𝑈𝑛𝑎 𝑚𝑒𝑛𝑡𝑖𝑟𝑎 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝑡𝑖. PAUSADA

Capitulo 4🍎

Situación: Shiho Miyano.

Shiho permaneció unos momentos detrás de una puerta, alejada de todos pero con clara vista al escenario. Por alguna razón que comprendió en poco tiempo la vistieron con ropas elegantes.

Conocía a la mujer de negro que hablaba. Ayano Karasuma, desendiente del líder que jamás vió,alguna vez fué para ella una compañera de juegos, nada exagerado. A penas y debieron jugar juntas una ocasión. Todas esas niñeras se prohibían en la organización.

Podría haber huido en el momento que unos agentes la dejaron sola,sin embargo no lo hizo. Ella se entregó sola,por así decirlo. La organización sabía su identidad y con quiénes se involucro,todos a su alrededor serían asesinados si escapara.

Desearía al menos poder informar a Kudo sobre el gran cambio de liderazgo.

Sin preverlo ni un momento, escuchaba las atrevidas quejas de Bourbon. Asustada,quería hacer algo para que callará. Fué tan extraño,un hombre precavido e inteligente como él no se pondría en peligro de tal manera.

En un parpadeo,el sonido de tres balas salir de un arma y Amuro tendido en el suelo,cubierto de rojo. Ver el asesinato de personas era normal en la organización pero aún así Shiho ahogó un grito del horror al ver la escena. La mujer pronunció unas cuantas palabras más.

—Olvidaba algo.Tenemos a alguien de nuevo con nosotros.

Ayano Karasuma fijó su ahora fría mirada en Shiho,quién deseó haber escapado cuando pudo. Gin se dirigió a ella con una malvada sonrisa.

La tomó del brazo,ella resistió.

—¡Vamos mujer! —exclamó Gin, apretando su brazo y provocando dolor a Shiho,ella dejó de resistir.

—Bienvenida de nuevo,querida Sherry. —exclamó y todos se dieron cuenta de su presencia.

Varios murmuraron y otros sonrieron maliciosos. Ella tenía un inexplicable miedo.

—También tratenla como en casa. Recuerdenle lo que es estar aquí. —ordenó la mujer.

Gin llevó a Sherry al escenario. En todo momento,no levantó la cabeza. Ayano se acercó a ella divertida.

—No escaparas de nuevo. —le susurró.

Pronto,objetos y abucheos cayeron sobre ella. Trastos que llenaron el suelo del escenario. Copas que lograron cortar la piel de Shiho,pero ella permaneció inmóvil. Aún con cortadas y dolor no se movió ni un milímetro, asunto que no le importo a la mujer al mando.

Nada la asustó más que su último comentario antes de salir del lugar.

—Incendien el café Poirot situado abajo de la agencia de detectives de Mouri Kogoro. —ordenó fría y sonriendo. —Aún no quiero asesinar a alguien más, asegúrese de que no haya nadie dentro. Dejen una pluma negra a la vista,será la señal para nuestro pequeño enemigo. —sonrió. —Un pequeño enemigo que Gin dejó vivo quiere levantarse contra nosotros y lo detendremos. El detective Kudo Shinichi morirá en mis propias manos tan pronto como me encuentre con él. —dijo con frío orgullo.

Sabían la identidad de Kudo Shinichi y actuarían en su contra.
Lo matarían pronto.

Se quedó paralizada ahí hasta que algún miembro de la organización decidió llevarla a otro lugar.

Situación: Ayano Chieko.

La madrugada era tranquila.