Capitulo 2.-

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Camine y camine lentamente por esas calles repletas de gente, cada tanto tomaba alguna fotografía, me detenía en alguna tienda, miraba ropa, pasaba el rato. 

Pase tranquilamente por una hermosa plaza que hay cerca de la avenida, siempre había alguna nueva flor brotando, de todos colores, lilas, rosas, eran completamente hermosas, fotografié un par de ellas y seguí hacia mi destino. 

Con el paso un poco cansado llegue al puente, todos los días ese recorrido podría aburrir pero amaba con toda mi alma ese puente, era hermoso, tenia tanta historia, tantos momentos, recuerdos, que se me hacia imposible dejar de visitarlo. 

Camine lentamente sobre el, se encontraba un poco viejo, el camino había sido cortado hace mucho tiempo y nadie parecía pasar por allí hace mucho también.

Tome unas pocas fotografías, lo habitual, me gustaba sacar algunas de distintos ángulos para luego subirlas a mi computadora y ver como va cambiando con el tiempo, hacia ese recorrido hace 2 años, y ese magnifico puente había tenido muchos cambios, los grafittis cambiaban, los colores de los hierros se oscurecían pero allí permanecía esa esencia que tanto me atraía.

Coloque la cámara en mi cuello y comencé a subir sobre los hierros, camine lentamente, agarrándome de lo que encontraba en mi camino y al llegar a la mitad me senté, me quede unos minutos pensando, pensando en la vida, en lo corta que es y en lo difícil que se me hace poder comprenderla. Muchas preguntas se planteaban en mi mente pero como siempre, ninguna respuesta aparecía.

El puente pasaba por encima de un arroyo muy lindo, tenia unas aguas de un color muy extraño, estaba en paz, ese si que era un día tranquilo, tal vez todo mejoraria, quien sabe.

Escuche unos hojas crujir a mis espaldas, me voltee rápidamente, casi perdiendo el equilibro, por suerte no caí, esa si que hubiera sido una caída mortal, me pare rápidamente y salí del puente.

De nuevo, ese crujir.

-¿Hay alguien ahí?- grite por encima de mis pensamientos.

Silencio... y nada. Sabia que había alguien ahí, esa área estaba completamente cerrada y dudaba muchísimo que alguien se encontrara por estos lados, camine rápidamente hacia la calle principal, sin mirar hacia atrás, sentía, ¿miedo? no lo se, solo sabia que instintivamente quería salir de allí lo mas rápido posible.

-Ariel, Ariel, Ariel - Repetían, era la segunda vez que decían algo en todo el día, las extrañaba. -Estas loca pequeñita, no había nadie allí, solo es tu mente jugándote una mala pasada, ¡otra vez!. Mejor déjate de pensamientos tontos, nadie estaba persiguiéndote, ¿Quien iba a querer hacerlo? ¿Un fantasma?- y comenzaron a reír fuertemente.

Su comentario me dio un poco de gracia así que reí con ellas.

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Apenas tome la calle principal me sentí mucho mas tranquila, nadie se encontraba allí Ariel, me repetía para mis adentros. 

Decidí volver a casa, hoy tenia que pensar muchas cosas, decisiones que iban a cambiar todo, como que iba a estudiar, donde iba a estudiar y de donde iba a sacar dinero para pagarlo.

Tengo mucho dinero en la cuenta bancaria pero ya tengo 18 años, tengo que comenzar a valerme por mi misma.

Llegue a casa rápidamente, deje la cámara sobre la mesa y abrí mi notebook.

Teclee varias universidades, eran muchísimas, ingeniera, economía, medicina, arquitectura, Arte, etc.

No tenia idea que podría llegar a estudiar, me encantaba dibujar, escribir y fotografiar. 

Dulce VacíoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora