La Academia Bringe situada en Inglaterra, una exclusiva institución de élite donde pocos estudiantes lograban ingresar, se dividía en edificios de diferentes clases según su nivel académico, de la A a la F, siendo la clase A la de mayor prestigio y calificación, exclusiva para los mejores ocho estudiantes. Aquí comienza la historia de un joven llamado Luzian Blackfeather, o mejor dicho, aqui continua su historia.
Como siempre se encontraba en el gimnasio, entrenando artes marciales, tenía una extraña obsesión por el orden y la disciplina, como si eso sirviera a llenar el vacío que sentía con su vida, ese sentimiento de no pertenecer a ese lugar, de que había algo más allá y que no sería capaz de alcanzarlo en ese lugar.
A mitad de su entrenamiento escuchó la puerta abrirse, era su compañera Violet Crown, la número ocho en la Academia y su compañera de clase, engreída y algo inmadura para su estatus social, pero no podía esperar menos de una Idol.
—Buen día cerebrito, veo que estas aquí como siempre, si sigues así voy a quitarte el primer puesto — Dijo la joven en tono burlón —, aunque prefiero mi puesto al final de la clase.
Luzian siguió su rutina sin prestar mucha atención a Violet, no era alguien muy sociable, sentía que la convivencia con otras personas era una perdida de tiempo; era lógico, después de todo el era el Director de una importante agencia militar, todo de manera secreta, nadie fuera de sus empleados y el director de la escuela podían saber quien era el.
—Cuanta seriedad Blackfeather — Mencionó Violet mientras se sentaba en una banca frete a el mientras esté se ejercitaba en una de las maquinas.
—Cuanto interés en hablar conmigo Crown — Respondió Luzian terminando de utilizar la maquina y levantándose a tomar una toalla a su costado para secarse el sudor —, supongo que tienes mucho tiempo libre así que seré directo... ¿Que es lo que quieres? — Preguntó con un tono serio, casi se podría decir que estaba molesto.
—¡Que miedo! — Exclamó la joven con una leve risa —. Solo quería pedirte un favor... Tu puesto como numero uno en la academia te permite tener un auto aquí, así que me preguntaba — Hizo una leve pausa antes de dedicar una dulce sonrisa a Luzian — ¿Podrías llevarme a la ciudad? No quiero que Charlie, mi representante se entere.
—¿Porque habría de hacerlo? — Replicó de inmediato Luzian con algo de molestia.
—Porque de esa manera te vas a librar de mi el resto del mes — Respondió Violet apartándose un poco —Piénsalo, dejaré de jugarte bromas para que puedas ser el amargado cerebrito que te encanta ser.
No podía confiar en la palabra de Violet, por alguna razón ella encontraba cierto gusto en molestarlo, pero dejar ir esa oportunidad, aunque fuera un posible engaño, no podía dejar la posibilidad de que la joven cumpla su palabra.
—De acuerdo Crown, dame diez minutos — Respondió Luzian alzando una ceja —, espera frente al edificio A, tomaré una ducha rápida y te llevo.
—¡Eres el mejor! Luzian, no te arrepentirás — Dijo la chica mientras salía del gimnasio dando pequeños saltos.
Una extraña sensación de inseguridad invadía a Luzian mientras tomaba la ducha, acompañado de ese sentimiento de que no pertenecía a ese lugar, por alguna razón no quería llevar a Violet a la ciudad.
Pasados los diez minutos Luzian se dirigió al edificio de la clase A, Violet ya le estaba esperando, alegre y un poco altanera como siempre.
—Creí que no vendrías Blackfeather — Mencionó mientras tomaba el brazo de su compañero para comenzar a jalar lo hacía su auto —, mientras mas rápido me lleves más rápido serás libre.
—De acuerdo — Soltó Luzian resoplando de enfado al avanzar —, Pero no creas que iré por ti para traerte de vuelta, el trato es llevarte, no traerte.
Violet no hizo mucho caso a eso, esperó a que le abrieran la puerta del auto cual princesa para entrar mientras Luzian se dirigía al asiento del piloto, una vez estuvieron listos para partir se puso en marcha, pero aquella sensación de inseguridad se hacía cada vez más grande, sentía que algo estaba por ocurrir y no estaba equivocado. Las nubes cubrían el cielo como si se acercase una tormenta, pero en lugar de agua cayó algo que ni Luzian ni Violet esperaban ver en su vida, algo que les hizo frenar casi de golpe.
—Al fin le encuentro — Mencionó el ser que había caído del cielo y ahora se encontraba flotando frente al auto. —Su majestad.