44 cartas para el chico que nunca me amo

Epilogo

Termino de escribir la última carta, arranco la hoja y la guardo en el sobre, el cual está al lado de mi maleta. 

Cierro mi cuaderno, el cuaderno en el cual escribe todas las cartas, y lo dejo encima de mi cama.

Suspiro y recorro con la mirada mi habitación, la habitación la cual me vio crecer, llorar, reír, planificar bromas, y muchas cosas más.

-LEAH-oigo que grita mama desde abajo.

Miro hacia la puerta y cojo mi maleta y le doy una última mirada a mi cuarto.

Después de unos 5 minutos salgo, con una carta en la mano.

Bajo las escalera y me dirijo a la puerta donde esta mama esperándome.

-Ya estoy lista-murmuro hacia ella.

Ella solo me mira con tristeza.

-Mi bebe-dice antes de venir a abrazarme y llorar sobre mi hombro.

Yo también la abrazo y lloro contra su pecho.

Algo que hice durante mucho tiempo.

-Prométeme que te cuidaras-dice sonándose la nariz con un pañuelo.

-Lo prometo mama-le digo.

Esta vez si lo prometo de verdad.

-¿Leah, que es eso?-pregunta viendo mi mano derecha.

Apretó la mano arrugando un poco el sobre.

-La carta 44-digo después de unos minutos.

Mama me mira con lastima y asiente.

Ella sabe porque lo hago.

Ella sabe porque lloraba todos los días.

Sin embargo no dice nada y solo me da un rápido abrazo.

Me quedo, nos quedamos unos minutos sin decir nada, hasta que mi celular suena.

Son las 3 p.m., hora de ir al aeropuerto.

-Mama, me tengo que ir-le digo a esta.

-Está bien mi amor-dice.

Me abraza por última vez antes de ver como su única hija, se sube a su auto con destino hacia algo nuevo.

Enciendo el carro y le doy una última mirada a mi mama, la cual está llorando en la puerta.

Me despido con la mano y arranco el auto alejándome de la casa.

Antes de llegar al aeropuerto paso por la casa de Liam, estaciono y me bajo.

Camino decidida pero con la cabeza mirando el suelo.

Llego a la puerta y dejo la carta en la alfombra que dice ' BIENVENIDO', suspiro antes de tocar el timbre y salir corriendo hacia mi auto.

Me subo y arranco sin mirar atrás.

Ahora si me puedo ir.

Llego al aeropuerto y estaciono mi auto y luego le paso una foto a mi mama para que luego venga a por él.

Entro y lo primero que hago es ver como las personas corren de un lado a otro para no perder sus vuelos.

Por suerte llegue con 3 horas de anticipación.

Me dirijo a una cafetería y hago la cola para poder pedir un café y algo más para comer.

Después de pedir me siento en una mesa, sola, con mi café y sándwich.

Doy un sorbo a mi café mientras reviso los mensajes.

Todos son de las mismas personas con las mismas frases.