T H R E E

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Ambos sentían la adrenalina correr por su cuerpo, el cielo era adornado por montones de estrellas, que parecía brillaban aún más esa noche y la luna tan hermosa y enorme, siendo testigos del viaje y la locura que estaba teniendo la pareja.

Tenían sus manos entrelazadas, apoyadas en la palanca de velocidades, Jungkook cada vez que tenía la oportunidad besaba la mano de su novio, mientras que este tenía su cabeza apoyada en el vidrio, viendo el camino iluminado por las luces de las casa y edificios que había en Seúl, pero sonriendo cada vez que sentía los labios de su novio en el dorso de su mano. De vez en cuando era Taehyung quien se acercaba para depositar un besito en la mejilla de su novio, dejando la cabeza apoyada en su hombro, el pelinegro no dejaba ir la oportunidad de depositar un beso en la suave cabellera castaña.

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Aunque la idea de escaparse fue del menor, el pelinegro tenía el lugar perfecto para poder estar con su novio, a solas, solo los dos. Imaginarse a Taehyung en aquel lugar hacia que su corazón comenzara a acelerarse. Tenía mucho tiempo sin aparecerse por ahí, pero Taehyung lo valía.

Cada vez se alejaban más de la ciudad, ahora Taehyung solo podía ver árboles, kilómetros y kilómetros de frondosos árboles.

¿A dónde lo estaba llevando Jungkook?

Jungkookie, ¿A dónde me estas llevando?

Es un lugar muy especial para mí, bonito— Una hermosa sonrisita de conejito (a perspectiva del castañito) adornaba el rostro de Jungkook.

¿Y ya casi llegamos?— A Jungkook le causaba risa la desesperación de su novio, por lo que dejo un rápido beso en frente.

Falta muy poquito, bebé, te lo prometo— No fue mentira, llegaron al lugar cinco minutos después, pero Taehyung nuevamente solo veía árboles.

Mi amor, no es que desconfíe de ti pero, ¿Estás seguro que aquí es el lugar?

¿Seguro que no desconfías de mí?— Jungkook miraba a su bonito con una ceja alzada.

¡No!, pero es que yo solo veo árboles, Jungkookie— Un tierno puchero apareció en los labios del castaño, el mayor no pudo resistirse y lo termino besando castamente, después de separarse de los adictivos labios de su novio, tomo la mano contraria y lo condujo a donde se encontraba la casa, la cual estaba un poco escondida de donde se encontraban.

Cuando estuvieron a solo unos metros de ella Taehyung no podía creer lo que sus ojos veían. La cabaña era preciosa, la puerta de la entrada era blanca y las paredes eran de madera, los techos estaban hechos de ladrillos, era enorme a los ojitos del castaño.

 La cabaña era preciosa, la puerta de la entrada era blanca y las paredes eran de madera, los techos estaban hechos de ladrillos, era enorme a los ojitos del castaño

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— ¿Te gusta, bebé?

— Creo que se acaba de convertir en mi segundo lugar favorito— Taehyung en verdad estaba maravillado por la cabaña, algo tan hermoso como eso no merecía estar escondida en el bosque.

R Á P T A M EDonde viven las historias. Descúbrelo ahora