Justo ahora se encontraba con su pareja en un elevador teniendo relaciones sexuales. Mientras en su cuello se encontraba una correa de perros. Su cuerpo se encontraba prisionero con las múltiples cuerdas, que su pareja amarro en el para poder resaltar cada parte.
Las penetraciones que Rusia le daba al pequeño cuerpo de México, eran excesivamente exquisitas para el otro joven. Rusia amaba verlo sumiso, tener el control de las cosas. Su pene se encontraba apretado por la presión que la cuerda le hacia. Las cuerdas resaltaban su pecho cada uno de sus pezones. Nudos que no le dejaban hacer nada sin el permiso de su pareja, ni siquiera podía soltar su semilla.
Rusia tomo a su pareja y hizo que el pequeño cuerpo, quedara prisionero ante el vidrio de aquel elevador y su cuerpo. Una junta de la ONU se volvió una fogosa escena erótica. El elevador se había estacado dejándolos dentro de el, los amigos de México corrieron por ayuda.
Mejor para Rusia quien arremetía contra la entrada de su pareja. El obsceno ruido de dos cuerpos chocando entre si, era lo única que se lograba escuchar. Suspiros, jadeos, gemidos y reclamos resonaban entre las tres paredes de metal y la de vidrio.
- R..Rusia Ah.. mgh - Los gemidos que su garganta producía no le dejaba hablar con claridad. - M...Mas rápido mgh
Los dedos del ruso se incrustaban entre la suave piel de su amado, marcas de mordidas y chupetones adornaban su bella piel. Aquellas cicatrices que su amado poseía, eran adornadas con mordidas con un color morado.
Rusia jalo la correa que México traía puesta, pudo ver en el reflejo del cristal la obscena cara que su amado ponía. Su pene se volvió a poner duro ante tal provocación, tomo las ya magullada cintura y lo volteo. Cargo a su amado tricolor y dejo que la gravedad le ayudara a penetrarlo. El cuerpo del latino subía y bajaba en el pene de su amado ruso. Liquido blanco corría por sus piernas, o simplemente salia disparado al suelo cuando su amado abandonaba su interior.
Rusia lo coloco en cuatro y lo siguió penetrando la entrada anal del latino. Los gemidos que saltaba su latino era música para sus oídos, le proporciono una nalgada en la nalga derecha que el sonido resonó en la aislada habitación. Un grito de placer fue la respuesta de aquella nalgada, con un gruñido de parte del ruso termino corriéndose adentro del latino.
Voces se escuchaban al otro lado de aquellas puertas metálicas, apresurados se vistieron y limpiaron el desastre lo mas que pudieron. El olor a sexo los delato ante aquellas miradas acusadoras de los demás países. No solo sus aspectos, o por el hecho de que estaban jadeando de cansancio. Que México no pudiera ponerse de pie con normalidad, y que al abrir esas puertas el aire de aquella encerrada habitación metálica gritara ser testigo de actos indecentes dentro de ella.
La ONU termino regañando a los dos calenturientos, pero esa no seria la lima vez que lo harían. Lo hicieron en los baños del edificio de la ONU. En un elevador dentro de un centro comercial, o simplemente en la cocina de Alemania con este en la sala. Sin duda eran un pareja de pervertidos pervertidos pero eso les daba igual.
FIN.
El fetiche de Rusia es el Bondage de la dominación. (Hay muchos tipos de Bondage, como el Bondage; de la sumisión, Disciplina, Dominación, sadismo y masoquismo)
El de México es hacerlo en elevadores o simplemente que corran peligro.
Espero les guste, no soy muy buena describiendo a detalle las relaciones sexuales.
Publicación original en Facebook.
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RusMex Week
RandomAutora de la imagen: Zer0 Creativity Historias dedicadas al shipp Rusia x México.