Capitulo 3.-

22 0 0
                                    

Desperté a las 10 de la mañana, considerablemente temprano, siempre acostumbraba a despertar a eso de la 1 de la tarde, o a veces mas, últimamente como no salia a ningún lado, dormía un poco mejor.

Tenia la cita en la universidad a las 2 de la tarde y tendría que tomar un metro para llegar allí. Me metí en la ducha, ¿que impresión daría en la universidad? Tendría que ser muy simpática, claro esta, estoy empezando las clases muy tarde, y necesito no perder este año.

Apenas salí de la ducha me vestí lo mas formal posible, un jean, una remera blanca y un blazer, cualquier cosa era mejor que andar vestida con remeras de green day o paramore.

Salí de casa y pase por la cafetería a buscar mi amado café negro sin azúcar, en la estación tome rápidamente el metro.

Fue un viaje parcialmente corto, subían y bajaban muchas personas, apuradas intentando llegar a sus trabajos en hora, muchos estudiantes, en camino a sus hogares, espero poder aplicar, es lo único que quiero lograr en este momento.

En 20 minutos estaba cruzando la doble entrada de esa enorme universidad, su estructura arquitectónica era fantástica, de verdad me encantaría tener el placer de estudiar allí, ni quiero imaginarme lo que debe ser la biblioteca de este lugar, lleno de libros antiguos, pero antes, necesitaba encontrar la Dirección.

Camine por unos largos pasillos, ¿como se suponía que encontrara esa maldita oficina sin señalizaciones?, cruce algunas palabras con algunos estudiantes que me ayudaron a llegar a esa habitación luego de unos cuantos minutos, creo que tarde mas buscando la oficina que realizando los tramites de inscripción. En una hora ya estaba saliendo de esa encantadora universidad con mi carnet de estudiante, mis horarios y materias, y por supuesto, mi nuevo y patético uniforme.

Pase por una tienda a comprar cosas básicas, algunas cuadernolas, lapiceras, algunas carpetas y uno que otro libro que pedían los profesores. 

Llegue a casa y tire todo sobre mi cama, estaba muy emocionada, nunca me había sentido así, siempre fui solitaria pero no por opción propia, me gustaba la idea de conocer nuevas personas, sabia que no era muy simpática ni atractiva pero ¡a alguien tendría que caerle bien!

Tome mi cámara y salí corriendo de casa, quería estar cuanto antes en el puente.

-Ariel, niña, querida, esperamos que mañana en tu primer día de clase no arruines todo, como siempre haces. Tal vez logres aguantar una semana encerrada allí, ¡Quien sabe!- Gritaban exaltándome.

La medicación...

Otra vez había olvidado tomarla, siempre que no la tomaba se notaba claramente en mis voces, estaban muchísimo mas vivaces, gritaban eufóricamente y hacían comentarios aun mas negativos que en general.

Camine rápidamente hacia el puente, lo cruce con mucho cuidado, me adentre en el bosque y me acosté entre las margaritas, eran unas flores preciosas, o tal vez hoy, estaba de demasiado buen humor y todo me parecía hermoso.

Cerré mis ojos lentamente, y me dejaba llevar por el canturreo de las aves, hasta que sentí un crujir...

Y otro...

-¡Maldicion!, ¿Quien esta allí?- grite por encima de mi hombro, observando cada ángulo de ese bosque.

Sentí una pequeña risa.

-¿Hola? - Pregunte un poco mas asustada, no sabia si era una imaginación o si eso estaba sucediendo, ¿de verdad había sentido una risa? pero antes de que me pudiera contestar, escuche nuevamente esa risa, junto con un suspiro que me heló la sangre, justo detrás de mi nuca.

No quería darme vuelta, tenia muchísimo miedo.

-Hola bonita, ¿que hay de nuevo? - Sentí una voz familiar, me gire lentamente y me di cuenta de quien era.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 26, 2014 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Dulce VacíoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora