Capítulo único

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Si habéis leído "Perlas del mar" conoceréis a dos personajes ^^ de lo contrario podéis leer igualmente sin problemas 😊

Pequeños demonios

Tras el final del manga, Gintoki había tenido problemas financieros, lo cual le llevaba a medidas desesperadas. Como por ejemplo cuidar de los hijos de su amigo Sakamoto.

Probablemente cualquiera pensaría en ello como una adorable tarea, pero aquellos demonios habían heredado la estupidez de su amigo y la mala ostia de esposa, siendo esto sobre el nivel normal ya que ella era una yato.

Gintoki también tenía la alternativa de cuidar de Souji, el hijo de Kagura y Sougo, pero sinceramente ese niño con cara de ángel era un imán para los problemas y Sougo en modo padre sobreprotector daba miedo.

Así que, creyendo que la cosa iría mejor con los mellizos, aceptó ser su niñera por un día entero. Nada podría salir tan mal.

- Es genial que puedas quedarte con los niños, así Mutsu y yo podremos ir a una cita - añadió Sakamoto

- Nada de citas, tenemos trabajo que hacer - recordó la mujer

- Eso dice ahora AHAHAHA - dijo el hombre

Definitivamente Gintoki no sabía cómo seguían juntos después de tantos años, casi era más curioso que ver como Kagura había domado a cierto sádico.

Una vez lo dejaron solo, Gintoki se giró hacía las pequeñas criaturas para darse cuenta... de que faltaba uno.

- ¿Dónde se metió tu hermana? - preguntó Gintoki al chico que se encontraba en el suelo leyendo un libro con demasiadas páginas para su corta edad

El chico no levantó la mirada de su libro, pero señaló en dirección a la cocina.

La pequeña y adorable Hana se encontraba abriendo los cajones de la nevera y atragantándose con todo lo que encontraba.

- ¡Mi leche de fresa! - gritó Gintoki horrorizado

Sacó a la niña a rastras de la cocina, o al menos la llevó colgando boca abajo mientras la agarraba de una pierna. A la menor parecía gustarle, ya que reía como su padre, aunque Gintoki no sabía si eso era señal de que la sangre se le subió a la cabeza.

Al llegar al salón, Satoru seguía en su sitio leyendo, como si todas esas escenas fuesen algo cotidiano. Entonces Gintoki comprendió en lo que se había metido.

Como todo buen amigo, salió corriendo a la calle, dejando a los menores en la casa. Era obvio que Sakamoto ya no estaría cerca, pero Gintoki quiso intentarlo igualmente. El siguiente paso fue llamar a su amigo.

- Tus hijos son un desastre, aunque de hecho el niño no hizo nada malo todavía, pero la niña es un peligro para sí misma y para mí - gritó Gintoki a su amigo por el teléfono

- AHAHAHA - fue la única respuesta que escuchó

- ¿Te parece gracioso? - preguntó Gintoki furioso

- En mi defensa, Hana tiene todos los genes malos de Sakamoto, pero Satoru tiene los míos - explicó una voz de fondo

- ¡Mutsu! - llamó Gintoki nervioso - ¿Cómo se te ocurre aparearte con este idiota? ¿No había nadie más disponible? -

- La culpa es del idiota, por ser tan insistente, aunque dentro de lo que cabe no es tan mal partido - explicó ella

- Mutsu, estás siendo adorable - añadió Sakamoto con voz acaramelada

Pequeños demoniosWhere stories live. Discover now