Ha pasado una semana desde lo sucedido con ___.
Riker no había venido desde la vez que me dijo que la bañara, porque salió a Los Ángeles a hacer algunas entregas importantes.
Mi rutina de esa semana era a base de llevarle comida, verla comer y salir de ahí. Ya había hecho la primera llamada de extorsión, todo estaba saliendo acorde al plan.
Flashback de la llamada.
-Bueno, ¿quién habla?- preguntaron desde la otra línea
-Mira, Jáuregui, te diré las cosas claras. - escupí- tengo a tu hija y no sabes lo mucho que disfruto su compañía
-¡Dime quien mierda eres!- gritó- ¡Te juro que te encontraré y te mataré con mis propias manos!- gritó eufórico
-¿más muertes, Omar?-Reí con malicia- pensé que con la de mi madre te había bastado- sentí como nuevamente la sangre hervía en mis venas
-Mira, Lynch. No tienes como demostrar eso-dijo- ahora me regresarás a mi hija sino quieres terminar atrás de las rejas- me amenazó
-¿tú crees que no estaré grabando la llamada, pedazo de imbecil?- reí- Ni piensen en usar tus cosas de policía pendejo para querer rastrear mis llamadas, porqué con el celular que te estoy llamando, imposible el rastrearlo.
-¿Qué es lo que quieres?
-Hacerte sufrir, igual como tú hiciste sufrir a mi madre. Tú sigue haciéndote el tonto como que aún no sabes nada de tu princesita, sino quieres salir perjudicado. No creo que sea muy bueno para ti, que tu esposa se entere de la infidelidad y de tus errores. ¿O si?
-¡No!- contestó
-Entonces, ya sabes. Te marcaré por Skype, miércoles a las 11:45pm. Ya luego arreglaremos lo del rescate y del dinero que me darás, usaremos el verbo de que tú niñita se había escapado por un tiempo de su casa porque necesitaba un respiro.-ordene- Si no haces lo que yo digo, mataré a tu hija y no me importa terminar en la carcel con tal de verte retorciendo como la mierda que eres. -colgué.
Fin flashback de llamada.
Le prepare su comida y se la lleve, ahí estaba, igual que siempre, solo que ahora en vez de tener su cabeza escondida entre sus piernas tenía la mirada pérdida viendo un punto fijo. Mi corazón se aceleró cuando me miró, sus ojos estaban rojos igual que la punta de su nariz, a veces me quedo sentado afuera de la puerta de su cuarto solo para escuchar sus sollozos, justo cuando dejan de hacer presencia en mis oídos, entro y la miro dormir, cuando duerme es la única vez que tiene paz, duerme tan tranquilamente.
-Ross- susurro apenas con un hilo de voz
-¿Qué?- murmuré
-¿me matarás algún día?- preguntó mientras sus ojos volvían a llenarse de lágrimas.
Me senté aún lado de ella y acomodé un mechón de cabello rebelde que caía sobre su rostro.
-Yo no te mataría, nena- le sonreí, ella me miró con confusión en su rostro- Eres tan hermosa como para que te asesine- terminé
-¿Enserio no me matarás?- susurro con algo de ilusión
-Yo no, mi hermano si, si tú querido papi no cumple con lo que le dije, tú morirás, preciosa- volví a sonreír cuando sus ojos se volvieron a cristalizar.
-¡Te odio!- dijo mientras sollozaba- ¡Eres un pendejo y te pudrirás en el infierno!- gritó
-Pues miraré a tu padre ahí cuando él también muera, pequeña zorra- mientras la tomaba de los cabellos, y la empujaba a la cama haciéndola soltar un grito de terror- Eres una mala niña, ¿no?- cuestioné- necesitas que alguien te regañe- dije para luego ponerla en cuatro y darle varios azotes en su buen trasero.
-Déjame, por favor- sollozó- ¡No!, me lástimas- murmuró entre sollozos y lágrimas.
La azote, le di varios golpes y mordidas por su buen cuerpo, y solamente me dediqué a entrar en ella, sin cualquier cuidado, lo hice duro y rápido, ella sólo lloraba.
"Déjame, por favor" fue lo último que susurro antes de salir de ella e irme de ahí.

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X | Ross Lynch
Fanfiction-¡Aléjate de mi, Ross! -¿Qué no te gustaba el peligro, nena?