Dos horas y media para comenzar otro día, para levantarse y volver a la rutina del desayuno,los pensamientos acorraladores, el almuerzo rodeado de personas pero a la vez sólo, la tarde de ejercicio físico y desgaste mental, la cena culminadora del día y el cansancio emocional.
Dos horas y media para pedirle al universo, dios, o lo que sea, la fuerza para resistir un día más...
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palabras a nadie...
AcakTodos los derechos reservados. Espero disfrutes la lectura y encuentres paz en la cotidianidad...