Lisandro.

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El celular suena, lo agarro entre dormido y veo que son las 7:00 a.m, la puta madre, me quede dormido.

Me levanto casí dando un salto, me pongo los jeans negros que están en la punta de la cama y voy directo para el baño. Me lavo la cara, los dientes y me acomodo un poco el pelo. Preparo mi termo de café, agarro la mochila y salgo para tomarme el micro. Llego a la parada y todavía estoy algo dormido, saco un cigarro y mientras espero que venga el colectivo reviso WhatsApp, después de unos 10 minutos llega. Son las 7:45 a.m ¡mierda!, la clase empieza a las 8:00 a.m. Me bajo del colectivo y empiezo a caminar, en mis auriculares suenan The Ramones (dato de color). Luego de unos 10 minutos llego a la facultad, por suerte llegue dentro del rango horario: 8:05, un lujo.

Luego de que cada profesor se presento y el reloj marcando las 9:50 a.m, salgo para fumar un cigarro y despejarme. Es difícil cuando es el primer día y sos ingresante, con la diferencia de que no es mi primer día, ni soy ingresante. Terminé el cigarro y ya era hora de volver a clases. Mientras estoy subiendo las escaleras para ir a el auditorio, siento una mirada fija en mi espalda, me doy media vuelta (con disimulo, obvio). Una chica me estaba observando, tenia cara de pocos amigos. Creo que la vi cuando entro, pero la verdad es que viendo a tantas personas son pocas las que logras recordar. En fin, al entrar se dividieron dos comisiones de prácticos, casualmente la chica de las escaleras estaba en la mía, no le preste atención. A fin de cuentas ella era una alumna más y yo el profesor.

¿¡Cómo andan!?, dije con entusiasmo. Se escucho un leve: ''Bien...nnn'', esto es sumamente deprimente. Volví a insistir: ¿¡cómo andan, motherfucker's!?, La clase acaba de comenzar.

Hola: te recomiendo que mientras lees ésta parte, escuches la canción adjuntada.

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