Al fin, casa.

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Todoroki logró partir de Tokyo, dejando todo atrás, sin remordimientos claro, tan solo le preocupaba Fuyumi, su hermana, la única persona a la que aún le tiene aprecio. Claro que ella no se quedaría sola, sus 2 hermanos si la querían a ella. Ahora solo hay que olvidar, olvidar todo, no existe una infancia de colores para Shoūto, ni muchas personas que estén en su corazón, así que olvidar no será difícil.

-Aquí está bien gracias- La última caja de mudanza llegó a su nuevo hogar, no eran muchas cosas a decir verdad, ya que era una fuga, tampoco se podía dar el lujo de llevar con él todas sus pertenencias, tenía tres cajas, dos de ropa y una con cosas que pasó a comprar al mercado que consideró necesarias, la casa en la que se quedaría ya viene amueblada así que eso no sería un problema.

-Buenos días! Eres tu el nuevo inquilino?-una mujer de baja estatura, rellenita y de cabellos verdosos salió de la casa de al lado.

-Uhm, sí.

-Que bueno, y tus padres?

-No... no vivirán aquí.- Todoroki forzó una sonrisa, usualmente no lo haría ya que ni siquiera la conoce, pero la personalidad de la señora era un poco contagiosa y amable, además, algo de ella se le hacía familiar, pero no sabía que era.

-Tan pequeño y vivirás solo? Pobre de ti... ven, te invito una limonada!

-Gracias, pero estoy bien.

-Vamos, debes de estar hambriento de cualquier modo, sirve que te doy de comer, justo terminé la comida.

-Yo... bueno, iré enseguida, gracias.

-Claro!

-------Ya en el comedor-------

-Oh, no me he presentado, cierto? Yo soy Inko Midoriya, y tú mijo?

-Shoūto.

-Te queda, bueno, he preparado un guiso de papas, espinacas, zanahoria, chorizo de soya y mi salsa especial, espero y lo disfrutes.- Inko era una persona muy buena, o así la veía el peli-rojo.

-Y dime, que te trajo hasta acá?

Escapé de el manicomio en el que estaba preso, siendo torturado por mi padre y hermanos, sin mi madre que se volvió loca por culpa de mi padre- Todoroki pudo decir eso, pero no quería explicarse, además casi no conocía a la pequeña mujer y era raro compratirle algo tan íntimo.

-La escuela.

-Entrarás a la preparatoria verdad? Aquí no hay universidades y no te veo tan chico como para secundaria.

-Si. A la UA.

-En serio? Mi hijo irá a esa escuela! Oh es verdad, no te lo dije antes, tengo un hijo que supongo ahora es de tu edad, muy buen chico, es muy buen repostero  y muy estudioso, aunque casi no tiene amig...

-Mamá!!!- un pequeño chico pecoso entró corriendo por la puerta interrumpiendo a su madre de golpe.- qué le estás diciendo al... al... chico de ahí...?- Midoriya no podía dejar de tartamudear, parecía un tomate.- quién es ese chico? Es muy apuesto... qué  rayos estás pensando Midoriya?!?! Huele muy bien, ese olor a chocolate obscuro y café me dicen que es un alfa.

-Hijo?- habló finalmente después de un par de minutos de intensas miradas entre su cría y su nuevo vecino.

-Eh? Ah... s-si! Mucho gusto, Midoriya Izuku.

-Shoūto.

-Hola Shoūto-san- como su madre, Izuku hablaba con una sonrisa en su rostro, solo que éste irradiaba un brillo que hacía que Todoroki sintiera una calidez en su pecho que no podía describir; además de un dulce olor a fresas y rosas frescas que le encantaba. Ese olor lo tranquilizaba.

Pastel (Tododeku-omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora