Tenemos que hablar

3_ Cobarde

En el colegio.

Marinette iba llegando cabizbaja, ya que pasó un día de su supuesto encuentro con Chat noir y no volvió a saber de su compañero y...

-Adrien.

Se acercó a su amigo y vio claramente como éste se estremecia y volteaba a verla con una gran sonrisa nerviosa.

-M...Marinette... hola.

Saludo y se dio media vuelta para salir corriendo pero Marinette se adelantó y se puso delante de él.

-¿Sucede algo? Últimamente estás huyendo de mí.

No sólo perdió a Chat noir, ahora Adrien se estaba alejando de ella.

-¡No estoy huyendo! Sólo... soy un idiota. - exclamó el chico, avergonzado de sí mismo.

La azabache, se acercó a él con curiosidad.

-¿Qué sucede? Recuerda que podemos confiar en el otro.
Somos los mejores amigos ¿no?

Intentó animarlo con una de ésas sonrisas que a Adrien tanto le gustaban, pero falló.

-Ahora... no puedo hablar contigo.- susurro el ojiverde.

Sabía que estaba poniendo un muro entre ellos y... no sabía que otra cosa hacer, tiene miedo y todo es muy confuso.

-Lo sabía, sí estás enojado conmigo.

Y Marinette volvió a agachar su mirada con tristeza, haciendo que Adrien se espante.

No estaba enojado con ella, sólo es un tonto cobarde.

-¡Que no! ¡Nunca me podría enojar con la chica que a... contigo!

¡Casi mete la pata!

-¿Entonces?- preguntó ella viéndolo con seriedad.

Ya que era tan importante para Adrien, él le podía decir que le pasaba ¿no?

El chico, gruño levemente y se dio media vuelta.

En verdad, es todo un cobarde.

-Lo siento mucho, Marinette, me tengo que...

Antes de que pueda huir, Marinette le tomó de la mano.

-¿Marinette?

El rostro que veía en Marinette en éste momento... nunca lo vio y no le gustaba.

Ella parecía estar dolida y por su culpa.

-Ayer me iba a ver con alguien muy importante para mí y cuando me vio... no le gustó lo que vio.
Por favor, no quiero perderte también a ti.

Y las lágrimas ya no pudieron ser contenidas, Marinette se puso a llorar de manera débil.

Adrien la miró con gran preocupación y...

-Lo siento... me tengo que ir, es enserio.

Aún no podía hacerle frente.

-De acuerdo.

La chica lo soltó mientras se daba media vuelta y se limpiaba las lágrimas.

-Pero... n-no estoy enojado contigo.

-Sí... que bien, adiós.

Marinette se fue cabizbaja mientras Adrien la veía con tristeza.

-¡Je! Lo estás arruinando más y más.

Se burló Plagg desde el interior de la mochila de su portador.

Adrien suspiro profundo y se fue a lavar el rostro.

No era necesario que le digan que lo estaba arruinando todo, él ya lo sabía.
.

.
En la casa del maestro Fu.

Marinette tomaba té que le dio el maestro Fu para que se calme un poco.

-Ya veo, Chat noir vio quien eres y se fue sin que tú lo veas a él.

Marinette le contó toda la historia y el hombre oyó a gustó y se sentía algo identificado con el chico.

Él también fue cobarde muchas veces.

-No te preocupes, Adrien no te odia ni está decepcionado por saber que eres Ladybug, sólo no sabe como hacerte frente.

Habló el hombre mientras bebía té tranquilamente, dejando a Marinette con la mirada en blanco y su boca abierta.

El maestro Fu, dijo...

Los ojos de la azabache se cristalizaron y se cubrió con las manos.

-¡Soy una totasaurio!

Bueno... al menos ahora sabía que Adrien no estaba decepcionado, sólo se lamentaba por ser un idiota como ella ahora mismo.

Continuará...