II. Boceto

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—¿¡Qué!?

—Eso mismo dije yo —admitió Hyukjae, agitando sus manos.

—Déjame... déjame entender esto —pidió Kyuhyun, pinchándose el puente de la nariz.

—Adelante —concedió—, y si lo entiendes me explicas a mí.

Kyuhyun soltó una carcajada. Luego suspiró y frunció el ceño, repasando todo lo que Hyukjae acababa de contarle. Casi podía ver los engranajes de su cabeza funcionando a toda velocidad mientras caminaban por los pasillos de la universidad, en busca de su salón.

Luego de repasar el inesperado encuentro con Donghae por un par de horas en su casa, Hyukjae se decidió por llamar a Kyuhyun y explicarle que no estaba molesto, y le pidió que se vieran en la mañana como siempre, para poder contarle lo que había sucedido. Aunque pudo hablar sólo luego de escuchar al menor rogar por su perdón durante tres minutos enteros, en los que se negaba a escucharlo diciendo que no era necesario que Hyukjae hablara. Y la llamada terminó con Kyuhyun ofendido, luego de que Hyukjae le dijera que tenía que esperar hasta la mañana siguiente para enterarse de lo sucedido.

—Para eso no me hubieras llamado —soltó con fastidio, y trancó.

Hyukjae miró el teléfono sorprendido mientras comenzaba a reír.

Al menos ellos dos habían vuelto a la normalidad.

Tan a la normalidad, que ahora veía a Kyuhyun repetirse a sí mismo los eventos, mientras asentía esperando su conclusión.

—Y, entonces, ¿sólo te dijo que te explicaría por qué lo impresionaste, pintándote? —Hyukjae asintió a sus palabras— ¿Y qué le respondiste?

—No tuve tiempo de decir nada, además de sorprenderme, porque llegó el autobús. Así que él me dijo que nos viéramos durante el almuerzo, en la cafetería —explicó.

—¿Por qué no sólo te dio su número? —Hyukjae se encogió de hombros y el menor le dirigió una mirada escéptica— Es tan raro, mucho más de lo que esperé.

—¿No me crees? —preguntó, alzando las cejas.

—¡No! No es eso. Claro que lo hago, Hyuk. Yo mismo lo vi mirarte de esa forma que me describes —admitió—. Mientras le habla- tratabas de hablar —se corrigió, conteniendo una risa—, temblabas como un terremoto de magnitud seis y él sólo te miraba como si fueras su personaje favorito de la película más interesante que ha visto ¿No te diste cuenta?

La extraña elección de palabras de su amigo lo tuvo aguantando la risa.

—No, sólo sé que me miraba mucho. No podía interpretar nada, ¿sabes? Estaba ocupando mi cerebro en no colapsar ahí mismo —dijo, con cierta acusación en su voz.

Kyuhyun le dirigió una sonrisa que mostraba todos sus dientes y le hacía entrecerrar los ojos. De esas que soltaba cuando sabía que había hecho una travesura, pero que ya había sido perdonado. Hyukjae las clasificaba como la sonrisa "sé que hice mal pero aún así me amas".

Y el menor tenía razón. Tenía que admitirlo, no podía pelear contra esa sonrisa.

—Como sea —cortó Hyukjae, con un ademán—, ¿cuál es tu veredicto?

—Que es jodidamente raro.

—Además de eso. —Volteó los ojos.

—¿Qué más puedo decir? Tú tuviste uno de tus peores momentos frente a él y el tipo aún así te persiguió para decirte que quería pintarte, en vez de reírse o pensar que estabas loco.

—Gracias por esas palabras tan bonitas, Kyuhyun —masculló con sarcasmo.

—Solo digo la verdad ¿vale?

Prisma (HaeHyuk)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora