Capitulo 1🍎

640 32 5
                                    


Situación: Protagonista.


Las amenazadores nubes sobre ciudad Beika parecían cada vez más cercanas y oscuras. El retumbar de los truenos incluso asustaba, pero el "por venir" de un aguacero seguramente se quedaría en una amenaza, pues ni la más mínima gota rozaba el suelo.

Una chica corría al centro de una vacía calle rodeada de edificios. Llevaba sombrilla negra sin abrir en la mano, además de una larga gabardina que le cubría, también y apesar del clima poco soleado, sobre su cabeza había un gran sombrero con la misma ausencia de color de sus gafas polarizadas.

Deteniéndose por completo en algún punto del solitario lugar, analizó unos segundos el porche negro frente a una puerta que tenía como letrero "Bar"

Acercándose con cautela a éste, lo verifico de lado a lado sin tocarla, sonriendo triunfadora al leer varias veces las placas del mismo "4869".
Apresurada entró al local.

En un ambiente caluroso y hasta maduro estaba envuelto aquel lugar. La música de Jazz sonaba tranquila. Nadie atendía la barra.
Los presentes eran únicamente dos clientes desinteresados, hombres ambos. Ellos se encontraban bebiendo juntos sin decir ni una palabra ni interesarse en la llegada de la chica, viendo al frente en todo momento.

Vestían también de negro.

Ella dejó los tres accesorios fuera de lugar en un perchero de la entrada. Su lindo rostro descubierto acompañado de una sonrisa quedó al descubierto. Ahora la gran gabardina era más notoria.Esta le cubría casi hasta los pies, claramente unas cuantas tallas más grande.

Sentándose a un lado de los hombres, conservaba su sonrisa.

El hombre más cercano a ella, de cabellera plateada, dió un sorbo a su bebida para comenzar a hablar.

— ¿Sabes por qué estás aquí, Champagne? — preguntó evitando aproposito el tono frío que siempre tenía. Quién viera a Gin hablándole así a una persona se asombraría de que ese hombre tuviera un lado tan humano, pero antes de que esa persona se lo pudiera contar a otro, moriría a manos de él. La excepción, Vodka. Siendo el único que sabía del aprecio que tenía a la chica. Sin embargo, todos en la organización tenían aunque fuera mínimo cariño por ella. Tanto, que incluso llevaba el nombre clave de una de las bebidas más finas del mundo.

— ¿Sabes por qué estás tú aquí, Gin? — preguntó ella de manera burlona. Esperaba una respuesta muy ingeniosa de parte de su acompañante,pero lo único que recibió fue el sonido de otro sorbo de la bebida. —Me llamaste para verme justo al momento que yo también te llamaría. Necesito decirte algo importante.
— hablaba emocionada.

—Señorita. — intervino Vodka con amabilidad —Considero que no es la ocasión para hablar de otro tema.

— ¿Qué pasa con el mesero? ¿No piensa atender? —exigió molesta,ignorando el comentario anterior. Levantandose con un poco de brusquedad de su banco,asomó por sobre la barra de los clientes. Miró la escena de un hombre muerto rodeado de sangre tirado en el suelo, fue una bala en la cabeza. — ¡Vamos! ¿Por qué no esperaste a que me atendiera Gin? —regaño ella, como si no importara tal horroroso crimen frente a su ojos, sentándose de nuevo.

— Los menores de edad no pueden beber alcohol. Tenía que evitar a toda cosa que lo probarás. —respondió con un sinónimo e ironía espectaculares.

—Hubiera pedido cualquier otra cosa. —dijo ella.

—Te encuentras en un bar, Ayano. —volvió a contestar Gin, ahora con más seriedad,usando su nombre real. —Alcohol es lo único que hay.

Vodka se apresuró a levantarse, dirigirse al interior de la barra fue su acción. Esquivó el cuerpo con naturalidad. De algún lado sacó un vaso de agua que le dirigió a la chica y ella lo aceptó sin decir nada, contradiciendo las palabras de su fiel compañero de trabajo. Vodka regreso a su silla.

𝑈𝑛𝑎 𝑚𝑒𝑛𝑡𝑖𝑟𝑎 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝑡𝑖. PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora