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Caminaba por las calles siguiendo aquel aroma que conquistaba mi nariz. Mi pelaje estaba mojado y traía un olor asqueroso en este.

La anterior lluvia había dejado el pavimento mojado, con varios charcos de agua y en los patios de las casas con charcos de lodo, haciendo que mis esponjosas patas se mojasen.

Y si, soy un hibrido.

El aroma se hacía cada vez más intenso. Mire a mi alrededor, viendo que el aroma provenía de aquel plato amarillo que se encontraba a un lado de la puerta de aquella casa.
Escale el portón blanco, hasta llegar a ese plato de comida que me llamaba con ansias.

Me acerqué al plato con comida, viendo que era arroz blanco. Lo olí por última vez antes de empezar a devorar todo.

Al terminarme todo, mire a mi alrededor. Vi un gran ventanal. Me encamine a este, viendo el interior de la gran casa.

Dentro había un chico, lucía joven. Era pálido como un fantasma, tenía su cabello negro y lacío, que caía por su frente casi tapando sus ojos. Se encontraba tomando algún líquido de su taza.

Maullé, captando su atención. Me miro y sonrío, vi que se levanto de su asiento caminando hacía la entrada. Corrí hasta la puerta, sentándome en frente de esta.

Giré levemente mi cabeza hacía un costado y mis orejas subieron levemente al escuchar que la puerta fue abierta, dejándome ver aquel chico peli-negro.
El me sonrío.

-que lindo eres- se agachó para acariciar mis orejas, haciendome ronronear -¡Oh! Mira, te comiste toda la comida- río.

Lo mire confundido.

-¿Tienes casa?- me preguntó -oh si, es estúpido hablarle a un gato- río -bueno, vamos adentro -me alzó en sus brazos y entramos.

Cerró la puerta detrás de el y camino a la silla en la que anteriormente estaba sentado, dejándome allí.

-ya vengo, iré a buscar algo- dijo mientras desaparecía en la gran escalera.

Aproveche para mirar todo a mi alrededor. Era una casa grande, bueno, al menos para mi. Donde me encontraba sentado era en una de las sillas del comedor-cocina. Al lado del horno había una escalera por donde el chico había subido. Me imagino que allí arriba deben estar las habitaciones. Pegue un salto desde la silla; que por cierto, era de tapizado blanco, y camine pasando de largo la escalera, yendo a lo que parecía ser el living. Este era grande y espacioso, los sillones eran de tapizado negro y en el centro había una pequeña mesa blanca, y en frente un plasma colgado en la pared. Al parecer todas las paredes de la casa eran de color gris.

Escuche que el chico bajaba rápidamente, buscándome con la mirada.

-¿Donde te metiste?- escuche que dijo desde la cocina-comedor.

Maullé para captar su atención. Definitivamente esto funcionó, el chico había venido corriendo para cargarme en brazos.

-al parecer eres un gato inquieto, veamos- se fijo mi peludo cuello -mmm... Al parecer no tienes dueño- río. Agradecí no ser humano en este momento al sentir su mano en mi hombría -¡Oh! ¡Eres macho!-

Maullé incomodo, escuche una risa por parte del más alto.

Me dejo en el suelo.

-entonces... Te quedaras conmigo supongo- río.

Se agachó para acariciar mis orejas. Por instinto, me acomode contra su pecho y empece a ronronear.

-bien, te llamaras...- puso cara pensativa -¿Rigoberto te gusta?- gruñí mostrando mis colmillos.

¡Me llamo Minnie estúpido!

-ya se, te voy a dar un baño y luego pensare tu nombre- abrí mis ojos como platos al escuchar "baño". Saque mis uñas enterrandolas en sus hombros -¡Auch!- se quejo.

Okey, si, si me baño... ¡Pero como humano!. Es horrible bañarme cuando soy un gato, sientes que te ahogas y la sensación del agua tocando tu pelaje no es agradable.

Me llevó al baño encerrandome allí. Vi que la tina ya tenía agua y estaba llena. Empecé a maullar con desespero.

Lo vi entrar nuevamente por la puerta, pero ahora traía una toalla con el. Me agarro en un intento fallido de meterme a la tina.

-¡Debes bañarte! ¡Hueles feo!- dijo intentando que entre en la tina.

Maullé desesperado.

Lo único que se escuchaba en este baño, eran mis maullidos de implora y desespero, también las quejas de dolor del mayor por mis rasguños.
Sentí que el agua había tocado una de mis patitas. No aguante más y me escape de sus brazos, convirtiéndome en humano, solo quedaban mi cola y mis orejas anaranjadas a la vista.

El se dio vuelta y me vio. Abrí mis ojos desmesuradamente al igual que el. La habitación se encontraba en silencio.

-¿Q-quien eres?- preguntó mirándome entre asustado y confundido.

-A-amm... ¿Hola?- sonreí nervioso.

Me di cuenta de que me encontrana desnudo. Mis mejillas se tornaron rojas y tape mi miembro con mi cola. Todo estaba en silencio.

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¡Hola!

Si, otra historia jeje.

Bueno, iba otra parte más en este capitulo, pero esa parte no me gusta como esta escrita.

Así que el próximo capítulo modificare eso.

¡Bye!

Jihoo~04 💘

My beautiful Hybrid • YoonMin • LemonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora