefina y os daré lengua.
- Buenos diaaas profesoora. - Contestaron todos los alumnos, excepto Judith, que seguia pensando en su amiga.
Pasaron las horas, y no había nada interesante, sólo profesores locos, amargados, y algunos, gritones.
Ya tocaba recreo, y llamó a Sonia, que, por suerte contestó.
- ¡Sonia! ¡¿Dónde estás?!
- Tranquila, me ha empezado a doler la cabeza y no he podido ir a clases.
- Uff me has asustado mucho, no me contestabas ni nada y crei que...
- ¡Mira que eres tonta! Anda que pensar eso... vamos vamos...
- ¡Oye! Me importas mucho y... bueno, eres mi mejor amiga, ya sabes, es normal.
- Bueno ya, pero tu eres especial, y como no, te preocupes más que nadie.
- Lo sé, lo sé, soy así y no puedo remediarlo, chiqui, esta aquí David... ¿que hagooo?
- A ver a ver...
- ¡Se está acercando un amigo! -dijo Judith interrumpiendo a su amiga-. Te corto!
-Vaale y tu tranquila eh. Un beso.
-Mejorate Sonia, te quiero, ¡amigas para siempre!
- Eso ni lo dudes.
Pocos segundos despues, el amigo de David, Jose, ya estaba cerca de ella.