Los vecinos de Patricia sabían del largo historial de pérdidas felinas que acompañaba a la jóven.
Todavía recordaban a Chimuelo, su gato de pelaje negro sombra, estampándose contra la acera a varios kilómetros por hora, a dos metros de la señora Perez. Luego fue Rain, un gato que había sido encontrado en una noche lluviosa, casi tan lluviosa como la del día de su muerte. La señora Diaz se llevó un susto de muerte al verlo desplomarse a su lado. A él lo siguió Jeremías, el gato más llorón que existió en el edificio. Y a los meses fue Morita, una gata tuerta y bastante peluda. Ambos se habían chocado contra el suelo, casualmente muy cerca de don José.
Los vecinos de Patricia se sentían muy tristes por la mala suerte que la perseguía. Lo que no sabían los vecinos de Patricia es que para ella no se trataba de mala fortuna, sino de mala puntería.
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Microrrelatos de Terror
HorrorPequeñas historias que te podrán los pelos de punta. Aprenderás que el terror puede tomar las formas muy inesperadas.